Para el regreso a actividades escolares, la UNAM presentó los lineamientos dentro del marco de la pandemia. Dio a conocer que será cuando la contingencia sanitaria lo permita, con la autorización de autoridades de la salud.

Emilia Macías @EmiliaMacas1
Sábado 20 de junio de 2020
Habrá medidas específicas para la protección de la comunidad, el regreso será “paulatino, ordenado y progresivo”. Se avisará 15 días antes de la fecha en la que se acuerde que sea pertinente regresar.
Hay indicaciones generales para el regreso, como quedarse en casa si hay síntomas relacionados con el COVID-19, atender las medidas de prevención, evitar todo contacto físico, sana distancia, el uso de cubrebocas, lavarse las manos frecuentemente, no tocarse la cara, ni cualquier tipo de superficie, evitar joyería y corbatas y no compartir nada de uso individual.
Pondrán señalamientos y barreras físicas para garantizar la distancia para toda la comunidad universitaria, al igual que determinación de aforo y condiciones para espacios de estudio o uso colectivo. También en los baños, vestidores y cafeterías, se colocarán lugares para procurar la distancia.
Habrá asistencia alternada para los y las estudiantes. Así que las clases serán virtuales y presenciales por semana.
Programarán los horarios de los trabajadores de manera escalonada para evitar los horarios pico en el transporte público.
Se programará limpieza frecuente de los espacios de manera periódica, y condiciones adecuadas de limpieza en los baños.
Se controlará el ingreso-egreso a las facultades y escuelas para evitar aglomeraciones.
Como responsabilidades, se proponen garantizar el suministro de agua potable, electricidad, servicios de cómputo y telecomunicaciones, implementar atención médica y psicológica y “reactivar” comités contra la violencia de género, al igual que mantener informada a la comunidad sobre la evolución de la pandemia.
Claro que es importante tener medidas de salubridad para el regreso a clases, pero el hecho de que las clases sean mitad presenciales, mitad virtuales, dejará a muchos estudiantes sin la posibilidad de tener una educación completa. Cada vez más, la educación pública se vuelve un privilegio y se olvida que es un derecho.
Ahora, en medio de la cuarentena, la mayoría de los y las estudiantes tienen tareas y clases de manera virtual, pero muchos no viven en las condiciones para conectarse o hacer las tareas por problemas económicos.
Miles de estudiantes viven sin internet o algún dispositivo para realizar las tareas. Hicimos una lista de razones para evitarlas y organizarnos contra la pandemia.
Además, la educación en tiempos de pandemia está dejando de lado muchos rasgos indispensables para la enseñanza virtual.
Mantener la limpieza de la universidad es importante para que no se propague el virus, pero, aunque las autoridades presenten una propuesta de protocolo, debe haber comisiones de seguridad e higiene que la base trabajadora coordine y decida cómo implementarse. . Ya que son quienes se ponen en riesgo al mantener las medidas de higiene.
El hecho de tener un horario para el uso de transporte público donde evite las “horas pico”, puede ayudar a que disminuya la posibilidad de contagio, pero el riesgo para las y los trabajadores que viven lejos y necesitan tomar el transporte a horas muy tempranas o tardes del día, es peor.
En los lineamientos se menciona que se proveerá a las y los trabajadores el equipo de protección personal (cubre-bocas, caretas y guantes), pero, ¿cómo se piensa garantizar los insumos y materiales para todos los planteles?
La UNAM tiene que poner sus recursos para enfrentar la pandemia. Esperan que regresemos a las escuelas y facultades sin que haya contacto entre nosotros, aislándonos lo más posible por nuestra seguridad y, es evidente que la protección de salubridad es necesaria, pero el regresar a clases de una manera “ordenada y controlada” es una medida de pasivización para que no cuestionemos a las grandes patronales que ponen en riesgo a nuestras familias, despidiéndolas u obligando a trabajar en sectores no esenciales sin protección.
Las medidas de salubridad para regresar a clases no pueden tomarse a juego, somos los y las estudiantes, maestrxs y trabajadorxs quienes tenemos que aliarnos y decidir cómo regresaremos a clases. Porque el rector vive en las condiciones para encuarentenarse y hacer su trabajo desde casa, pero quienes realmente nos pondremos en riesgo somos nosotras y nosotros.