×
×
Red Internacional
lid bot

ALTERNATIVA OBRERA. ¡Las mujeres trabajadoras queremos revolucionar a la CUT, poner al centro nuestras demandas!

Patricia Romo, profesora, delegada gremial del Colegio de Profesores en Antofagasta, y militante de la Agrupación Nuestra Clase, junto a Ingrid Letelier, quien es presidenta del Sindicato Unimarc de Temuco y militante de la agrupación Alternativa Obrera, ponen al centro la necesidad de levantar las políticas de género al interior de la CUT.

Jueves 18 de agosto de 2016

En el marco de las elecciones de la CUT, entrevistamos a dos mujeres trabajadoras y dirigentas que tienen un objetivo común: levantar a nivel nacional la política de género en los sindicatos y en cualquier espacio organizativo donde estén presentes. Ambas son dirigentas de cada uno de los sectores que representan; Docencia y el Retail. Patricia e Ingrid se han convertido, cada una en sus regiones, en referentes importantes para el resto de sus pares.

Hoy, desde la lista D Alternativa Obrera, de donde son parte activa, hacia el proceso de las elecciones de la CUT han querido en esta instancia presentarnos sus visiones, inquietudes y demandas de lo que para ellas debiese abordar la CUT en termino de política de genero se trata.

Ingrid: "Al igual que desde el gobierno, la CUT ha hecho una especie de oídos sordos a nuestras demandas laborales, no ha servido de mucho que la dirigenta máxima de este organismo sea mujer, nosotras seguimos ganando sueldos de hambre y vivimos todavía una brecha salarial con nuestros compañeros de trabajo hombres", asegura la dirigenta del sector Retail.

¿En qué tipo de trabajo aumenta la brecha salarial? De acuerdo con el INE, la mayor diferencia de ingreso se presenta en la categoría Cuenta Propia, con una brecha de -40,6% y un ingreso medio de $197.180 para las mujeres y $331.674 para los hombres, según habíamos informado desde La Izquierda Diario.

Estos datos expresan una realidad brutal que viven miles de mujeres trabajadoras en el país, las que se enfrentan a diferencias salarias considerables por el mismo tipo de trabajo y horas que los hombres. Pero, no es solo la diferencia de sueldos, también son las desigualdades en los tratos, las condiciones laborales y el tipo de trabajo.

Patricia: "La CUT al igual que el Colegio de Profesores es un espacio hoy enormemente poco democrático, para mí, uno de los objetivos es poder recuperar este organismo para nosotros , nosotras la trabajadoras de este país, la mujeres en su interior debemos empoderarnos y hacer una revolución ahí por decirlo de algún modo. Luchar por acabar con las paupérrimas condiciones laborales que sufrimos muchas veces las mujeres", afirma la dirigenta gremial e integrante de la agrupación de docentes Nuestra Clase.

Ingrid: "Yo soy parte de la Lista D que estamos levantando desde Alternativa Obrera, desde ahí es que puedo expresar que cualquier cambio sindical o político que se haga ahí, sin que nosotras no seamos el centro de esto, será algo incompleto, somos la mitad del mundo y más de la mitad hoy de la fuerza laboral en Chile. Mujeres que creemos que tenemos que ser personajes principales de una transformación de la CUT. ¿Cómo es posible que dirigentes hoy se hayan convertido en voceros del gobierno, en avaladores de un sueldo mínimo miserable? La CUT tiene que estar a nuestro servicio, al servicio de las mujeres más empobrecidas de la sociedad, a la doble explotadas", enfatiza.

Hoy, en contexto de las elecciones CUT todas las listas inscritas hacen mención al gran tema de los derechos de las mujeres, pero es desde la lista D de Alternativa Obrera que el perfil de género se transforma en un eje vertebral del programa.

Patricia: "Queremos que la CUT se convierta en una vez por todas, en una Central que defienda nuestros derechos, que ponga freno a las pensiones de hambre que la Dictadura y el gobierno de Bachelet ha legitimado y que los máximos dirigentes de la CUT miembros del Partido Comunista lo han permitido. Deben ser centrales las demandas por terminar con la discriminación y el acoso laboral y sexual", puntualiza.

Las mujeres queremos tener reales derechos maternales cuando trabajamos, no seguir ganando sueldos miserables. Ya no creemos en los lobby parlamentarios, sino que somos nosotras quienes debemos poner al centro nuestras luchas y demandas, en las calles y con organización, o poco y nada conquistaremos.