El pasado día 24 de diciembre fue liberado el líder de las autodefensas del municipio de Aquila, Michoacán, tras ser absuelto de la acusación de homicidio calificado. Cemeí Verdía fue uno de las decenas de presos políticos del gobierno del PRI y el régimen político.
Martes 29 de diciembre de 2015
Cemeí Verdía se convirtió desde el pasado día 19 de julio de 2015 y hasta el pasado 24 de Diciembre en uno más de los presos políticos del régimen político, que se cuentan por decenas y entre los que se encuentran la comandante de la CRAC-Policía Comunitaria de Olinalá, Néstora Salgado; los profesores de la CNTE Roberto Abel Jiménez, Othón Nazariega Segura, Juan Carlos Orozco Matus y Efraín Picazo Pérez, así como los 30 normalistas recién apresados de Tiripetío Michoacán y Gustavo Labastida, Secretario General del Sindicato de Calzado Sandak de Tlaxcala, entre otros presos por luchar contra las medidas del gobierno y los patrones.
El dirigente de la Policía Comunitaria de la población nahua de Santa María Ostula en la región Sierra-Costa de Michoacán fue acusado, en la comunidad de La Placita, en el municipio de Aquila, de portación de armas de uso exclusivo del ejército, así como del asesinato de Argel Mejía Valdovinos, participante de un atentado en contra de Cemeí en el mes de mayo.
Argel Mejía falleció junto a tres más de los atacantes luego de que un grupo de policías comunitarios siguiera al grupo de agresores y se diera un enfrentamiento entre ambos grupos, dónde también perdió la vida un policía comunitario y cuatro más fueron heridos.
Los Policías comunitarios de Ostula fueron parte del sector de autodefensas que en Michoacán en 2014 se levantó en contra de los carteles que operan en ese estado, como La Familia y los propios Caballeros Templarios que saqueaban los minerales de sus tierras, para defenderse del hostigamiento y la violencia en su contra. Lo cual ha costado a la comunidad de Ostula 34 asesinatos y 6 desapariciones.
Pero además, la Policía Comunitaria de Santa María Ostula se ha enfrentado a los saqueadores de maderas preciosas y a propietarios de La Placita que han querido apropiarse de 1200 hectáreas de su territorio costero, denunciando también, la complicidad entre miembros de la marina, el ejército y la policía con los carteles saqueadores de minerales y maderas, por lo que ha sido constantemente asediada y reprimida.
La movilización liberó a Cemeí, repliquemos el ejemplo
Finalmente, después de haber permanecido recluido varios meses en el Centro de Readaptación Social número 4, en Nayarit primero y después en el Centro de Reinserción Social David Franco Rodríguez, conocido como el penal de Mil Cumbres, Cemeí Verdía fue liberado el pasado 24 de diciembre.
La resolución del juez penal Wilfrido Tapia, resolvió el auto de libertad por falta de pruebas para procesar a Cemeí bajo reservas de ley, debido a que las pruebas que se pusieron a consideración del juez, no fueron suficientes para comprobar el delito.
Con esto, se demuestra que las declaraciones, testimonios y demás pruebas fueron fabricados y Cemeí Verdía se convirtió en uno más de los presos políticos del régimen político. Como denunciaron organizaciones políticas, sociales y defensores de derechos humanos, así como sus compañeros de la Policía Comunitaria que se mantuvieron movilizados exigiendo su libertad.
La Liberación de Cemeí llega después de que sus compañeros, pobladores de Ostula y organizaciones solidarias desplegaran una importante campaña por su liberación, que incluyó movilizaciones, plantones y cierre de carreteras.
No obstante, la espada de Damocles sigue pendiendo sobre la cabeza del Comandante General de las Autodefensas de Aquila, pues como señala el propio auto del juez que lo liberó, el proceso no se cancela, sino que queda en suspenso. Esto mantiene abierta la posibilidad de que la autoridad continúe la investigación y pueda inculpar nuevamente a Cemeí.
La liberación de Cemeí Verdía no es una concesión del gobierno, ni del régimen político, tampoco del corrupto sistema judicial, sino que es producto de la lucha de la comunidad de Ostula, su Policía Comunitaria y de la solidaridad de diversas organizaciones políticas y sociales que denunciaron el encarcelamiento por motivos políticos y exigieron la liberación de Verdía.
Este es el mismo camino que hay que seguir y desarrollar para liberar a todos los presos políticos del régimen. La más amplia movilización unitaria en las calles, de la cual se hagan parte las organizaciones políticas y sociales, pero también los sindicatos que se reclaman independientes, la juventud y sectores populares que se movilizaron para exigir la aparición con vida de los 43 compañeros normalistas de Ayotzinapa.
Un movimiento como este es necesario para liberar a los compañeros presos por luchar, a quienes el régimen mantiene como rehenes para intimidarnos. Es también la vía para frenar la nueva ofensiva represiva contra los derechos y las libertades democráticas, mediante la cual el gobierno quiere garantizar la aplicación de las reformas estructurales.