OPINION / CRISIS EDUCATIVA. Lo que un incendio no puede tapar

Foto: Primera Pagina

El incendio que ocurrió en la madrugada del Martes 25 en la Escuela Técnica 2 de Ensenada fue un hecho enormemente doloroso para el conjunto de la comunidad educativa. Estudiantes, docentes, auxiliares y padres sabemos lo que cuesta poner en pie y sostener cotidianamente cada escuela pública. Para los chicos es su segunda casa, como decían angustiados ese mismo día desde las 7 de la mañana cuando de a poco nos fuimos enterando de la mala noticia. Para los docentes y trabajadores de la educación un lugar en el que pasamos mucho tiempo, sosteniéndolo humana y materialmente todos los días porque sabemos es un derecho de todos los trabajadores que tenemos que defender: el acceso a la educación pública. Y peleamos por que sea de calidad, en buenas condiciones y por ser remunerados como corresponde. Cuando damos esta pelea pensamos en primer lugar en los niños y jóvenes para quienes este sistema profundamente injusto y perverso no tiene nada para ofrecer; maravillados por la creatividad, el esfuerzo, el afecto y las potencialidades que demuestran aún en pésimas condiciones.

Hoy, en medio del enorme dolor, la vamos a seguir peleando. Pero el incendio no puede hacernos olvidar que hasta el lunes trabajamos sin agua y sin gas. Que el viernes pasado la lluvia inundó la escuela, que los chicos decidieron no seguir en clases en esas condiciones. El intendente Mario Secco apareció temprano diciendo con toda seguridad que se trataba de un siniestro intencional, cuando no habían terminado las pericias…no habrá querido abrir el paraguas ante posibles fallas en la electricidad de la escuela? Aprovechó para adjudicarse la realización de las últimas ampliaciones y arreglos…querrá tirarle la pelota de la reconstrucción al gobierno provincial? También estaba su hijo, Nicolás Secco, actual concejal por el Frente para la Victoria que la semana pasada atacó a los docentes con acusaciones macartistas muy enojado porque reclamamos por las obras que no se terminan en la escuela primaria 6 de Punta Lara, donde los chicos tienen que turnarse para poder tener clases. Luego hubo un desfile de funcionarias muy paquetas, las mismas que maltrataron a las madres y maestras de la primaria 6 que decidieron suspender las clases y movilizarse al concejo escolar porque la situación no se tolera más. Los concejales de Cambiemos rápidamente salieron a comprometer una veloz gestión para el envío de fondos nacionales mientras Vidal ajusta la escuela pública en toda la provincia, ataca el derecho a huelga de los auxiliares y mantiene a miles de docentes con un salario que no cubre la canasta familiar.

El incendio es un hecho muy triste. Pero no estamos de duelo, vamos a seguir en las calles, luchando por condiciones dignas para aprender y trabajar. Reclamando que las obras para reconstruir la escuela, la segunda casa de casi 900 chicos y chicas y el lugar de trabajo de 400 docentes se realicen de manera urgente. Exigiendo al intendente y los funcionarios que expliquen dónde están los 10 millones de pesos que ingresan anualmente en concepto de fondo educativo al municipio. Porque las escuelas se caen a pedazos, y lamentablemente no es una metáfora. Porque todos sabemos que trabajamos al límite de accidentes todos los días y no creemos en las “desgracias”. No estamos dispuestos a tolerarlo mansamente, porque ni nosotros ni los chicos nos lo merecemos. El incendio no tapa la desidia, la precariedad ni el vaciamiento.