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Viernes 15 de julio de 2016 11:53
Tras el atentado en Niza, Francia con un saldo de 80 muertos y un centenar de heridos, la mayoría de los líderes mundiales expresaron su apoyo al gobierno francés a la vez que reclamaron mayores medidas para atacar al “terrorismo”, que como se sabe, será una cobertura para nuevas incursiones guerreristas y una mayor persecución contra inmigrantes y refugiados.
El Secretario de Estado Norteamericano no se quedó atrás diciendo que “en ningún lugar existe un semillero para terroristas como en Siria” para rematar llamando a colaborar con en conjunto para poner fin a este “azote terrorista” y “para combatir contra su (de los terroristas NDR) postura nihilista y depravada ante la vida y la muerte".
Mateo Renzi declaró que "reaccionar es un deber moral” y llamó a defender las instituciones europeas y aseguró que “Francia será más fuertes que los Fanáticos”.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se mostró solidario con el pueblo francés en un mensaje televisado dirigido al presidente de Francia, Francois Hollande, y a los franceses.
"Querido Francois, Rusia sabe lo que es el terror y las amenazas que crea para todos nosotros. Nuestro pueblo se ha enfrentado en más de una ocasión a tragedias similares y siente profundamente lo sucedido, compadece al pueblo francés y se solidariza con él", dijo Putin. El jefe del Kremlin subrayó que "el crimen de Niza, entre cuyas víctimas hay ciudadanos rusos, fue perpetrado con especial saña", y reiteró que "sólo con esfuerzos conjuntos se puede vencer al terrorismo".
De esta forma se expresaban diferentes políticos de Europa y Norteamérica a raíz del atentado ayer en Niza que llevó a que Hollande extendiera el estado de sitio y a aumentar el nivel de militarización que ya hay en el país.
Por su parte el ministro del interior de Polonia Mariusz Blaszczak, se despachó directamente contra la inmigración culpando al “Multiculturalismo” y a los dirigentes de la Unión Europea por la “corrección política” declarando que “El último atentado de París y Bruselas dejó claro que la reacción de los dirigentes se limita a que la señora Mogherini se eche a llorar, se organicen marchas, se depositen flores y se usen los colores del arco iris que también representan a los movimientos de LGBT", criticó Blaszczak.
La mayoría de los líderes mundiales han respondido al atentado con un llamado a defender las instituciones y gobiernos pretendiendo ocultar la responsabilidad de las principales potencias mundiales en las guerras, invasiones y planes de ajuste, y que en muchos casos han favorecido la aparición y expansión de grupos extremistas.
