El 16 de enero, dos días antes de la muerte violenta del fiscal Alberto Nisman, La Izquierda Diario entrevistó a Laura Ginsberg, referente de la Asociación Para el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA. Allí ella denunciaba que tanto el fiscal como el gobierno de los Kirchner cumplieron un rol trascendente para mantener y profundizar la impunidad sobre el atentado. Un mes después de la muerte de Nisman, con una guerra de operaciones desatada entre oficialistas y opositores y en medio de la convocatoria de un grupo de fiscales a una “marcha del silencio”, Ginsberg vuelve a conversar con este diario.
Daniel Satur @saturnetroc
Miércoles 18 de febrero de 2015
¿Qué opinás de "la marcha del silencio" que convocan para hoy un grupo de fiscales (algunos de ellos incluso acusados de haber entorpecido la investigación del atentado a la AMIA) y dirigentes de la oposición como Macri, Massa y Cobos?
En primer lugar entendemos que hay gente que va a marchar que, por distintos motivos, tiene un repudio profundo a la situación de impunidad y de criminalidad que estamos viviendo. Nosotros compartimos esta sensación generalizada y lo hemos hecho público en el acto y marcha que hicimos el 4 de febrero, donde exigimos el esclarecimiento de la masacre impune de la AMIA, el esclarecimiento de la muerte de Nisman, que se conforme una comisión investigadora y se abran los archivos secretos y también la disolución efectiva de la Secretaría de Inteligencia.
Pero esta marcha no tiene consignas de exigencia de nada. Y no las tiene porque está convocada por un grupo de fiscales y de la oposición de Massa y Macri que no tienen por objeto cuestionar ni exigir absolutamente nada.
Ya conocemos a algunos de estos fiscales y las trayectorias que se auto reivindican. Son los mismos que fueron compañeros de (Eamon) Mullen y (José) Barbaccia, aquellos fiscales que contribuyeron con delitos e irregularidades en la instrucción que llevó adelante el exjuez Galeano (en la primera causa por el atentado a la AMIA) y que colaboraron fuertemente con la impunidad que padecemos hoy.
Por eso nosotros no vamos a participar de esta marcha. Pero entendemos y compartimos el repudio social generalizado frente a esta situación de crisis e impunidad que estamos viviendo.
A principios de enero dijiste a La Izquierda Diario que tanto Nisman como el Gobierno de los Kirchner comparten responsabilidad en el encubrimiento del atentado a la AMIA. Con todo lo que se está viendo desde la muerte de Nisman, con infinidad de operaciones cruzadas y versiones de todo tipo, ¿qué podés agregar a esa afirmación?
Nosotros seguimos sosteniendo lo mismo que dijimos entonces, que Nisman construyó junto con el gobierno de los Kirchner una línea investigativa que no sólo no llevó a ningún lado sino que llevó a construir encubrimientos. Esto lo discutimos personalmente con Nisman y públicamente a través de nuestros comunicados de prensa.
De manera tardía y costándole su propia vida (porque éste es un crimen político) Nisman reconoció este cuadro de encubrimiento, aunque obviamente aplicándolo a la línea de investigación que él estaba llevando adelante y que nosotros denunciábamos como parte de esas mismas maniobras de encubrimiento.
Él encontró una nueva versión del encubrimiento, que para nosotros no es más que lo que venimos denunciando desde hace más de veinte años.
¿Qué opinás de la designación de los fiscales Namer, Salum, Ciavadini y Murray en reemplazo de Nisman al frente de la Unidad fiscal especial por el atentado a la AMIA?
No tenemos ninguna expectativa en estos fiscales, como no la tenemos en el Poder Judicial ni en ninguno de los poderes del Estado. Puntualmente estas designaciones no nos dicen nada. Lo que importa es en qué sentido piensan orientar el trabajo. ¿Van a seguir profundizando la línea de la conexión de Irán? Por las últimas noticias que están circulando en algunos medios la sensación que tenemos es que esta fiscalía marcha más hacia una disolución en manos de varios individuos que hacia un trabajo con alguna orientación específica hacia algún lado.
Te vimos en un debate televisivo cruzarte fuerte con Miguel Ángel Toma, ex director de la SIDE cuando Duhalde era presidente. Y estamos viendo opinar a varios personajes como él sobre la reforma que impulsa el kirchnerismo de la Secretaría de Inteligencia, creando una Agencia Federal de Inteligencia pero con casi todo el personal de la ex SIDE, ¿qué opinan desde APEMIA?
Lo que está haciendo el gobierno es una reestructuración burocrática de los servicios de inteligencia. Lo impresionante es que con la muerte de Nisman, y justamente porque como parte de su trabajo lo que él hacía era judicializar información de inteligencia, el rol de los servicios está puesto en el debate nacional pese a los intentos del oficialismo por acotarlo y por hacer apenas una reforma burocrática.
