Los nuevos libros de textos profundizan el recorte de contenidos y ahora se suma la desaparición de los ejercicios pedagógicos, situación que profundizará aún más el rezago educativo en el país.
Lunes 21 de agosto de 2023
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Desde hace semanas se ha intensificado el debate sobre los libros de texto gratuitos (LTG), diversos sectores opinan en los medios televisivos o en redes sociales, sobre todo políticos del PAN, del PRI y del MC, empresarios, hasta influencers, polarizando a favor o en contra de que se distribuya para su uso; sin embargo, aunque muchos de estos personajes buscan hacerle el “caldo gordo”, tanto el gobierno de la 4T como los partidos de derecha (PAN, PRI y MC), lo hacen a costa de la niñez y en detrimento de la educación.
Como ya hemos dicho en esta nota, el problema fundamental es que los LTG tienen una razón de ser: son el material de apoyo de nuestros estudiantes para la comprensión y desarrollo de los temas; pero, justo las y los docentes frente a grupo, quienes entendemos la educación con sus planes y programas de estudio y la ponemos en práctica, no fuimos consultados para elaborar este material indispensable de nuestros alumnos.
Hay que destacar, por una parte, que estos LTG, las y los estudiantes los usan para leer y realizar ejercicios de comprensión, análisis y desarrollo de los temas, por lo que son capaces de comprender mejor lo que leen y escriben en los libros impresos; ya que, es casi imposible que accedan de otra manera a materiales complementarios, pues provienen de familias con escasos recursos, que no cuentan con la capacidad de comprarlos por fuera de los que reparte el Estado.
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Por otro lado, como docentes, los LTG resultan en materiales de apoyo que aportan a la enseñanza de diversos contenidos e, incluso, los hacen atractivos a la vista de los alumnos. Tan solo algunos maestros recordaremos con añoranza los libros del plan de estudios de 1993, que tenían lecturas cortas y divertidas con imágenes graciosas como “Paco el chato”, “Los changuitos”, etc., además de contener material recortable, ejercicios y distintas propuestas didácticas.
En cuanto a las matemáticas consideramos que debe sobresalir su aporte lúdico y con imágenes, temas como las figuras geométricas, los números respecto a cómo identificar el valor posicional desde la unidad, las decenas y las centenas, el valor relativo, las sucesiones numéricas, campos semánticos, conjuntos, y todos los elementos que ayuden a introducir la suma o la resta, así como ejercicios para su desarrollo; al contrario, vemos reducidos los contenidos de las distintas asignaturas de educación básica. Todo esto, lejos de las promesas de campaña del actual gobierno para mejorar la calidad educativa, y como contrapropuesta de la derecha, continúa recortándose en cada ciclo escolar y estos libros no son la excepción.
Un claro ejemplo son los libros de primer grado del ciclo escolar 2023- 2024, Nuestros Saberes , Proyectos Comunitarios y Proyectos de Aula , que, en lugar de ayudar al proceso de la lectoescritura, exige de manera implícita que los estudiantes ya sepan leer y tengan un “buen nivel de lectura”.
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Es una situación grave, porque como todas las maestras sabemos, cada vez es más frecuente tener alumnos con rezago educativo, que no saben leer ni escribir en grados donde ya deberían hacerlo adecuadamente, no sólo con faltas de ortografía o de dicción, sino con dificultades para hilar ideas complejas; llegan así hasta grados superiores de primaria, lo cual también se refleja en otros niveles como secundaria, media superior y superior.
Otro gran faltante en estos nuevos libros es el material recortable, que es también material didáctico indispensable, el cual no debería eliminarse de los LTG de nivel básico, ya que su aporte en el desarrollo cognitivo es elemental.
En cuanto a las matemáticas, el libro Nuestros saberes sólo contiene 13 páginas de 258 dedicadas a otros campos formativos; mientras que, el de Múltiples lenguajes sólo dedica 11 páginas, también de 258.
Esta situación es insuficiente para el desarrollo del pensamiento matemático en los alumnos, no porque deban ser miles y miles de páginas por materia, sino porque hasta resulta lógico que siendo tan pocas no alcancen a cubrir lo básico e indispensable para el aprendizaje. El pensamiento matemático es importante, ya que ayuda a razonar y a resolver problemas que surjan en la vida diaria.
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Los nuevos libros de la SEP se basan en una pedagogía por proyectos, que invita a las y los docentes a que guíen el desarrollo de los proyectos observando las problemáticas de las comunidades de los alumnos; sin embargo, no hay un orden pedagógico en los temas que proponen los libros, sumado a que, nuevamente, los materiales complementarios que se necesiten para desarrollar los proyectos, no son proporcionados por la SEP, sino que deberán ser garantizados por los padres y madres de familia, así como por l@s maestr@s. Al menos, hasta el momento, no se ha hablado sobre si el gobierno destinará mayor cantidad de dinero a las escuelas para que los y las profesoras desarrollemos proyectos con la comunidad, aunque es predecible cual será el final, ya que el gobierno no prevé aumentar el presupuesto educativo.
Es interesante que se traten temas de educación sexual o de la comunidad LGBT, pero sigue siendo un proyecto educativo muy escuálido para las necesidades de nuestros estudiantes, así como para sus distintas realidades.
Los y las maestras no podemos seguir permitiendo más atropellos hacia la educación pública, debemos exigir que los planes de estudios, así como los LTG que derivan de éstos, atiendan las necesidades de las NNA, en donde l@s profesor@s podamos participar verdaderamente en el diseño de los contenidos de los libros, además de exigir mejores condiciones en las escuelas, sin salones hacinados, con mayor contratación de personal profesional y docente, así como una mayor cantidad de materiales didácticos y tecnológicos para todas las escuelas; esto puede hacerse realidad mediante el aumento al presupuesto educativo, con base en mayores impuestos a los grandes empresarios y al no pago de la deuda pública.