Agrupación de Ginecólogas responde a exigencia de “Médicos por la vida” de derogar la Ley de Aborto en 3 causales, advirtiendo que las leyes restrictivas no disminuyen los abortos, sólo los hace inseguros. Vamos por el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito.
Viernes 6 de noviembre de 2020
El domingo pasado más de 250 doctores e internos denominados “Médicos por la vida” publicaron en el diario El Mercurio la exigencia de que en la nueva constitución se derogara la Ley de Aborto en 3 Causales. Frente a esto, la Agrupación de Ginecólogas Chile respondió con una declaración, a la que adhirieron más de 800 médicos y médicas firmantes. En ella se advierte que “disminuir la brecha de necesidades de anticoncepción no resueltas es la única política de salud pública que probadamente disminuye las tasas de aborto a nivel país. Leyes restrictivas como las que tenemos en Chile no disminuyen los abortos. Sólo los hace inseguros”.
Señalando además que la declaración emitida por “Médicos por la vida”, “quiere hacer que el país retroceda en el gran avance que se logró para las mujeres que viven esas graves circunstancias: riesgo vital, malformación fetal incompatible con la vida o embarazo por violación y que eligen terminar con su embarazo”, ya que según la Agrupación de Ginecólogas “el aborto es una realidad que ha existido siempre, intentar negarla es infructífero. Creemos que toda mujer que llega a esta decisión hubiese preferido no tener que llegar a ella. La mejor forma entonces de disminuir esta realidad es visibilizándola y trabajando con lo que tiene evidencia que sirve para su disminución: educación sexual integral, acceso amplio y efectivo a la anticoncepción, políticas en pro de la equidad de género”.
Ante esto los y las profesionales firmantes terminaron su declaración invitando a “Médicos por la Vida” a “lograr que cada vez sea menos necesario el aborto, trabajando para mejorar la educación sexual y el acceso a métodos anticonceptivos para todas las mujeres residentes en nuestro país”.
Es totalmente cierto que históricamente las mujeres abortan, siendo una realidad presente en Chile y no sólo en el marco de las 3 causales. El único estudio nacional, realizado en 1990, estimó que aproximadamente 160,000 abortos inducidos ocurrían anualmente en Chile, equivalente a una tasa de 45 por cada 1,000 mujeres de 15 a 49 años (1). Las estimaciones más recientes, pero menos corroboradas, que se citan en los medios, fluctúan en un rango de 60,000 a 300,000 (2) abortos cada año.
Y sí, las mujeres abortan, pero son las mujeres pobres quienes tienen una mayor probabilidad de usar métodos de aborto inseguros y de buscar tratamiento postaborto en instituciones de salud del sector público, las cuales son la fuente de casi todas las denuncias relacionadas con el aborto ilegal presentadas al sistema de justicia penal. Según informes de la Gendarmería Nacional, entre 2003 y 2012, un total de 3,570 mujeres y 975 hombres fueron sentenciados en Chile por estas infracciones al código penal existente(3). La abogada que analizó estas estadísticas concluyó que “la persecución penal es muy selectiva, recayendo sobre todo…en las mujeres más pobres” (3).
Una vuelta a la total criminalización y segregación de clase, es la que exigen los “Médicos por la vida” dentro de una nueva constitución, lo que realmente es un crimen y un retroceso en el derecho mínimo que ha significado la posibilidad de abortar en 3 causas. Hay que recordar que el aborto es un problema dentro de la salud pública, pues amenaza la vida y salud de las mujeres, incluso hace algunas décadas atrás, en 1931, el aborto terapéutico -cuando el embarazo representa un grave riesgo para la vida y la salud de la mujer– constituyó una prestación de salud para las mujeres durante 50 años. Sin embargo, fue durante la dictadura militar, en 1989, que este derecho de protección de la vida de las mujeres fue eliminado. Asimismo, se “legisló” la prohibición de ejecutar: “ninguna acción cuyo fin sea provocar un aborto” (Art. 119 del Código Sanitario), significando para las mujeres la obligatoriedad de continuar un embarazo aunque la vida se les fuera en ello. Esta disposición estuvo vigente hasta el año 2017.
Es con ese legado de la dictadura que la mayoría de la población quiere terminar, y se expresa en la alta votación del “Apruebo”. Por ello y considerando que un 68% de las personas en Chile está de acuerdo con que una mujer acceda a un aborto, considerando opción libre y la posibilidad en caso de violación, según lo informado por la Encuesta Ipsos en la plataforma Global Advisor, es que debemos organizarnos y movilizarnos en las calles para conquistar el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito, junto con una educación sexual laica y no sexista, además de la entrega efectiva y gratuita de anticonceptivos.
Es con esa fuerza de las mujeres, trabajadoras, estudiantes y pobres, organizada junto a la clase trabajadora y sectores populares hacia la huelga general, que podremos conquistar todos nuestros derechos laborales, sociales, sexuales y reproductivos, sin ninguna traba.
(1) Singh S y Wulf D, Niveles estimados de aborto inducido en seis países latinoamericanos, Perspectivas Internacionales en Planificación Familiar, número especial de 1994, pp. 3–13.
(2) Díaz S, Aspectos médicos del aborto, Santiago: Instituto Chileno de Medicina Reproductiva, 2012
(3) Casas Becerra L et al., La penalización del aborto como una violación a los derechos humanos de las mujeres, Capítulo 2, en: Universidad Diego Portales (UDP), Informe Anual sobre Derechos Humanos en Chile 2013, Santiago, Chile: Centro de Derechos Humanos, 2014