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Red Internacional
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Opinión. Longobardi se sumó al coro bélico de medios que atacan el derecho a defender una Palestina libre

El periodista de Radio Mitre, que hace un mes apeló por una salida autoritaria para la Argentina, este lunes se sumó al ataque de las corporaciones mediáticas contra la Izquierda que denuncia al genocida Estado de Israel. ¿La libertad de expresión vale solo para el lobby imperialista?

Lunes 24 de mayo de 2021 20:11

Marcelo Longobardi, periodista de Radio Mitre, sumó su voz al coro bélico de las grandes corporaciones mediáticas que, asesoradas por la embajada de Israel, vienen atacando al Frente de Izquierda, por su denuncia y militancia contra la ofensiva militar sionista sobre el pueblo de Palestina.

En su programa de radio, calificó de "soberano disparate" a la intervención que el diputado Juan Carlos Giordano (FIT-IS) hizo en el Congreso de la Nación, cuando llevó la posición de la Izquierda, también manifestada por el diputado Nicolás del Caño: que el Estado de Israel viene llevando adelante una masacre contra los palestinos, con nuevos bombardeos y tropas terrestres.

“Los trogloditas le mandan misiles arriba de los departamentos donde vive la gente”, dijo Longobardi, afectado, en referencia a la rudimentaria respuesta de una nación que hace73 años viene resistiendo a un genocidio. Es el periodismo que oculta que la maquinaria militar israelí, sostenida a su vez por el imperialismo yanqui, viene destruyendo hogares, hospitales, centros de testeo de covid-19, edificios de la prensa en Gaza y que han asesinado al menos a 70 niños palestinos.

¿Qué se podía esperar de un "comunicador" que hace tan solo un mes escupió sobre su micrófono: "vamos a tener que formatear a la Argentina de un modo más autoritario"?

Aunque esperable, no menos repudiable. Longobardi apela a que el Congreso "expulse" a un diputado electo democráticamente por el voto popular y se queja de la posición del Gobierno nacional, que ha querido posar de neutral en un campo de batalla, donde de un lado está la legítima resistencia del pueblo palestino y del otro, la ofensiva militar de los colonos israelíes.

Para esto, Longobardi tergiversa la posición del diputado del FIT: "Un diputado nacional de la República Argentina manifestó su apoyo al grupo terrorista Hamas y ha manifestado que Israel es un Estado genocida", dijo. Lo primero es falso, letra plagiada de la ley anti-terrorista, impulsada por el lobby estadounidense en nuestro país; lo segundo, es la realidad que el periodismo de guerra busca ocultar, una política de exterminio que miles de manifestantes árabes y judíos repudiaron el pasado sábado en las calles de Tel Aviv.

Hay una generación de jóvenes palestinos que está encarando un camino de lucha distinto al de las direcciones tradicionales del Hamas y la Autoridad Palestina. Resisten en las ciudades árabes del Estado de Israel, contra la expulsión de familias palestinas de sus hogares, donde también fueron protagonistas de una huelga nacional, al simultáneo con Gaza y Cisjordania. Por otro lado, las manifestaciones en apoyo al pueblo de Palestina han desplegado toda su fuerza en varias ciudades del mundo, junto a figuras del deporte y de la música y la solidaridad obrera en Italia que frenó el envío de un cargamento con armas que iba dirigido a manos sionistas.

Volviendo al "comunicador" Longobardi, tampoco es extraño que en su programa de este lunes, luego de atacar el derecho democrático a defender una Palestina libre, punto seguido se haya dedicado a hacer lobby mediático por las vacunas de patente estadounidense. Detrás de la falsa independencia de opinión de las corporaciones mediáticas, se ven los hilos de intereses político y económicos, entregados al imperialismo yanqui y cómplices de su Estado aliado en medio oriente.

No olvidamos el rol cómplice y encubridor que tuvieron estos medios en el genocidio de la última dictadura cívico-militar, también orquestado por los Estados Unidos. Este periodismo está plagado de dinosaurios, como Chiche Gelblung, quien viene de acusar de "antisemita" a la Izquierda y que bajo su dirección editorial, expuso a la diputada Alejandrina Barry cuando era tan solo una niña para hacer una campaña “anti-subversión” mientras sus padres se encontraban desaparecidos.

Está claro que anti-sionismo no es lo mismo que antisemitismo. Se trata de posicionarse contra un Estado que ha hecho del nacionalismo religioso, la excusa para erigirse como enclave geopolítico al servicio de Estados Unidos en medio oriente, desterrando, expulsando y masacrando a la población de los territorios que ocuparon.

No hay espacio para la neutralidad. El Frente de Izquierda lucha, como siempre lo ha hecho el trostkismo -incluso resistiendo dentro de los guetos y campos de concentración del nazismo-, de lado de los pueblos oprimidos del mundo.

La salida que plantea es "un estado único, laico y no racista en el territorio de la Palestina histórica, donde puedan convivir de manera democrática y pacífica y con plenos derechos culturales y religiosos árabes y judíos, y también para quienes se reivindican cristianos y otros pueblos que habitan el territorio", como lo explicó Christian Castillo en esta entrevista. Esta lucha es inseparable de la pelea por el socialismo.