Estudiantes de la Universidad de Avellaneda le cuentan a La Izquierda Diario qué opinan acerca de la lucha por su liberación y la campaña por la legalización del aborto.
Lunes 8 de agosto de 2016 09:03
Mientras las conducciones de los Centros de Estudiantes hacen oídos sordos y se niegan a ponerse a la cabeza de la lucha por, entre otras cosas, la #LibertadParaBelén y la legalización del aborto. La interrupción voluntaria del embarazo se lleva la vida de 300 mujeres por año, en su mayoría pobres que no pueden acceder a hacerlo en condiciones seguras y deben hacerlo en una situación de clandestinidad, donde peligran sus vidas o, como en el caso de Belén, corren riesgo de terminar presas. La agrupación de mujeres Pan y Rosas impulsada por el PTS junto a mujeres independientes, se movilizó el pasado 3 de junio en el #NiUnaMenos exigiendo la libertad de Belén y la legalización del aborto y, además, denunció al Estado por ser el primer femicida. Los estudiantes de la Universidad Nacional de Avellaneda van conociendo el caso a través de medios alternativos, como #LaIzquierdaDiario, ya que los medios hegemónicos hacen, al igual que el Estado, la vista gorda ante los cientos de casos de abortos hechos en la clandestinidad.
Belén (cuyo nombre real se cambió para preservar su identidad) es una joven, que el 21 de marzo del 2014, acudió a la guardia del hospital Avellaneda de San Miguel de Tucumán, por presentar un dolor de estómago intenso y una hemorragia. Ella no sabía que en realidad estaba sufriendo un aborto, porque ni siquiera se había enterado de que estaba embarazada. Paralelamente, médicos habían denunciado que se encontró un feto en uno de los baños, e inmediatamente después de ser asistida, quedó detenida a la espera de un juicio. Es importante aclarar que las pruebas que hallaron para culparla son inconsistentes y carecen de pericias como demuestra el fallo. Al día de hoy, a pesar de que se votó un proyecto para repudiar el fallo judicial en la legislatura porteña entregado por Patricio Del Corro, diputado del PTS-FIT, y de que una comisión de la ONU y Amnistía Internacional se unieran al pedido por su liberación, ya lleva dos años y tres meses de encarcelamiento. El pasado 19 de abril le extendieron la condena a 8 años porque unos jueces misóginos y fascistas cambiaron la carátula del caso de "Aborto" a "Homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía".
Noelia, estudiante de la Licenciatura en periodismo, conoció por redes sociales el caso, y opina que "es una vergüenza que habiendo tanta gente que debería estar presa por delitos reales, por robos estatales y empresariales, que merecen más de dos años, sea más castigada y metan presa a una piba por haber tenido un aborto ya sea espontáneo o no", aunque no duda de la palabra de Belén, opina también que "no cometió ningún delito" y que "hay que poner en cuestión es el tema del la necesidad de que el aborto sea legal, ya que es arcaico que se quiera judicializar el derecho que las personas tenemos de hacer lo que queramos de nuestros cuerpos".
Por otro lado, Anabel, estudiante de la Licenciatura en Diseño Industrial, agrega que le parece una "bestialidad lo que le hicieron a Belén y lo que le hacen padecer, ya que no hay pruebas claras y no queda claro si realmente ella sabía o no de su embarazo, igualmente la justicia pacata que tenemos mide con una vara a la gente con pocos recursos". Por último acerca del aborto añade estar a favor de su legalización. y piensa que "cada mujer debe ser capaz de decidir sobre su cuerpo. Obviamente también la legalización debe ir de la mano de educación sexual que permita comprender todos los métodos existentes de anticoncepción y entender el valor de la vida en sí. Además, insistió en que "nadie puede decirle a una mujer cuando puede o no ser madre" y dijo: "En estos momentos creo que la legalización lograría que el aborto no solo este a disposición de quienes tengan los medios económicos".
Mientras el caso de Belén alcanza masividad, por el injusto castigo que sufre por la interrupción de su embarazo, las mujeres que tienen los recursos necesarios pueden acceder a un aborto seguro en una clínica privada y sus casos quedan en secreto, las mujeres pobres siguen abortando en sus casas sin el asesoramiento de un especialista ni las condiciones adecuadas. Por eso, la condena de Belén no es solo un caso de violencia de género, también es de clase.
Débora, quien estudia la carrera de Arquitectura en la UNDAV, dijo acerca de Belén que "es fácil juzgar a una mujer cuando no se está en sus zapatos, más hoy en día con las políticas neoliberales y el prejuicio social. No creo que sea fácil para una mujer tomar la decisión de realizarse un aborto. Hay múltiples causas por las cuales muchas mujeres lo hacen y mueren y como sociedad no podemos hacer oídos sordos a esto ya que es una realidad que no pertenece a una clase social en particular es una triste realidad la muerte de muchas mujeres que afecta a todos los que estamos en este mundo".
Mauricio Macri, ya se refirió al aborto, y declaró que mientras él sea presidente no piensa despenalizar el aborto, y continúa con la línea reaccionaria del anterior gobierno kirchnerista, que en 12 años de gestión, no legalizó el aborto y mientras Cristina Kirchner hacía viajes al Vaticano, cientos de mujeres fallecían y Belén fue encarcelada.
Para finalizar, Catalina de Giro a la Izquierda, agrupación estudiantil de la UNDAV impulsada por el PTS y estudiante de Periodismo dijo: "Junto con la agrupación de mujeres Pan y Rosas, el 12 de agosto convocamos a salir a las calles a pedir la liberación de Belén, y a reivindicar la lucha por el derecho a poder decidir sobre nuestros propios cuerpos. Las mujeres reclaman educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y el acceso al aborto legal, seguro y gratuito en el hospital, para no morir. Es una pena que por ejemplo, la conducción del Centro de Sociales de la UNDAV no se haya querido pronunciar a favor del derecho al aborto por un lado, y por el otro sólo cuando nuestra agrupación les exigió que se pronunciaran por la libertad, dijeron que convocarían a la movilización del 12 de agosto. Este es un reclamo que vamos a llevar al XXXI Encuentro de Mujeres en Rosario e invitamos a todas las estudiantes de la UNDAV a participar".