Con la presencia de funcionarios del Poder Ejecutivo, el bloque del Frente para la Victoria emitió dictamen favorable a la nueva ley de hidrocarburos. Será sancionada el próximo miércoles.
Miércoles 22 de octubre de 2014
Composición: Fotos de Rodrigo Wilson // Enfoque Rojo
A pesar de haber convocado en dos fechas el plenario de comisiones para debatir el proyecto oficial de la nueva ley de hidrocarburos, el oficialismo hizo valer una vez más su mayoría y dio por liquidado el debate en una sola reunión de comisión: firmó dictamen este martes y se apresta a sancionar la ley la próxima semana en el recinto de la Cámara de Diputados.
La reunión de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Hacienda y Energía y Combustibles comenzó pasado el mediodía con amplia presencia de diputados de todas las bancadas que asistieron a escuchar la exposición de los funcionarios y a realizar preguntas sobre el proyecto al secretario legal y técnico de la Presidencia, Carlos Zannni; al ministro de Planificación, Julio De Vido; a la secretaria de Energía, Mariana Matranga; y al CEO de YPF, Miguel Galuccio.
La delegación del Poder Ejecutivo no hizo más que defender a rajatabla cada coma del proyecto oficial, definiendo los “enormes beneficios que tendrán las empresas extranjeras que inviertan en el país” y destacando que se pretende con esta nueva ley obtener la “soberanía hidrocarburífera, el ahorro de divisas, el fortalecimiento de las provincias y la generación de fuentes de trabajo”, en palabras del ministro Julio De Vido. “Atraer inversiones” fue una de las frases más escuchadas en el Anexo C de la Cámara de Diputados por parte del elenco oficial.
Luego del cruce de preguntas y respuestas entre la oposición y el oficialismo, el Frente para la Victoria decidió que el debate ya estaba agotado y pasó a la firma del dictamen, dejando sin efecto una nueva reunión que estaba convocada para este jueves a fin de continuar la discusión. Ya ni siquiera se esfuerzan en respetar los mínimos marcos de “debate” sobre los proyectos que el Poder Ejecutivo trae a rubricar a la escribanía oficial. A pesar de las quejas de parte de la oposición, el Frente para la Victoria concluyó el debate y cerró el dictamen. El próximo capítulo de esta entrega será el miércoles 29, cuando el kirchnerismo y sus aliados sancionen definitivamente la ley.
El planteo de la oposición
Los bloques mayoritarios de la oposición esgrimieron varias críticas y denuncias en relación al proyecto -que ya anunciaron que no acompañarán- , que centralmente se concentraron en sus dudas sobre las inversiones que el Gobierno espera atraer en materia energética, la falta de consenso que tiene el proyecto, que no toma en cuenta cuestiones relacionadas con el medio ambiente, la prórroga de jurisdicción, los alcances del acuerdo firmado con Chevron por Vaca Muerta, entre otras cuestiones. Todos los bloques de la oposición patronal expusieron la parcialidad de sus críticas, pero ninguno cuestionó el esquema privatizador del conjunto del proceso de entrega de los recursos hidrocarburíferos en nuestro país que se consagra con esta nueva ley. Un esquema donde solo el 17 % del negocio está en manos de la “estatal” YPF.
Por el contrario, el único bloque que presentó un proyecto alternativo al del Gobierno y que cuestiona integralmente el núcleo central del modelo hidrocarburífero es el del Frente de Izquierda. La iniciativa de Nicolás del Caño (PTS/FIT), que cuenta con el acompañamiento de los demás diputados del FIT, Pablo López y Néstor Pitrola, propone la nacionalización de toda la industria hidrocarburífera y establece el control de los trabajadores de toda la producción de hidrocarburos, para que no sean funcionarios carreristas, sino los trabajadores, junto a la comunidad y los pueblos originarios desplazados por las petroleras los que definan qué hacer con los recursos naturales, para invertir en educación, salud, viviendas y demás necesidades populares. El proyecto propone también derogar toda la legislación vigente en materia de hidrocarburos, incluyendo el andamiaje legal que permitió la privatización de YPF en los 90 y que fue acompañado por Kirchner y los gobernadores de las provincias petroleras, además de anular las actuales concesiones a empresas privadas. También se crearía la empresa 100 % estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), expropiando toda la estructura, bienes muebles e inmuebles de todos los procesos relacionados con la industria hidocarburífera, y se establece el control obrero sobre la exploración, extracción, producción, refinación, transporte, almacenamiento, comercialización y toda actividad relacionada con los hidrocarburos. Y se prohíbe en todo el territorio el “fracking” como método de extracción del gas y el petróleo, por estar demostrado que es altamente contaminante.
Después de los discursos y de las denuncias para la tribuna, después de la simulación del debate y de la justificación oficial de la entrega, queda el único proyecto presentado desde la oposición en el Congreso en relación al debate por la nueva ley de hidrocarburos y que rechaza esta nueva entrega: el del Frente de Izquierda.