Informe muestra que el gasto realizado en salud es uno de los más altos a nivel internacional. El régimen heredado de la dictadura sostiene un modelo que saquea el bolsillo de las familias trabajadoras. Un cambio profundo no puede esperar.
Lunes 18 de noviembre de 2019
El último informe “Government at a Glace” de la Ocde, publicado este jueves, revela que la satisfacción de los chilenos con las políticas y el sistema de salud está entre las peores del bloque.
Los peores resultados del país están el gasto “de sus bolsillos” que las personas deben realizar en costos de salud cuando necesitan algún servicio médico o tratamiento (como porcentaje del gasto total en salud), esto, luego que los seguros privados o el servicio de salud público actúe, es decir, el llamado copago. Chile aparece listado 31 (entre 35 países).
Alejandra Benítez, investigadora del Centro de Estudios Públicos (CEP), indica que “el gasto de bolsillo en salud del país es alto y está muy concentrado en pocos hogares. Un quinto de los hogares acumula casi el 80% del gasto. Y el principal componente de los pagos que destina la población a salud en Chile son los medicamentos, que suman el 35,8% del gasto de bolsillo en salud y también está muy concentrado en pocos hogares”.
Además mencionó “ese gasto es alto, en parte, porque los medicamentos no están cubiertos por los seguros de salud. Si bien en Fonasa algunos sí lo están, no siempre hay disponibilidad en los consultorios y los usuarios en algunos casos deben esperar horas para poder retirarlos. Incluir a los medicamentos en los planes de salud permite que los seguros pacten mejores precios que los usuarios, tal como lo hace Cenabast. Se necesita, sin embargo, una institucionalidad de calidad que priorice que los medicamentos cubiertos sean los que entregan mayores beneficios”
La encuesta nacional de salud 2019, realizada por el Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, reveló que los chilenos gastan cerca de $60 mil mensuales en medicamentos, cifra que se relaciona por sobre todo con las enfermedades crónicas y las personas de la tercera edad.
Si uno saca la cuenta, por ejemplo, en el caso de las personas más pobres, esto es un 13% de sus ingresos. Si uno piensa un poquito, esto podría significar alrededor de un mes y medio del sueldo de una persona que al año debe destinar para el consumo de medicamentos. Esto es muy pesado, sobre todo para la gente de la tercera edad. Además, alrededor de un 20% de los chilenos gasta más de $90 mi
El negocio de la salud
Bajo el gobierno de Ricardo Lagos Escobar y su Ministro de Salud Osvaldo Artaza, se dicta la Ley 19.937 “Autoridad Sanitaria y Gestión”, esta implicó la reorganización del Ministerio de Salud (MINSAL), para incorporar a los privados en la construcción de hospitales auto gestionados, es decir, CONCESIONADOS. Los hospitales autogestionados dependiente del servicio de salud, que tengan mayor complejidad técnica, desarrollo de especialidades, organización administrativa y número de prestaciones, podrán obtener la calidad de establecimientos autogestionados en red, dice la ley.
Lo que busca el sistema autogestionado, es que los hospitales autofinancien el 80%, a través de ingresos propios, pueden celebrar contrato con Fonasa y con personas privadas, (desde Fonasa se obtienen los mayores ingresos, vía Auge), en los hechos los hospitales de la red, no se autofinancian, porque las políticas se salud están diseñadas para el negocio propiamente tal.
Un tratamiento o un día cama en un hospital público, Fonasa paga 5 veces menos que lo percibe una clínica privada por el mismo tratamiento o día cama, es uno de los factores que explican el endeudamiento hospitalario de la salud pública.
En cuanto a la composición del gasto de bolsillo en salud, el mayor peso relativo para todos los quintiles, es el gasto en medicamentos y los sectores empobrecidos gastan más que los sectores socioeconómicamente ricos.
¡No podemos esperar! Hay que echar abajo el régimen heredado de la dictadura
Tras las masivas protestas el gobierno busca cerrar la rebelión popular en Chile con un “acuerdo de paz” que salvaguarda las instituciones del régimen. La promesa de cambio constitucional está basada en cuórums constitucionales y los mismos mecanismos parlamentarios del régimen heredado de la dictadura. No podemos caer en la trampa de un gobierno que tiene sus manos manchadas de sangre.
Nos quieren hacer esperar hasta el próximo año y confiar en mecanismos institucionales que no nos garantizan nada. Manteniendo a Piñera en el gobierno. Mientras el pueblo trabajador sigue muriendo en las listas de espera en los hospitales públicos, y gasta el bajo sueldo que tiene en medicamentos carísimos, mientras un puñado de empresarios se enriquece. No podemos seguir esperando, el cambio es ahora.
Es urgente que las centrales obreras y populares convoquen a una huelga general indefinida para sacar a Piñera del gobierno e imponer una asamblea constituyente libre y soberana, basada en la movilización del pueblo trabajador, para terminar de raíz con el régimen heredado de la dictadura.
Alejandra Valderrama
Redacción La Izquierda Diario Chile. Valparaíso, Chile
