El dirigente del Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias, dio un curioso discurso en un acto, frente a sus afiliados y afiliadas. Lanzó la lista Verde para las elecciones.
Juana Galarraga @Juana_Galarraga
Jueves 8 de noviembre de 2018 08:59
“Tienen que agradecer que son trabajadores ocupados, que hoy tienen salario”, sostuvo José Luis Lingeri, secretario general del Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias (SGBATOS). El hombre brindó un discurso este miércoles, frondoso en definiciones sobre la clase trabajadora, la situación política y económica nacional e internacional, en un acto que realizó el sindicato en el estadio de Obras Sanitarias.
SGBATOS garantizó que salieran micros desde todos los edificios de AySA e incluso pagó taxis para que todos y todas pudieran asistir. Tanto despliegue, para que el dirigente del gremio les dijera de una u otra forma que siempre puede ser peor: ya podrían haber sido despedidos.
Agradezcan que son ocupados y cobran un sueldo. Nada de pelear por algo más y que no se les ocurra enfrentar cualquier intento de avanzar sobre sus condiciones laborales. Así opera la dirigencia sindical, sobre el peor temor de trabajadores y trabajadoras, la pérdida del empleo. Toda la lógica conservadora y de contención de la burocracia, resumida en una sola oración.
José Luis Lingeri es todo un caso. A partir de 2004 formó parte del triunvirato en la conducción de una CGT recientemente unificada, junto a Hugo Moyano y la secretaria general de Sanidad, Susana Rueda. En 2019, Lingeri cumplirá 33 años ocupando el sillón de Obras Sanitarias. Ganó el puesto en las elecciones de 1986.
Junto al ministro Dante Sica, Jorge Triaca y a empresarios, es uno de los sindicalistas que participó de la mesa para acordar un bono de fin de año de $5.000 en dos cuotas. Eso bastó para desactivar la convocatoria a una medida de fuerza con la que habían amagado.
En marzo pasado defendió el aumento en la tarifa del agua. Sostuvo que el cambio en el cuadro tarifario era necesario “sobre todo si se busca cumplir con el objetivo de alcanzar una cobertura del 100 % en agua potable y del 75% en cloacas a lo largo de los próximos cuatro años”. ¿Qué diría ahora, cuando no quedan dudas de que todo el “esfuerzo fiscal” del que habla el gobierno es para pagar a los especuladores financieros? Ya es bastante obvio que los aumentos en las tarifas no van destinados a obras ni a mejoramientos en los servicios.
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Lingeri aprovechó el acto para lanzar la lista Verde de cara a las elecciones de junta interna que tendrán lugar el 13 de noviembre. La lista es única. Además reivindicó la paritaria del 44 % para el sector. El conductor de la “familia sanitarista”, fue uno de los socios fundadores del famoso club del 15 %. En febrero firmó un acuerdo con ese porcentaje de aumento, que era la pauta salarial impulsada por Cambiemos. Por entonces se preveía que la inflación iba a superar el 20 %, por lo cual Lingeri y otros jerarcas sindicales abrieron el paraguas y establecieron que habría cláusulas de revisión. Finalmente, el índice terminará el año entre el 45 % y el 50 %.
La burocracia sí que mira al futuro...
En su discurso lanzó varias frases que dan qué pensar. Mencionó la “tristeza” del trabajo precario y pidió “solidaridad”. Pero, así como apeló a tal sentimiento tan necesario para unir las filas obreras, dijo que “si trabajamos ocho horas, el que trabaja cuatro está jorobando al que trabaja ocho. Debemos defender nuestra empresa”.
“Que no nos arrebaten la ilusión, tenemos que prepararnos. Viene el trabajador del siglo XXI”, sentenció. Idealmente, con el paso del tiempo, el avance tecnológico y la modernización, el trabajador del siglo XXI debería ser alguien que trabaje cada vez menos, más cómodo, más tranquilo. Pero no. Según Lingeri obreros y obreras tienen que competir con las máquinas.
“Los robots ensamblan un auto en 20 minutos. Si nosotros no trabajamos en esa dirección nos van a sacar las cosas por teléfono, como decía Perón”, advirtió y aclaró que “la empresa está haciendo grandes esfuerzos, con un tema presupuestario que no es el ideal, la obra pública va a caer entre un 30 % y 45 %”.
No es cuestión de abusar
Sobre la necesidad de tomar medidas de fuerza, aseguró que “no puedo tener todos los días de paro. El paro duele porque toca el bolsillo. Si se justifica, lo haremos. Si lo hacemos es por que tenemos que ser solidarios con los que no tienen nada. Luchar todos juntos para que los que están abajo puedan subir”. Un pasaje cargado de definiciones profundas y sentidas, a as que no hace honor como secretario de Acción Social de la CGT.
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Vamos por partes:
Por otro lado, Obras Sanitarias forma parte del directorio de AySA y ha dejado pasar los tarifazos brutales que profundizan la miseria de millones. Sistemáticamente, la conducción del sindicato le ha dado la espalda a quienes menos tienen.
Cuidemos las formas
También hubo un momento dedicado a analizar el problema de la corrupción. “No se crean que este gobierno borró la corrupción y que son la virgen María. Es estructural y mundial, sino miren el Lava Jato”, aclaró. Las denuncias contra el oficialismo en boca de este tipo de dirigente, son una cosa de puro rigor. Digamos que ubicarse de manera abiertamente oficialista no da.
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El que lo hizo fue el Momo Venegas. Pero del resto de sus colegas, ninguno se atrevió a tanto. No por convicción u oposición a determinadas políticas. No porque no estén dispuestos a colaborar con la paz social que necesita Cambiemos para hacer pasar el ajuste. Sino porque precisamente, para poder jugar el rol de contenedores y pacificadores de la bronca obrera, necesitan aparecer como defensores de intereses distintos a los del Gobierno, los gobernadores y las patronales. O de los suyos propios.
Lealtad en modo electoral
Lingeri forma parte de los dirigentes gremiales con más buena onda con Cambiemos. Sin embargo, entre sus preocupaciones actuales, el armado del peronismo para el 2019 es una de las centrales. Este 17 de octubre, día de la lealtad, participó del acto que lideró el tucumano Juan Manzur y se sumó a la foto que mostró a los peronistas del noroeste, a los federales, al Frente Renovador y a dirigentes de la CGT.
Tendiente a congeniar con los gobiernos de turno, mantuvo estrecha relación con el Kirchnerismo. De cara al 2019 olvidó todo tipo de "compromiso" con el proyecto nacional y popular. Ahora apuesta por el armado del peronismo que excluye de sus planes (hasta ahora) al Kirchnerismo.
Lingeri habló de muchas cosas. Lo más importante, es que nos recuerda la urgente necesidad de pelear por recuperar los sindicatos para ponerlos realmente al servicio de la lucha de sus trabajadores y trabajadoras.