Este viernes 28 de septiembre, luego de 16 años, se llevó a cabo la audiencia de formalización en la justicia civil de Marco Treuer Heysen, ex Coronel de Carabineros en Temuco, acusado de asesinar a Alex Lemun.
Domingo 30 de septiembre de 2018
Este viernes 28 de septiembre, luego de 16 años, se llevó a cabo la audiencia de formalización en la justicia civil de Marco Treuer Heysen, ex Coronel de Carabineros en Temuco, acusado de asesinar a Alex Lemun.
En 2002 el joven estudiante y comunero mapuche Alex Lemun, de 17 años por ese entonces, fue asesinado a manos de carabineros al recibir en su cabeza el impacto de un perdigón.
Lemun, quién se encontraba recogiendo leña en el territorio de la empresa maderera Forestal Mininco, fue atacado junto a otros 20 jóvenes por carabineros con la excusa de "descartar la presunta ocupación de tierras". Sin embargo, el actuar de la fuerza policial incluyó el uso de bombas lacrimógenas y balas de goma, reprimiendo a los jóvenes por orden directa, sin mediación, ni previo aviso. Dando cuenta de un ataque directo a quienes se encontraban presentes en el lugar, ante lo cual los jóvenes respondieron con piedras lanzadas por boleadoras. Momento en el que Treuer ejecutó múltiples disparos los cuales impactaron directamente en la frente del joven. Destacando que la policía uniformada presente no realizó auxilio al herido, y la ambulancia llegó 40 minutos posterior al hecho.
Posterior a esto, la Fiscalía de Temuco se negó a continuar con el proceso una vez que se constató el fallecimiento producto del proyectil, declarándose incompetente para continuar con el caso.
Fue así como en la Corte Marcial luego de investigaciones institucionales formuló el cargo de “violencia innecesaria con resultado de muerte”, ya que al momento de la ejecución del disparo, el uniformado no sufría un peligro real o inminente para su integridad.
Pese a esto, la conducta de tribunales no fue la esperada, la sentencia inicial en 2002 fue prisión preventiva, posteriormente libertad bajo fianza de $100.000, hasta finalmente terminar con la más irrisoria de las sentencias: el sobreseimiento definitivo en 2005.
A 16 años de la muerte del joven Lemun, se demuestra una vez más la impunidad de la fuerza policial y militar, quienes son juzgados y sentenciados bajo condiciones privilegiadas. Obteniendo grandes beneficios y sentencias mínimas frente al uso desmedido de fuerza, lo que les permite cometer reprimir y cometer delitos en contra de jóvenes, estudiantes, pobladores, comuneros y todo sector que amenace el interés de ricos y poderosos.
