La mañana del lunes 9 de abril la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México reconoció que Lesvy Berlín Riversa Osorio no se suicidó sino que fue asesinada por su expareja.
Leah Muñoz @leahdanmunoz
Martes 10 de abril de 2018
El día de ayer la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJDF) reconoció que Lesvy Berlín Rivera Osorio no se suicidó, sino que fue asesinada por su expareja Jorge Luis Hernández González el pasado 3 de mayo del 2017 cerca del Instituto de Ingeniería de la Ciudad Universitaria.
Luego de meses de lucha, la familia y la defensa de Lesvy lograron el día de ayer, en el proceso de audiencia intermedio llevado a las 10 de la mañana, que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, a cargo del Juez Dávila Gómez, cambiara la hipótesis sobre cómo ocurrió el feminicidio de Lesvy.
Se descartó la hipótesis que decía que Lesvy se había suicidado con un cable de cabina de teléfono frente a su ex pareja, sin que él la detuviera; por su parte se rectificó que: Jorge Luis fue quien la asesinó con el cable como el acto más extremo de una serie de violencias (psicológica, económica y física) que ejerció contra ella en el tiempo que duró su relación.
Aunque la defensa legal del presunto feminicida se molestó argumentando que las autoridades habían cambiado los hechos por los cuales se vinculaba a Jorge Luis, incurriendo con ello en una violación a sus derechos, el Juez Alfonso Dávila reconoció que no se habían cambiado los hechos por lo que se reclasificó el delito de homicidio simple a feminicidio agravado.
Dado lo anterior, la defensa del imputado argumentó haber armado la estrategia legal alrededor de la primera hipótesis que dio la PGJDF (la hipótesis del suicidio), “por lo que no contaba con elementos para defenderse”; en consecuencia el Juez Dávila Gómez suspendió la audiencia, la cual se reanudará el próximo 9 de mayo para volver a plantear pruebas.
Este cambio de hipótesis y reclasificación del caso de Lesvy Osorio es un avance y un triunfo para su familia, la defensa legal (llevada adelante por las abogadas del Centro Fray Francisco Vitoria) y todo el movimiento de mujeres que se movilizó en contra del feminicidio de Lesvy y la hipótesis que la señalaba como responsable de su muerte, mostrando que la justicia para las mujeres tiene que conseguirse movilizándose contra este sistema legal que difícilmente reconoce la violencia contra las mujeres.
