Estudios recientes dan cuenta de los padecimientos que los empresarios hacen pesar sobre los trabajadores inmigrantes. Pese a las amenazas de los candidatos de la derecha, que los presentan como un peligro para los trabajadores chilenos, es mucho más lo que los une con los trabajadores inmigrantes que con los empresarios.
Nicolás Miranda Comité de Redacción
Domingo 2 de julio de 2017
Un reciente informe del Centro Nacional de Estudios Migratorios de la Universidad de Talca, plantea que los inmigrantes, trabajadores en su abrumadora mayoría, identifican los principales problemas que padecen: la discriminación con 47% de las menciones; bajos salarios con 44%; situación ilegal con 42%; empleo irregular con 40%; y hacinamiento con 38%.
La mayoría de los inmigrantes son empleados u obreros, un 77%; le sigue otra clase de trabajadoras, las del servicio doméstico con 7%.
Les pagan menos en muchos casos que a los trabajadores chilenos, porque así los empresarios buscan dividirlos y ponerlos a competir entre sí, lo que va en su beneficio a costa de quienes trabajan. Pero, comparten los sueldos de hambre y miseria.
Pero, los trabajadores inmigrantes tienen padecimientos adicionales. La discriminación es una. Otra, las trabas para establecerse legalmente, por los complicados requisitos, la falta de información, en algunos casos las dificultades idiomáticas, el costo de los trámites, entre otras dificultades.
Hay más. Otro estudio, de Techo Chile, señala el problema del hacinamiento para la Región Metropolitana, comparable a los conventillos donde vivían los obreros en el Santiago de inicios del siglo XX. Aquí hay 321.561 extranjeros, 4,5% de la población. De estos, 89.542 (un alto 28%) viven hacinados, concentrados principalmente en Santiago Centro, Estación Central, Quinta Normal, Quilicura y Renca. Es limitado, donde viven, el acceso a la cocina y al agua potable. Los propietarios cobran precios abusivos, por ejemplo, en piezas donde pueden dormir hasta tres inmigrantes, cobran 110 mil pesos. Muchas veces no tienen luz, sus camas son a la vez sus mesas para comer.
Un abuso de empresarios y propietarios de inmuebles, favorecido por los gobiernos, que solo podrá ser superado con la unidad de los trabajadores chilenos e inmigrantes.