Un trabajador despedido de Shell por Aranguren y reinstalado mediante la lucha responde una provocativa columna de Jorge Lanata en Clarín.
Martes 30 de agosto de 2016 10:06
Desde que asumió el gobierno de la alegría del PRO vemos como distintos sectores de derecha se envalentonaron, como se viene expresando en los editoriales del diario La Nación, repudiados por los propios trabajadores de ese medio y todos los organismos de derechos humanos. Desde hace unas semanas muchos medios comenzaron una campaña en torno a dos ejes: la inseguridad y las amenazas a los dirigentes del PRO. La nueva línea editorial del Grupo Clarín de “clima enrarecido” hacía mención a la “sospechosa” seguidilla de movilizaciones que se daban en las últimas semanas, resaltando la demorada puesta en funcionamiento del protocolo contra la protesta durante la represión a los jubilados en el Puente Pueyrredón el 16 de agosto y a las organizaciones sociales en Autopista Buenos Aires-La Plata posteriormente, el mismo día que se reprimía con balas de plomo a trabajadores de El Tabacal en Salta.
Días después de estos hechos, para completar este cuadro, Jorge Lanata publica una nota titulada “La resistencia y el plan político del kirchnerismo” donde arma una ensalada sugiriendo que los reclamos contra el tarifazo y el creciente malestar social provocado por el ajuste del gobierno son expresión de una minoría de la sociedad, que se encontraría organizada o dirigida directamente por la cúpula kirchnerista. La resistencia contra el ajuste se vuelve así un mero plan orquestado, donde la militancia política y sindical juega el rol de los peones en un tablero de ajedrez.
Dentro de este gran paquete nos menciona puntualmente a nosotros el 9A: “PTS ATE Corriente Marrón Clasista, Agrupación Trabajadores de Coca Cola y Trabajadores de Shell cortan Corrientes y Callao”; nos ubicamos en el puesto siete de los trece reclamos maquiavélicos del clima enrarecido.
Queremos responderle a Lanata y a todos esos los editorialistas antiobreros que nuestra lucha no arrancó con el macrismo. Nuestra resistencia arrancó el día que armamos la Lista Naranja en la refinería Shell, donde un fraude del sindicato encabezado por el ex massista Alberto Roberti evitó que se expresara la voz de cientos de petroleros eligiendo una comisión interna combativa. No conformes con eso, fuimos despedidos en una maniobra espuria orquestada entre el Ministerio de Trabajo (que la dejó correr), el sindicato y la empresa que por entonces era conducida por el actual ministro Juan José Aranguren, al que por eso conocemos tan bien. Querer meternos en la misma bolsa que los Máximo Kirchner y los José López es, al mismo tiempo, una supina muestra de ignorancia y una falta de respeto; como dijo la diputada del PTS en el Frente de Izquierda Myriam Bregman, no queremos crear una casta de funcionarios privilegiados y damos el ejemplo de eso con todos nuestros parlamentarios que cobran lo mismo que un docente y nuestros dirigentes obreros que no se perpetuán en los cargos. Durante la gran lucha de Lear en 2014 nos comimos los palos de la Gendarmería comandada por Sergio Berni, así como terminamos el 2015 codo a codo con los trabajadores de Cresta Roja a quienes reprimió nuevamente la Gendarmería, pero esta vez bajo las ordenes de Patricia Bullrich. Los trabajadores no somos títeres, somos protagonistas de todas estas luchas por nuestros derechos. Nos quieren invisibilizar; el kichnerismo decía que a su izquierda no había nada, mientras Nicolás del Caño se peleaba con la burocracia en la Cámara de Diputados a la vez que defendíamos los puestos de trabajo en las calles, en cada puerta de fábrica.
Por eso volveremos salir desde cada uno de nuestros lugares de trabajo para enfrentar a este nuevo ajuste al pueblo trabajador; el 16 de septiembre volveremos a hacernos escuchar, en la cámara de diputados con Myriam Bregman y en las calles con todos los trabajadores y trabajadoras que paremos y nos movilicemos.
Qué medios y para quiénes
Tomando la frase del propio Lanata “El ruido de unos pocos infecta el silencio de muchos” yo diría “el silencio de unos pocos medios infecta el silencio de muchos”. Este es uno de los motivos del nacimiento de La Izquierda Diario, el único medio donde trabajadores como notros podemos hacer escuchar nuestra voz, nuestras posiciones políticas, construir nuestras redes y dar batalla para que más trabajadores den un paso hacia la lucha política. Mientras que se avanza en una campaña por demonizar las luchas, LID muestra a sus verdaderos protagonistas y les da la palabra. Mientras a que a los principales medios son esponsoreados por nuestros verdugos y sus intereses, LID es el medio independiente al servicio de la organización de trabajadores, mujeres y jóvenes.