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Red Internacional
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MIENTRAS CRECE LA CURVA DE CONTAGIOS. Suspensión de licencias para el cuidado de hijos: ¿fin del patriarcado?

Mientras aumentan los casos de covid-19, el Gobierno Nacional anunció la suspensión de licencias para el cuidado de hijas e hijos en edad escolar. Desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas y Pan y Rosas, exigimos continuidad de las licencias por cuidados de menores a cargo, y que las direcciones sindicales se pongan al frente de esta pelea. Reflejamos las voces de trabajadoras afectadas por estas medidas.

Sábado 16 de enero de 2021 17:00

Como para no perder la costumbre, el 2021 comienza con el Gobierno cediendo ante las patronales. A pesar de que la pobreza se encuentra por encima del 40% y la canasta básica alimentaria ya acumuló un alza del 38.4%, el año comienza con una serie de medidas que indican cuáles son las prioridades para el Ejecutivo. Una vez más, los ganadores son los grandes empresarios.

Mediante la Resolución 1103/2020 y la Decisión Administrativa 1/2021 el Ministerio de Trabajo de la Nación puso fin a las licencias por cuidados de hijas e hijos, tanto en el sector privado como en el sector público respectivamente.

Agustina Chaves, trabajadora del Subte Línea D y referente de la agrupación Pan y Rosas cuenta que en su trabajo “Se convocó al personal a cumplir su jornada laboral completa, sin tener en cuenta que aún las guarderías y colonias no están habilitadas al cien por ciento de su capacidad ni con jornada completa, por lo que realmente se hace muy dificultoso y costoso organizar las jornadas para que los niños tengan los cuidados mientras sus padres trabajamos”.

Desde el Ministerio de Economía, Lorena Itabel -delegada y referente del MAC en ese Ministerio- agrega que “según la Junta Interna de Ate INDEC, la canasta de consumos mínimos en noviembre fue de $ 78.827. El costo de vida sube mientras las paritarias que negocian las empresas, el Gobierno y las conducciones sindicales como UPCN y ATE, son de miseria y están por debajo de la inflación. A las mujeres, que en muchos casos además somos jefas de hogar y madres solteras, se nos hace imposible afrontar el cuidado de nuestros pibes de forma privada. Por eso denunciamos que esta medida también significa más horas de trabajo para las que somos madres, ya sea porque tenemos que extender nuestra jornada para poder pagarle a alguien para que cuide a nuestros niñes, o bien porque no podemos pagarlo, y entonces esas tareas recaen sobre nosotras”.

Paradójicamente, durante la cuarentena el gobierno no dejó de hacer demagogia con las “tareas de cuidado”. Pero mientras se imponía el teletrabajo y se incrementaban nuestras tareas en la casa para garantizar todos los cuidados necesarios, dio marcha atrás con su anuncio de licencias con goce de sueldo para quienes tienen hijas e hijos menores de 6 años y “horarios compatibles con las tareas de cuidado” para personas con menores entre 6 y 12 años solo llegó a haber licencias para empleadas y empleados públicos, y con muchas limitaciones.

¿Fin del patriarcado?

Muy lejos del “fin del patriarcado” del que habla el Presidente de la Nación, la política de ajuste que acompaña a la pandemia también implicó un ataque particular para las mujeres, sobre las que recaen una doble o hasta triple jornada laboral, mayor flexibilidad horaria, mayor desocupación y salarios más bajos. ¿Qué lugar tiene el trabajo reproductivo en las sociedades organizadas alrededor de la explotación del trabajo asalariado y las ganancias de los capitalistas? Si hay algo que queda claro es que el patriarcado es un socio clave del capitalismo y que sólo, no se va a caer.

Florencia Vargas, delegada de la Junta Interna de Ate Garrahan y parte de la Agrupación Marron Clasista cuenta que “el pedido de retomar la jornada para quienes estaban de licencia trae todo tipo de problemas: no tienen con quien dejar a sus hijos e hijas. El hospital cuenta con un jardín pero no está preparado con los protocolos necesarios y la falta de colonias agrava el problema. Desde la Junta Interna de Ate del Hospital Garrahan venimos exigiendo al Consejo del hospital una solución inmediata, además que vamos a estar acompañando a las madres para que se les dé una solución a la medida de la situación. Los sindicatos tienen que estar a la cabeza de este reclamo”.

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Las direcciones sindicales brillan por su ausencia

La crianza y las tareas de cuidado crecieron exponencialmente para las mujeres en el año de la pandemia. El límite del “feminismo de ministerios” quedó a la vista: no consiguió implementar siquiera medidas paliativas ante las desigualdades que crecen, como las arbitrariedades que sufren las empleadas domésticas, las malas condiciones laborales agudizadas por la crisis sanitaria, la atención al problema de la violencia machista. Es la confirmación de que es utópico “cambiar las cosas desde adentro”, así como de que es necesario organizar nuestra fuerza. Mariela Pozzi, trabajadora telefónica y parte de la Agrupación Violeta enfatiza que “no es posible impulsar medidas concretas que beneficien a la mayoría de las mujeres sin tocar las ganancias de las grandes empresas”.

En el marco de un plan de ajuste general por parte del Gobierno, a la medida del FMI, el gobierno de Fernández viene de eliminar la IFE, de liberar las tarifas y aprobar una fórmula jubilatoria que perjudica a miles de jubilados y jubiladas y titulares de la Asignación Universal por Hije, además de reprimir y desalojar a trabajadores más precarios y pobres que pelean por su derecho a la vivienda digna. En medio de la crisis social, económica y sanitaria se sigue beneficiando a las patronales que quieren instaurar un régimen de “normalidad”, mientras los y las trabajadoras pagamos las consecuencias.

Desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas y las agrupaciones que lo conforman, planteamos que las centrales sindicales y los sindicatos deberían ponerse a la cabeza del reclamo para retrotraer esta resolución, garantizando licencias pagas para madres y padres con niñes, ya que perjudica a los trabajadores en general, y en su gran mayoría trabajadoras. Creemos que al calor de esta crisis tenemos que reafirmar la lucha por una dirección clasista del movimiento obrero y de las demandas de las mujeres trabajadoras.