La PGR cambió el delito mayor por delito menor a Javier Duarte, lo reduce al de “asociación delictuosa” al declarar que no cuenta con los elementos suficientes para acusarlo por delincuencia organizada.
Jueves 23 de agosto de 2018
Al término de la fase de investigación complementaria a cargo del Sistema Penal Acusatorio, el Ministerio Público de la Federación determinó acusar al ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, por los delitos de asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Al valorar los 82 datos de prueba con que cuenta, la PGR determinó que no son pruebas solidas ni suficientes para acreditar el delito de delincuencia organizada, por lo que hubo que reclasificar la acusación sólidamente sustentada, para que el proceso pueda culminar con una sentencia "acorde con principios constitucionales".
La PGR aseguró que el “probable responsable” seguirá su proceso en prisión preventiva por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, mejor conocido como lavado de dinero.
Lo anterior es una confirmación de que desde hace más de un año que inició la investigación, la PGR ha funcionado como la herramienta perfecta del gobierno peñista al defender a sus delincuentes por medio de acciones que demuestran complicidad sembrando de errores intencionalmente el proceso de investigación para que progresivamente se llegue a la liberación total o a la aplicación de sentencias menores.
El delito de asociación delictuosa contemplado en el artículo 164 del código penal federal nos redirige al 23 constitucional y al artículo 18 del mismo código penal federal, haciendo ambigua su interpretación y favoreciendo manejos judiciales que podrían incluso llevarlo a la libertad como ya ha sucedido en otros casos.
Es una forma de protegerse entre políticos, en este caso Peña y Duarte, esta obscena dupla de complicidad criminal, dos de los mayores delincuentes de la historia mexicana.
El ex gobernador de Veracruz, aquel que llenó de fosas clandestinas su estado, el que persiguió, amenazó y ejecutó a tantos y tantas, el lavador de dinero, el autor intelectual del multihomicidio de la colonia Narvarte, el de las inyecciones de agua para niños con cáncer y gran corrupto profesional a quien en un futuro la justicia mexicana puede absolver sólo por pertenecer a un grupo de poder mientras las cárceles en Neza, en Chiconautla y todos los penales del país están repletos de inocentes, en su mayoría jóvenes acusados por delitos menores como el robo de un refresco de un OXXO a quienes si se aplica “todo el peso de la ley” sin derecho a fianza ni a nada todo por ser jóvenes y pobres.