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Red Internacional
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TODO SUBE. Lo que la megadevaluación nos dejó: se dispara la inflación y siguen los tarifazos

El Indec informó que la inflación ya superó el 24 % en 8 meses. Este sábado el colectivo tendrá su quinto aumento en lo que va del año y el boleto mínimo se va a $ 12 en el AMBA. En octubre habrá otro más, además de los tarifazos en los servicios de luz y de gas.

Jueves 13 de septiembre de 2018

Agosto fue un mes record. Por un lado, la corrida cambiaria dejó un dólar por las nubes y la devaluación ya superó el 100 % en lo que va del año. Por el otro, los precios aumentaron un 3,9 % con respecto a julio siendo así el mes de mayor inflación en lo que va del año. El dato acumulado en todo 2018 alcanza el 24,3 % y las predicciones de algunos analistas estiman que en septiembre llegará al 6 % y para diciembre estará por encima del 45 %. Imparable.

La disparada de la inflación golpea fuertemente el bolsillo de los trabajadores, jubilados y los sectores populares, impulsada sobre todo en los rubros de comunicación (12,4%), vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (6,2 %), otros bienes y servicios (4,9%), salud (4,1%), transporte (4%), y alimentos y bebidas no alcohólicas (4%). Los datos anticipan que la inflación de la canasta de indigencia - que toma en cuenta los alimentos básicos- fue muy superior a la inflación promedio. Y por regiones las más afectadas por la suba sob Ciudad y Gran Buenos Aires con el 4,1 %, seguido por el NOA y el NEA con un 4%.

Por si esto fuera poco, el sábado habrá un nuevo golpe al bolsillo con el quinto aumento en el transporte en lo que va del año. El boleto mínimo del colectivo ascenderá de $ 11 a $ 12 y el de los trenes tendrá un aumento de entre $ 0,50 y $ 0,75, dependiendo de cada ramal. Pero hay más: el 15 de octubre la suba se repetirá y la tarifa más baja del colectivo llegará a $ 13.

Fue culpa mía

El 20 de marzo de 2016, cuando cumplió 100 días en el poder, Mauricio Macri realizó varias entrevistas a medios nacionales y provinciales y aseguró: “Yo quiero que los argentinos lo tengan claro. Quiero que sepan que si la inflación no baja es culpa mía, no le voy a echar la culpa a otro”. Por ese entonces todavía pronosticaba un futuro próspero para “el segundo semestre”.

2 años y medio después, el presidente ensaya excusas permanentemente para intentar explicar las tormentas del cambio que no fue. Golpeado en su imagen, bajando en las encuestas y con un creciente rechazo popular, Cambiemos pilotea una aguda crisis nacional mientras negocia un nuevo acuerdo con el FMI y arregla en una mesa chica con los gobernadores cómo redoblar el ajuste que le quieren imponer a millones, aprobando el presupuesto a pedido de Madame Lagarde.

El acuerdo que se cocina entre Nación y las provincias prevé un recorte de $ 500 mil millones para alcanzar la meta del “déficit cero”, pronostica un dólar a $ 42 para diciembre de 2019 (cuando en la jornada de ayer ya cerró en $ 40,24) y una inflación de $ 23.

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Un ajuste brutal que cuenta como grandes ganadores a los especuladores financieros, los grandes bancos, los exportadores como las cerealeras y las aceiteras y las empresas privatizadas de servicios. Del otro lado los que pierden son siempre los salarios, con paritarias a la baja y una dirigencia sindical que rifa conquistas y condiciones laborales en las negociaciones con las patronales y el Gobierno mientras apuesta a las elecciones del año que viene. Por eso frente al combo explosivo de la megadevaluación, tarifazos e inflación es necesario pelear para imponer una salida por izquierda frente al saqueo contra el pueblo trabajador.

La reapertura de las paritarias, la prohibición de los despidos y suspensiones y la renacionalización de las privatizadas que desde los 90 hicieron negocios millonarios con todos los gobiernos de turno deben ser parte de un programa de conjunto para enfrentar la crisis que comience por dejar de pagar la deuda de manera inmediata y destinar los recursos millonarios que fugan día a día para salud, vivienda y educación.

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