Me parece que la aparición en este debate de personajes como Miguel Ángel Toma pone de relieve cuál ha sido el nivel de involucramiento de los servicios de inteligencia en los crímenes y en sus encubrimientos. Y el debate sobre qué hacer con los servicios pone de relieve también que el Poder Judicial está inficionado desde hace muchísimos años por los servicios de inteligencia. Eso nos permite entender por qué estamos en semejante crisis política, desencadenada por la muerte del fiscal Nisman.
Un conjunto de juristas e intelectuales como Arslanián, Moreno Ocampo, Sarlo y Anguita lanzaron una propuesta para conformar una "comisión nacional de esclarecimiento del atentado a la AMIA", al estilo de la CONADEP. ¿Qué opinan de esa propuesta? ¿En qué difiere con el histórico reclamo de APEMIA de una comisión investigadora independiente?
Hay muchas propuestas y muchas ideas. Yo escuché públicamente de distintos sectores la propuesta de formar comisiones investigadoras. Lo importante es que, en todo caso, esas opiniones reflejan que nuestra propuesta de comisión investigadora está empezando a tener presencia en el debate nacional acerca de qué hacer con la investigación del atentado a la AMIA.
Ese grupo de intelectuales propone una "comisión de esclarecimiento del atentado" pero convocada por y dependiente del Poder Ejecutivo. No proponen la búsqueda de la verdad, sino el mejoramiento institucional. Por eso no plantean ni abrir los archivos secretos ni cuestionar el desempeño de jueces y funcionarios.
Lo que fue una consigna con la que nacimos prácticamente como agrupamiento, que es la de conformar una Comisión Investigadora Independiente y abrir los archivos secretos hoy tiene la forma de un proyecto de ley. Y detrás de esta idea creo que tenemos que aglutinarnos para impulsar un debate democrático en el Parlamento y ganar posiciones respecto de la necesidad de conformar una comisión de naturaleza diferente, porque su independencia va a estar garantizada por sus integrantes que no pertenecen, en su amplia mayoría, a ninguno de los tres poderes del Estado.
Otros plantean que hay que hacer una comisión bicameral, por ejemplo. Era inevitable que todo este tipo de ideas apareciera. Entendemos y es lógico, porque de alguna manera esto refleja que el debate por la conformación de una comisión investigadora está instalado. Hay que seguir desarrollando ese debate, creemos, detrás de nuestra propuesta de crear una Comisión Investigadora Independiente en el marco del Parlamento, cuyo objetivo sea abordar integralmente todas las circunstancias políticas, jurídicas, locales e internacionales que colaboraron para que el atentado ocurriera y para que se diera el posterior encubrimiento e impunidad que vivimos hasta hoy.
La naturaleza independiente de esa comisión es indispensable para transitar una vía que en el Parlamento nunca se transitó. Y su independencia estará garantizada por una amplia mayoría de figuras referentes de nuestra sociedad, luchadores por los derechos humanos, abogados, escritores, sociólogos, historiadores y familiares de las víctimas. No puede ser que 21 años después los familiares con todo lo que transitamos no tengamos acceso a lo que es nuestro derecho, que es conocer la verdad. Por estar constituida en el marco del Parlamento, esa comisión tendría una representación de diputados y senadores, aunque minoritaria. Pero la condición sine qua non para garantizar el trabajo de esa comisión debe ser su independencia de los tres poderes del Estado y la necesidad imperiosa de que todos los archivos secretos que el Estado argentino oculta se pongan sobre la mesa.
Nosotros el jueves 12 intervinimos en la audiencia ciudadana que organizaron los partidos de la oposición y ahí, además de denunciarlos públicamente, les exigimos que debatan nuestro proyecto de ley que presentamos en junio del año pasado. En esa audiencia ellos firmaron un compromiso donde acuerdan en tener el debate parlamentario en relación a la conformación de una comisión investigadora como nosotros lo proponemos. Vamos a ver si lo cumplen. Esto creemos que es una novedad, que nos pone alertas para seguir interviniendo y denunciando a esta gente si no llegan a cumplir el acuerdo que firmaron.
El viernes pasado se conoció la imputación a Cristina Kirchner haciendo caso a la denuncia de Nisman. ¿Qué pensás de este hecho político?
Nosotros entendemos que es un hecho que conmueve por su gravedad. Pero para nosotros es la continuidad del encubrimiento. Mientras el oficialismo dice que no hubo gobierno que más haya aportado al esclarecimiento del atentado a la AMIA como éste, nosotros decimos que el gobierno de los Kirchner se llevó 12 de los 21 años de impunidad y encubrimiento. Han sido constructores de encubrimiento.
Este episodio, que entendemos que tiene un peso específico propio porque profundiza la gravedad de los hechos, porque profundiza la impunidad, porque profundiza la crisis, para nosotros es parte del encubrimiento que se viene sosteniendo desde el momento en que ocurrió el atentado. E incluso desde antes, cuando se sabía que el atentado se iba a cometer.
Daniel Satur
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).