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Red Internacional
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Trabajo Precario. Little Caesar’s Pizza: alta explotación a “bajo costo”

Little Caesar’s es una empresa que se considera a sí misma “disruptiva” por la rapidez, frescura y precio accesible de sus pizzas y productos. Sin embargo detrás de esta empresa que tiene presencia en muchos países y que cuenta con miles de empleados, se esconden condiciones de precariedad y explotación para sus trabajadores.

Viernes 17 de enero de 2020

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Hace 14 años llegó la firma Little Caesar’s a México, el primer estado fue Chihuahua y desde 2006 se encuentra en Ciudad de México.

Anastasia Salazar es una joven trabajadora que da cuenta de su experiencia laboral en esta empresa:

"Cuando uno ya está trabajando ahí, lo horrible es cuando lo hacen trabajar más horas de las que corresponden [Las 8 horas de ley]. Desde el primer día te tienes que dirigir a tu superior para preguntarle si ya puedes salir, independientemente de la hora o lo que ya hayas terminado de hacer; ellos van a revisar y si se les ocurre pedirte otra cosa te tienes que quedar hasta terminar. Esta situación se vuelve peor porque los supervisores casi nunca están en las tiendas, llegan solo una media hora a verificar todo y luego se van."

"Cuando yo era cajera llegue a quedarme hasta 3 horas más de las debidas y no nos dejaban contar el fondo para poder concluir el turno, teníamos que seguir cobrando porque la fila era gigante. Te dicen que no te pagan las horas extras o queda a criterio del gerente que tengamos en ese momento."

"Algunos gerentes te intentan convencer de que el pago de esas horas extras sea a cambio de que algún otro día trabajes menos tiempo. Con eso violan todo derecho laboral que nos corresponde ya que, hasta donde sé, nuestra jornada tiene que respetarse y el pago de horas extras es como mínimo doble en un día laboral normal, o triple en un domingo, por ejemplo."

"A mí por quejarme acerca de las horas extras los supervisores ya no querían considerarme las mismas ya que yo iba exigir que me las pagaran con dinero y no con tiempo.”

“Cuando alguien comienza a quejarse de estas condiciones, comienzan a acosarlo, presionarlo, con tal de que renuncie y evitar un despido injustificado. Amenazan con mandarte a una sucursal más lejos de tu residencia, etc. Las encargadas te cuentan el fondo para cerrar caja y curiosamente [en mi caso] todos los días me faltaban 50 o 30 pesos.

"Cuando me quejé con la encargada que quería contar mi fondo, se quejó también y me dijo ’No me acordaba que tú eres medio especial’, porque ella estaba acostumbrada a contarle el fondo a todas las demás cajeras.”

“A las cajeras las presionan para que vendan especialidades, por ejemplo, la pizza #4. La tienda que más venda se lleva bono, pero este sólo es para el personal gerencial, a los cajeros no nos dan nada."

"Ellos dicen que vendamos la #4 amenazando que si no se venden nos las cobrarán a nosotras. Si quedan en el inventario prefieren tirarlas, en vez de regalarlas o donarlas. Las alitas igual, su tiempo de caducidad es de 3 horas, al pasar este prefieren por igual tirarlas. Si tu agarras una de esas alitas caducas, incluso de la basura, y te la comes, te la cobran."

"Las pizzas #4 cuestan 20 pesos más que la pizza normal de peperoni y mucha gente lleva el dinero exacto para la pizza de peperonni. Llegó un punto en que dejé de ofrecerlas porque la gente prefiere la original por ser más barata, y porque al insistir a los clientes en comprarla, se molestaban.”

“Las cajeras se esfuerzan y la gerencia se lleva la recompensa por hacer nada. Esto no es justo."

"Esas pizzas que mandan en exceso para que ofrezcamos se quedan, ya que la pizza se caduca en 30 minutos. Las que se quedan las tiran e, incluso las llegan a cobrar a las cajeras. Yo me pregunto: Si ya las cobran, ¿por qué las tiran?"

"A mí nunca me cobraron ninguna porque yo nunca me dejé. Pero cuando un problema se vuelve personal con alguna cajera o cajero, sí le cobran las pizzas para hacer que renuncie mediante esta forma de acoso laboral.”

“Hubo una vez que nos cortaron un día de sueldo a todos. Nos explicaron que era porque las semanas empezaban los martes y terminaban los lunes. Al reacomodar de forma que comenzaran los lunes y terminaran los domingos, por recorrer la semana, se había cortado ese día y al ser inevitable el descuento del día, nos dijeron que nos lo pagarían en el finiquito. Cuando yo entre a trabajar ahí, tampoco me pagaron la primera semana justificando lo mismo, que esta se pagaría con el finiquito. Ninguna de ambas cosas se cumplió."

"Cuando yo renuncié mi cheque era de 840 pesos. No estaba la semana sin pago, ni el día que no nos pagaron aquella vez. Aparte de esto, ahora me quieren hacer pagar de mi cheque de finiquito 300 pesos por un supuesto faltante, esto para poderme entregar el cheque de 840 pesos. ¡540 pesos de finiquito!. O sea, no tengo dinero y tengo que pagar dinero para que me den lo que me corresponde.”

“Lo que yo quisiera es que denuncias como esta que hago, sirvan para evidenciar que somos miles de mujeres y jóvenes los que sufrimos esta explotación en esta popular cadena de comida, sus ganancias son millonarias a costa de nuestro trabajo, mi llamado es a que nos organicemos, que dejemos atrás nuestro individualismo y veamos que si nos unimos y comenzamos a luchar por nuestros derechos, mejorarán nuestras condiciones y podemos comenzar a lograr un futuro sin esta explotación y precarización de nuestras vidas”.