Ante la represión y despidos de la SECULT, trabajadores de cultura continúan organizados y peleando por sus derechos laborales.
Miércoles 23 de marzo de 2022
El proceso abierto de los programas sociales de cultura comunitaria no se originó con la publicación de los resultados el 22 de febrero, en el que se anunciaba que quedaban fuera más del 90% de la nómina. Los trabajadores culturales han hecho una experiencia desde inicios de la administración de la 4T que en el discurso pone por delante la importancia del acceso a la cultura. Bajo esta premisa se lanzaron los programas de Cultura Comunitaria, como Promotores Culturales Comunitarios, Talleres de Artes y Oficios y Colectivos Culturales Comunitarios, cuya principal premisa era acercar la cultura a las zonas prioritarias de la ciudad.
Todos aquellos que nos postulamos a estos programas, lo hicimos porque nos apasionaba la cultura comunitaria y teníamos la firme convicción de que la cultura no debería ser un lujo que solamente unos cuantos pudieran costear, sino algo que todos pudieran disfrutar. Pero nos sorprendió ver que en la llamada “Ciudad de Derechos” los derechos laborales no importan, pues estos programas están basados en la precarización de todos sus trabajadores, incluso negándonos la relación laboral.
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El despido masivo de los integrantes de estos programas en la edición del 2022 tuvo un efecto que las autoridades no se esperaban. La rabia de vernos sin nuestra fuente de trabajo provocó que nos organizáramos y le arrancáramos a las autoridades tres diálogos públicos con la asamblea y la revisión de las solicitudes rechazadas.
La revisión también fue pública y bajo nuestra supervisión. De esa manera pudimos constatar que el proceso de selección estuvo plagado de irregularidades pues nunca se esclareció un criterio unificado de selección y se desechó por completo el criterio de continuidad, que era lo que más peso tenía en las ediciones anteriores.
Así inició la pelea de #QueNadieQuedeFuera para garantizar que todos los trabajadores despedidos fueran reinstalados. Producto de este proceso conseguimos que cientos de trabajadores consiguieran de vuelta sus puestos de empleo. Pero también se dejó ver la cara más represiva de la Secretaría de Cultura de la CDMX (SECULT), pues nos dejó afuera a todos los que veníamos más al frente de la organización, a pesar de que cumplimos con todos los requisitos y la experiencia para continuar con nuestras fuentes de trabajo.
A medida que vamos avanzando en esta lucha, nos queda más claro que es necesario no solo pelear por recuperar nuestra fuente de trabajo, sino también pelear porque se nos reconozca como trabajadores con plenos derechos, pues el Estado mismo es el encargado de sub contratarnos aunque en el discurso diga que se terminó el outsourcing.
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Derivado de la maniobra represiva que aplicaron para dejar afuera al sector más visible de la protesta y ante la negativa de Juan Gerardo López y Magali Cadena, funcionarios de la SECULT, de solucionarnos, realizamos una brigada al PILARES Selene, en la alcaldía Tláhuac para poder abordar a la jefa de gobierno y exponerle nuestra situación. De esa manera conseguimos una cita para una audiencia el día de hoy, 23 de marzo, a las 13:00 hrs, con Claudia Sheinbaum, para poder exigir que se nos devuelvan nuestros puestos de trabajo.
Si bien no depositamos nuestra confianza en la buena voluntad de las autoridades para resolver nuestras demandas, esta audiencia representa un segundo round en la lucha por recuperar nuestros trabajos y la oportunidad de continuar con nuestra labor de cultura comunitaria.
Esperamos que este encuentro sea diferente al pactado con la secretaria de cultura Claudia Curiel de Icaza, quien prometió un diálogo con la Asamblea de Cultura Comunitaria pero rompió este acuerdo y se negó a dar la cara. Por el contrario, nos mandó a sus funcionarios que sistemáticamente se han burlado de nosotros y nos llenó la puerta de la secretaría de policías. No era la primera vez que se nos aventaba a la policía, ya nos habían amenazado mandando al cuerpo de granaderos para intimidarnos cuando realizábamos un bloqueo en Av. Insurgentes ante la falta de respuesta de las autoridades.
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La represión ha aumentado de intensidad, pues compañeros que realizaban brigadas informativas en las capacitaciones de los programas sociales de cultura comunitaria que se daban en Museo de la Ciudad, fueron echados a golpes por elementos de la policía, bajo la orden de Magali Cadena.
Han hecho hasta lo imposible para desmoralizarnos, dividirnos y amenazarnos, pero los trabajadores de cultura sabemos que nuestras demandas son justas. Nuestra lucha no es solo para defender nuestros puestos de trabajos, sino para garantizar el acceso a la cultura para todas las comunidades. No flaqueamos en nuestra exigencia de #QueNadieQuedeFuera.
Hacemos la invitación a todos los integrantes de los programas sociales, las organizaciones que se reivindican democráticas y a los sindicatos a sumarse a la concentración del día de hoy, 23 de marzo, frente a la jefatura de gobierno. La avanzada contra los derechos laborales es algo a lo que, solamente unidos entre distintos sectores de trabajadores, podremos ponerle un freno.