Francisco Oviedo, docente de primaria y de la agrupación Marrón (PTS-FIT) nos relata en primera persona lo que significa la pelea contra una realidad que margina a las chicas y chicos de los barrios populares
Miércoles 22 de agosto de 2018
La situación en las escuelas de Rosario, del país, no está bien. La realidad de los pibes, pibas y de sus familias tampoco. Reemplazando en las escuelas primaria de los barrios populares, te das cuenta que lo que realmente sobra son las carencias de todo tipo y obviamente se mantiene firme la “ausencia” del Estado para garantizar derechos elementales pero que está muy presente con el mecanismo de la saturación policial, el gatillo fácil, los negocios comunes con el narcotráfico, etc.
Te puede interesar: Rosario: Balaceras en el centro, estado de sitio en los barrios
Me enteré que un estudiante no iba a la escuela porque no tenía ropa ni calzado. Tampoco venía al comedor. Me puse en campaña para poder conseguirle algo y que no falte más. Bastante ingenuo de mi parte. Luego de un posteo en una red social muchas personas se solidarizaron y conseguí varias bolsas de lo que necesitaba. Durante unos días fui a trabajar en bondi con las bolsas de ropa, caminaba las cuatro cuadras desde la parada de colectivos a la escuela y cuando terminaba la clase repartía todo.
Me pasaba algo contradictorio, por un lado me ponía bien que tengan eso que les faltaba, aunque sea por un tiempo, pero por otro lado, aparte de notar cierta incomodidad por parte de elles al recibir las donaciones, pensaba en que por qué tenían (y tengo) que pasar por esa situación. No corresponde. Y no es que no quiera hacerlo o me de vergüenza, pienso que yo como muches otres compañeres lo hacemos exclusivamente por los y las pibas, pero sé que es el Estado quien debería ocuparse.
Esta democracia no garantiza ni lo más elemental
Recorriendo escuelas entendés que son el claro ejemplo de que ésta democracia no garantiza lo básico, ni siquiera zapatillas o ropa, ni que las familias de clase trabajadoras contemos con condiciones dignas de vida, trabajo y estudio. Basta con charlar con tus compañeras reemplazantes para conocer las falencias de cada escuela, las de siempre: falta de gas, cortes de luz, recortes en las raciones de los comedores, condiciones edilicias deplorables, falta de insumos, etc. Sabemos también que esto no es de ahora, ni particular de éste gobierno. Lifschitz mantiene con Cambiemos el famoso “Pacto fiscal”. Le está garantizando la gobernabilidad a Macri a costa de despidos, ajuste, represión y precarización laboral con paritarias cerradas a la mitad de lo que tendrían que haber sido.
Este ajuste que ya venía en menor escala del gobierno anterior, se profundiza más con el auxilio que el presidente pidió al FMI, sin tocarle un peso al campo, ni mineras, ni cerealeras, ni a los empresarios que se la vienen llevando en pala desde hace décadas. Ante esto la CGT cumple el rol fundamental de ponernos la bota en la cabeza a las trabajadoras y trabajadores para que no salgamos a luchar. Son los responsables que el plan de Macri esté pasando.
¿Y Ctera y Amsafe qué hacen?
¿Qué hace la Conducción Provincial de Amsafe para enfrentar éste ajuste? Porque para enfrentar a Macri y Lifschitz no alcanza con denunciar el estado de cosas. Regalaron las paritarias al gobierno, no modificaron nada sustancial del reglamento docente (3029), no convocaron a asambleas de base por escuelas, ni paros activos con jornadas de lucha para pelear, por ejemplo, por el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, por detener el cierre de terciarios y universidades, por el femicidio de Vanesa Castillo, por el caso de gatillo fácil de María de los Ángeles Paris, por la explosión en la escuela de Moreno, tampoco se acoplaron a la lucha docente de Chubut, o a la represión de trabajadores del Astillero Río Santiago, etc. Todos ellos, casos en los que se hace más visible el desinterés de un sistema de gobierno en ocuparse de la clase trabajadora, pero tampoco hace nada con innumerables inconvenientes cotidianos que padecen en las escuelas del país y que son informadas por el cuerpo directivo de cada escuela.
Amsafe debería llevar a cabo hasta el final un relevamiento escuela por escuela sobre la situación edilicia y de seguridad, iniciativa de hace una semana atrás, notificando también el estado de salud y salario de docentes, respondiendo así a la declaraciones con que recientemente salió desde los (sus) medios la Ministra Balagué en relación a las licencias médicas.
Por su parte Amsafe Rosario debe exigir de manera permanente a la CD Provincial, romper el rutinarismo y ser una oposición que marque el camino para enfrentar el ajuste y que, mancomunados a otros sectores que sufren despidos masivos, ataques sindicales, precarización laboral, etc., encabece una jornada de lucha que comience ahora y no pare hasta que el gobierno retroceda en las medidas antiobreras que sigue aplicando porque para frenarlos es clave un gremio con una política puramente combativa. El primer paso sería coordinar con la docencia universitaria que está de paro a nivel nacional y les trabajadores de Fábrica Militar de Fray Luís Beltrán.
Desde la Agrupación Docente Marrón del PTS en el FIT, invitamos a la comunidad educativa a formar parte de nuestro espacio con perspectiva profunda de lucha contra el ajuste, y creemos que no sólo debemos llevar a cabo campaña que denuncie el estado calamitoso de la educación pública mientras se garantizan los negocios de las multinacionales, sino también continuar con una campaña masiva lanzada por Ctera y Amsafe junto a decenas de bandas musicales y artistas donde se apele a la solidaridad el pueblo trabajador rosarino, demostrando a lxs pibxs que la educación vale más que sus ganancias.