Los estudiantes secundarios, mapadres y comunidad educativa de la Tecnica N°1 no pudieron utilizar las aulas container que les prometieron porque las estaban usando en el festival. Desde el pasado temporal de diciembre que no tienen donde cursar. Protestaron en la entrada del evento este viernes para exigir que les instalen las aulas container.
Lunes 18 de marzo de 2024
Durante la madrugada del 17 de Diciembre de 2023 hubo un temporal que causó destrozos en todo el Gran Buenos Aires: arboles caídos obstaculizando las calles, cables de alta tensión colgando en las veredas y construcciones totalmente destruídas. Este fue el caso de la Escuela de Educación Secundaria Tecnica Nro 1 de San Isidro.
Las fuertes rafagas de viento hicieron que su techo se desprendiera y las aulas terminaran a la intemperie. Este hecho hizo que la comunidad educativa de la escuela comenzara a solicitar una respuesta del municipio para reparar el techo lo antes posible, ya que para ese entonces, aún no terminaba el ciclo lectivo. Carta iba, carta venía y no sucedía absolutamente nada.
En uno de sus intentos por contactar algún superior, dieron con la inspectora de educación del municipio, la cual les prometió unas aulas container que iban a poder utilizar hasta que se resuelvan los problemas de infraestructura. Sin mebargo, todo quedó en palabras.
Ante el desinterés y la falta de respuesta por parte del municipio ante esta problemática, las familias decidieron elevar el reclamo y contactar con el gobierno de la Provincia, al mando del gobernador Kicillof, pero nuevamente, los ignoraron por completo.
Abandonados por el gobierno municipal y el provincial, se vieron en la obligación de exteriorizar el reclamo y hacerse escuchar, ya que los alumnxs comenzaron el ciclo lectivo 2024 sin techo.
Las familias, ya cansadas de no obtener soluciones, comenzaron a investigar a profundidad cuáles eran los procesos burocráticos necesarios para llevar a cabo una solución como la que necesitaban, y luego de preguntar por aqui y por allá, les avisaron que las mismas aulas container que les habían prometido estaban siendo utilizadas dentro del hipódromo de San Isidro para el festival Lollapalooza. Les dijeron que debían esperar hasta después del festival, lo que causó la indignación de toda la comunidad educativa del distrito.
El pasado viernes 15 de marzo, durante el primer día del festival, las familias y docentes de la E.E.S.T 1 de San Isidro convocaron a un ruidazo justo en frente de la entrada principal al festival, informando a los asistentes al mismo, que los containers de ahí adentro eran los espacios de estudio que les habían prometido a sus hijos y alumnos.
Sin Techo no hay derechos
Debemos tener en cuenta que el municipio de San Isidro cuenta con un presupuesto anual de $156.000 millones y se le suma $200.000.000 provenientes del Loolapalooza, dato afirmado por el intendente Ramón Lanús, perteneciente a Juntos por el Cambio. Esto demuestra que el capital necesario para conllevar las reparaciones a la escuela no es un inconveniente, sino una decision politica.
Esta situación con la educación pública no es la única en el municipio. Otro claro ejemplo de desidia educativa es el de la E.S.E.A 1 de San Isidro (Ex Polivalente de Arte) en la cual los estudiantes tienen que almorzar en el suelo debido a que no hay un espacio adecuado para que puedan hacerlo y reciben viandas con comida en mal estado, cruda y escasa par alos 500 alumnos que pasan hasta 10 horas dentro del establecimiento.
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Esta realidad es acompañada por las políticas de la Libertad Avanza de desfinanciamiento de la cultura y la educación. Por un lado, Milei y su séquito de trolls despiden trabajadores del INCAA y quieren privatizar el Cine Gaumont bajo el argumento de que el Estado no puede financiar la cultura. Por su parte, la ministra Bullrich reprime a los trabajadores que intentan defender sus puestos de trabajo.
El municipio destina sus recursos a favor de empresarios norteamericanos por encima del derecho a la educación que tenemos la juventud. Una entrada para Lollapalooza costó entre 50.000 y 120.000 pesos (una jubilación mínima y casi un sueldo básico).
Desde los secundarios del No Pasaran Zona Norte acompañamos y nos hicimos presente en la acción. Los estudiantes y la comunidad acordaban en que la única manera de enfrentar esta desidia por parte del Estado en la educación es organizarse y unirse para que no nos pasen por encima y defender nuestros derechos como estudiantes.