Miles de argelinos recuperaron el jueves la simbólica plaza de la Grand Poste, cerrada por la policía durante meses. La protesta fue contra las elecciones presidenciales por considerarlas una farsa del régimen militar para perpetuarse. La jornada concluyó tras la baja concurrencia y la represión.
Jueves 12 de diciembre de 2019 21:48
La plaza estuvo blindada desde primera hora de la mañana por dos cordones consecutivos de policías antidisturbios, decenas de vehículos militares, y vigilada por dos helicópteros, lo que no impidió que la presión de la gente lograra superarlos.
Los congregados habían comenzado a marchar a primera hora de la mañana a lo largo de la avenida de Didouche Mourad, arteria comercial de la capital, donde la policía cargó contra la manifestación. Sin embargo, fue la población, al grito unánime de "¡Silmiya, silmiya!" (¡Paz, paz!), con sus llamamientos a la contención, la que evitó que se desataran más enfrentamientos. Una situación similar ocurrió cuando se quebró el último anillo de seguridad, lo que desató la euforia de las miles de personas congregadas en las calles adyacentes la plaza, símbolo de las protestas que el movimiento de oposición popular, “Hirak”, repite cada semana desde que saliera a la calle el pasado 22 de febrero.
Luego de una situación de boicot y represión, los colegios electorales cerraron hoy sus puertas en Argelia. Las urnas se cerraron a las 19.00 horas local, en el centro de la capital con un número escaso de papeletas en su interior y una afluencia menor de votantes que en las consultas precedentes.
Según datos oficiales del presidente la Autoridad Nacional Independiente de Elecciones (ANIE), Mohamed Charfi, el índice de participación había alcanzado un exiguo 20,43 por ciento a las 15.00 hora local y un 33,06 por ciento a las 17.00, dos horas antes del cierre de las urnas. En una rueda de prensa, el responsable reveló que la asistencia más alta se registró en Naama (oeste), la ciudad natal del candidato Abdelmajid Tebboune, con un 30,79 % a las 15.00 hs., mientras que la más baja correspondió a la Cabilia, donde el boicot parece que ha calado con más fuerza.
"En cierta región simplemente están anuladas", aseguró Charfi en alusión a esta región donde grupos de personas asaltaron los colegios, tiraron las papeletas y se enfrentaron a la policía. Charfi no aclaró, cuál ha sido hasta ahora el índice de participación en la capital, escenario de protestas en las calles desde primera hora de la mañana y de colegios electorales en su mayoría casi vacíos.
Más de 20 millones de argelinos fueron llamados hoy a las urnas para elegir al sucesor del histórico presidente Abdelaziz Bouteflika. El mandatario, gravemente enfermo desde 2013, presentó la dimisión tras casi dos meses de protestas en la calle y después de que el jefe del Ejército y nuevo hombre fuerte del país, Gaid Salah, pidiera su inhabilitación.
Desde entonces, las protestas se repiten cada martes y cada viernes para exigir la caída del régimen militar y denunciar lo que el Hirak considera un golpe de Estado encubierto de una parte del sistema para perpetuarse en el poder.
Está previsto que los resultados electorales se conozcan el viernes, día para el que está convocada una nueva marcha del Hirak, que sale a la calle cada fin de semana desde que el 22 de febrero se manifestara por primera vez contra la opción de que Bouteflika aspirara a un quinto mandato consecutivo.