×
×
Red Internacional
lid bot

CLASES PRESENCIALES EN CABA. Las vicisitudes de una profesora de secundario en pandemia

Tal como se anunció, el 17 de febrero se inició la actividad presencial en las escuelas secundarias también. En marzo una docente fue diagnosticada con covid-19, pero la institución no cerró sus puertas.

Jueves 18 de marzo de 2021 19:20

Foto: Télam

Los primeros en comenzar fueron los alumnos de primer año acompañados por sus docentes, divididos en burbujas y en horario reducido. A partir del 8 de marzo se sumaron todos los alumnos de todos los años.

Se sabía que los casos de covid-19 no iban a tardar en llegar. La escuela secundaria Antonio Devoto, número 3 del distrito escolar 17 de CABA no fue la excepción. A partir del día 24 de febrero y durante el resto de esa semana, hubo falta de suministro de agua.

A pesar de la falta de agua, luz e internet, tanto el personal de secretaría, los preceptores, y el personal auxiliar debieron asistir con normalidad.

En marzo, una docente de la secretaría fue diagnosticada con covid-19, así como también algunos miembros de su familia. A pesar de esta circunstancia, y de haber estado en contacto con varias personas de la institución en los días previos a ser hisopada,la escuela no cerró sus puertas, exponiendo al personal mencionado a más contagios.

La Izquierda Diario se acercó a una docente del establecimiento mencionado preguntándole sobre la situación y contestó: “Cabe preguntarse ¿De qué manera se preservará y garantizará la salud de toda la comunidad educativa a partir de marzo, mes en que comenzaron a concurrir todos los cursos de manera presencial?”

Y continuó: “¿Con alcohol en gel? ¿Con un hisopado cada 15 días? ¿Quién asegura que al salir del testeo algún docente no se contagie durante el regreso a su escuela o en alguna burbuja de las tantas a las que pertenece?”

También explicó: “La burbuja es efectiva para poder aislar un grupo pequeño de personas en caso que se detecte covid-19 en alguno de ellos, pero no otorga ninguna clase de inmunidad”, es que la idea de burbuja a la que se refiere la ministra Soledad Acuña no es tal, un docente puede tener varios cursos, trabajar en varias escuelas y salta de burbuja en burbuja siendo todos esos espacios potenciales focos de infección si ese docente contrae el virus.

Los docentes por su parte, tienen que asistir todas las semanas a todas las escuelas donde trabajan, porque de lo contrario podrían sufrir descuentos en el salario.

Sin dudas, la salud de los alumnos, directivos, docentes, no docentes, sus familias y contactos estrechos está en riesgo.