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Opinión. Liquidación de Notimex: ofensiva laboral de la 4T y sus agentes

El pasado 17 de abril, el Gobierno Federal formalizó lo que había sido un rumor que amenazaba a las y los trabajadores de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano: la liquidación de Notimex.

Martes 18 de abril de 2023

A inicios de julio de 2021, el vocero de la presidencia de López Obrador, Jesús Ramírez Cuevas, mandó un ultimátum al Sindicato Único de Trabajadores de Notimex (SutNotimex): “O dejan que regrese Sanjuana Martínez como directora al frente de la agencia, con el regreso de todos, salvo la dirigente sindical Adriana Urrea, o se cierra Notimex”. El pasado 17 de abril, el Gobierno Federal formalizó lo que había sido un rumor que amenazaba a las y los trabajadores de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano: la liquidación de Notimex.

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A tres años de la huelga que inició el SutNotimex el 21 de febrero de 2020 y a más de cuatro de gobierno de la llamada "4ta Transformación, ¿puede sorprender una medida neoliberal como es el anuncio de extinción de Notimex? Ya no, y es que por hablar tan solo del ámbito laboral, se han profundizado las políticas antiobreras que podemos destacar en el siguiente listado.

4T: políticas antiobreras y servilismo intelectual

1. En 2019 se (re) actualizó una ofensiva laboral velada de la 4T contra los trabajadores estatales, afectando sobre todo a los más precarizados, se hicieron despidos masivos y aumentó la inestabilidad laboral.

Nótese que el Gobierno Federal no dio marcha atrás a estas condiciones propiciadas por sus antecesores del PRI y del PAN, al contrario, en las dependencias públicas se agudizaron las formas de contratación sin reconocimiento a la relación laboral, los empleados estatales, a pesar de cumplir con los requisitos establecidos en la Ley Federal del Trabajo para ser considerados trabajadores con plenos derechos, no son reconocidos como tales ya que se implementaron figuras contractuales que lo impiden, como la masificación de los beneficiarios (becarios) que hacen funcionar los programas sociales. Tan sólo por dar un dato escandaloso, en 2019, en la Secretaría del Bienestar trabajaban más de 23 mil becarios del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro.

2. Con el triunfo del partido Morena en 2018, a las dependencias públicas comenzaron a llegar nuevos directivos con la instrucción de realizar recortes salariales y despidos masivos que exigía el Ejecutivo, para eso se valieron de la política de "Austeridad Republicana", un eufemismo para encubrir esta violencia laboral.

3. Allí donde no hubo resistencia, la 4T les pasó la aplanadora a los trabajadores. Dado que no en todos lados fue así, la capacidad de administrar el conflicto, que aparejaría la ofensiva, corrió a cargo de la nueva burocracia cuatroteista de élite, ahí se probaría su efectividad.

4. Cabe señalar la gran capacidad de cooptación del régimen: insertó con cañonazos de mucho más de 50 mil pesos al mes a diversas figuras consideradas "críticas" e inclusive "de izquierda", entre ellas al escritor Paco Ignacio Taibo II y a la periodista Sanjuana Martínez Montemayor.

5. A Taibo II le tocó dirigir el Fondo de Cultura Económica. A su llegada realizó un despido de alrededor de 70 trabajadores precarizados. Con sus habilidades políticas se libró de los afectados, los cuales pensaron -ingenuamente- que los defendería como un paladín del proletariado. Les dijo que no podía enfrentarse con la Secretaría de Hacienda (quien dispone del presupuesto para las contrataciones) y maniobró holgadamente para lograr su cometido.

6. En muchas otras dependencias federales y también locales, la resistencia se fue consolidando y emergieron diversos movimientos. Por citar un caso de 2019, en el DIF de la CDMX, su entonces directora, Esthela Damián Peralta, tuvo que enfrentar a más de 300 profesores precarizados (sin ningún derecho laboral) del extinto programa Niñ@s Talento y a la Campaña Queremos Trabajo Digno, ante un recorte salarial del 25% que pretendía consumar. La lucha dejó, grosso modo, el siguiente saldo: del bando trabajador un descuento salarial del 3% y varios despidos; del bando de las autoridades, una dirección desgastada, lo que posiblemente presionó para que Damián Peralta fuera colocada recientemente en otro cargo de menor visibilidad política, como operadora política al servicio de Claudia Sheinbaum Pardo.

7. En cuanto a Sanjuana Martínez, tomó las riendas de Notimex. Sin embargo, nada bueno auguraron los trabajadores a su llegada. Su cercanía con Carmen Lira Saade, directora del periódico La Jornada (convertida en órgano ideológico de una de las alas de Morena), y sabiéndose protegida de López Obrador, le otorgaron impunidad para cometer cualquier tipo de tropelías sin consecuencias ante la justicia. El ambiente que Martínez creó a su llegada fue tal, que lejos de administrar la ofensiva laboral como Taibo II o de menos como Damián Peralta, las y los trabajadores se vieron orillados a organizarse semiclandestinamente para contener el despido y el maltrato laboral que dejaba a su paso, de ahí reemergió el SutNotimex (la dirección anterior simplemente huyo, robándose los recursos de los que disponía el sindicato).

Su prepotencia y soberbia no han tenido límites, al grado de que no se ha sentado una sola vez en las mesas de negociación con las y los trabajadores desde que estalló la huelga, le fue probada una red de bots que ella dirigía para atacar a periodistas, ha cobrado ilegalmente su sueldo y ejercido el presupuesto millonario de Notimex siendo que está en huelga.

El servilismo de Martínez Montemayor a la ofensiva laboral del gobierno lopezobradorista, llevó al Ejecutivo a preferir cerrar la Agencia que resolver la huelga. No es ninguna sorpresa si miramos un par de antecedentes: la 4T no acabó con el outsourcing, la reforma de 2021 sólo lo reguló moderadamente y, encima de todo, limitó a tres meses el reparto de utilidades como moneda de cambio para que el empresariado aceptara aquellas leves modificaciones; los aumentos salariales realizados en lo que va del sexenio no han logrado recuperar su poder adquisitivo debido a la inflación, a la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, esto le tiene sin cuidado, pues los aumentos en abstracto le sirven como propaganda y vil salamería para con su jefe en el Ejecutivo.

Con estos y otros indicadores, ya es obvio que la legitimidad del gobierno de Morena ha servido para contener y desarmar las luchas del trabajo, por lo que las organizaciones de las clases trabajadoras no pueden simplemente omitir de su agenda la independencia de clase, romper con la cooptación del gobierno y tener un programa propio.

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