Los empresarios y el gobierno tuvieron que ceder: 31% de aumento. Pero el gobierno nacional otorgó rebajas en las cargas sociales y otros beneficios a las patronales. El verso de la “corresponsabilidad gremial”.
Martes 23 de mayo de 2017
El limón le viene dando tragos amargos al gobierno, que a duras penas logra pasar. Primero fue la negociación con EEUU por la apertura comercial para el producto.
Ahora fue la paritaria del sector, que ni siquiera su socio Gerónimo “Momo” Venegas pudo manejar. El epicentro fue la provincia de Tucumán.
Es que los trabajadores del citrus ven pasar limones para un lado, dólares para el otro, y sus salarios siguen siendo miserables. Como reflejó La Izquierda Diario hace pocos días, el salario de toda la temporada de un obrero se produce en menos de una jornada laboral. Los obreros del citrus – divididos en cosecha, empaque, e industria – levantaron una industria que se ubica al tope de la producción mundial. Pero la mayoría de ellos están en negro, contratados a través contratistas, con salarios a destajo y condiciones de trabajo propias del siglo XIX.
Las empresas del sector, sin embargo, vienen creciendo un 9% anual, con un aumento del 40% en las exportaciones y el 50% concentrado en 4 empresas, que han absorbido a gran parte de los pequeños productos.
Así se llegó a la paritaria 2017. La UATRE Tucumán tuvo que arrancar con un pedido de 35%, pendiente de ese malestar en los campos y galpones. Los trabajadores cortaron las rutas de la provincia durante varias semanas, y la Asociación Tucumana del Citrus (ATC) tuvo que ofrecer un aumento del 29% de los magros salarios. Aún así, el conflicto seguía.
Finalmente, Mauricio Macri y el Momo Venegas ofrecieron un acuerdo que calmara los ánimos pero al mismo tiempo beneficiara al sector empresario. El acuerdo se firmó a 1500 kilómetros de Tucumán, en el mismo Ministerio de Trabajo.
Aunque rompió el techo del 31%, no conformó del todo a los trabajadores. Por eso generó algunos desencuentros entre el sindicato nacional alineado con el macrismo y su delegación regional. Mientras Venegas dijo que “fue una semana que esperamos no volver a vivir. Ni estuvo, ni está en nuestro espíritu salir a tomar medidas de fuerzas como las que se han hecho “. El referente regional planteó en cambio que “el aumento es insuficiente y los empresarios podrían haber dado más teniendo en cuenta que son salarios de hambre. Pese al aumento, siguen siendo miserables”.
El salario obrero quedó establecido en $10.200 pesos, menos de la mitad de la canasta familiar.
Ganancias empresarias, “corresponsabilidad gremial”
Sin embargo, los empresarios también ganaron por otro lado. Según el sitio especializado IProfesional, el gobierno nacional aplicó la “estrategia limón”. ¿De qué se trata? “La estrategia oficial contempla flexibilizar la pauta salarial a cambio de convenios que estimulen la reducción de los costos laborales, la logística y presión tributaria, tal como se pactó con el rubro petrolero, automotor y textil”. Según aseguró Juan Manuel Barca, “sin modificaciones a la vista para el tipo de cambio, el Gobierno apuesta a un combo de medidas entre las que ganan protagonismo los convenios de corresponsabilidad gremial en el campo. Algunos, como Venegas, ya se entusiasman con un acuerdo similar al de Vaca Muerta para los petroleros”.
Efectivamente, el gobierno y el gremio se valieron de los Convenios de Corresponsabilidad Gremial instaurados por el kirchnerismo en 2008. Esos acuerdos permiten diferir hasta un año los aportes a la Seguridad Social, con descuentos que van del 25% y al 50%.
Los descuentos en cargas sociales para el sector empresario estarían destinados, además, a alentar el “blanqueo laboral”. La promesa suena a chiste, cuando más del 70% de los trabajadores rurales no están registrados y otra parte trabaja con convenios por temporada o contratado.
La “estrategia limón” incluye otra serie de medidas, como beneficios impositivos, nuevas líneas de financiamiento, reintegros de exportaciones y obras de infraestructura. Con el discurso del “impulso de las economías regionales”, Cambiemos comenzó su campaña electoral en el interior, con regalos para los empresarios y más penurias para los trabajadores.