López Obrador llamó a los legisladores del PRI, PAN y PRD a que “rectifiquen” y den marcha atrás con el gasolinazo, para lo cual el grupo parlamentario del Morena presentará una iniciativa ante la Comisión Permanente del Congreso.
Miércoles 11 de enero de 2017
¿Esta política puede conducir al triunfo del movimiento social que está saliendo a las calles a rechazar este nuevo atraco de Peña Nieto y sus aliados contra los trabajadores y el pueblo? Es necesario discutirlo.
Desde los primeros días del año, el brutal aumento del 20% en los precios de la gasolina y el diésel, decretado por el gobierno federal con el aval de la mayoría de los partidos del Congreso, provocó la movilización en las calles de diversos sectores sociales a lo largo y ancho del país. Incluyendo seguramente a muchos militantes del Morena y simpatizantes de López Obrador, que se han hecho parte de este movimiento en la Ciudad de México y diferentes estados.
El rechazo a esta medida es tal, que incluso organismos empresariales como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) se pronunciaron en contra. Partidos del régimen, como el PAN y el PRD, que como parte del Pacto por México avalaron la reforma energética y las demás reformas estructurales de Peña Nieto, se distanciaron de éste, buscando de forma oportunista reposicionarse hacia el 2018 en la carrera por la presidencia.
Se profundiza la crisis de legitimidad del gobierno priista, que ya venía muy cuestionado por los escándalos de corrupción, como el de la Casa Blanca; por la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa; por la continuidad de la “guerra contra el narco” y la militarización del país; por el autoritarismo y la represión a los movimientos sociales; por su política y reformas neoliberales, como lacayo del imperialismo y los grandes empresarios.
La cínica y prepotente explicación pública que dio el presidente, justificando el gasolinazo como un “mal necesario” para evitar mayor endeudamiento y afectar programas sociales, sólo le ganó más rechazo. La consigna de ¡Fuera Peña! vuelve a resonar en las movilizaciones y la esperanza de un cambio renace paso a paso, hombro con hombro, en las marchas, bloqueos, tomas, barricadas y plantones, entre miles de manifestantes que se están multiplicando por todo el país.
Pero ¿a dónde ir?, ¿cómo lograrlo? Muchos nos preguntamos, al haber aprendido de experiencias anteriores, como el movimiento por la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, pues sabemos que dichas acciones, como parte de la “resistencia civil y pacífica”, por sí solas no alcanzan para derrotar a la “mafia en el poder” y sus reformas, es decir, al gobierno capitalista y a la profundización de los planes de entrega al imperialismo. Ante ello, ¿qué proponen AMLO y la dirigencia del Morena?
¿La vía institucional?
López Obrador (AMLO) afirmó que los legisladores del PRI, PAN y PRD pueden “rectificar” y acabar con los gasolinazos, modificando en el Congreso la Ley de Ingresos en un periodo extraordinario de sesiones, en beneficio del pueblo al que supuestamente representan. Advirtiéndoles que, de no hacerlo, se agravarán las protestas.
También insistió en que el problema del país es la corrupción de la “mafia en el poder” y que, combatiendo este flagelo, se podrían obtener recursos para construir nuevas refinerías en México, que permitan no tener que comprar gasolinas en el extranjero y con ello abaratar su costo.
Al mismo tiempo, aunque el Morena luego de varios días de movilizaciones convocó a un mitin partidario en el Hemiciclo a Juárez, AMLO aseguró que no basta con protestar, sino que es necesario organizarse para sacar al Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Los Pinos… en el 2018.
Es necesario recordar que el tabasqueño ha insistido, como hizo ante el movimiento magisterial contra la reforma educativa, en que es perjudicial minar la autoridad presidencial y la “gobernabilidad”. Es decir que está en contra de derrotar al gobierno con la movilización obrera y popular. Por lo que la “resistencia civil” que proponen los líderes del Morena, en realidad está centrada en la salida electoral, no en la extensión y masificación del movimiento en las calles, de acuerdo con su estrategia para reformar pacíficamente y “desde dentro” al régimen político, hambreador, corrupto y asesino.
¿Qué hacer?
Los socialistas del MTS apoyamos cualquier iniciativa que beneficie los intereses populares. Pero no confiamos en que los legisladores de los partidos patronales vayan a retroceder con simples exhortaciones, ya que sus intereses son contrarios a los nuestros y a favor de los grandes empresarios, nuestros enemigos de clase. Si lo hicieran, no sería consecuencia de su buena voluntad ni porque “nos representan”, como afirma AMLO, sino para evitar un mayor costo político ante el creciente descontento popular que está cuestionando las instituciones (sobre todo la presidencial). Y el llamado de AMLO hace unos meses, de no desestabilizar al gobierno de Peña Nieto, no ayuda para nada a que Peña Nieto rectifique esta medida.
Contra quienes sostienen que hay que esperar hasta el 2018 para lograr un cambio, Desde la Izquierda Diario y el MTS, opinamos que esta política frenaría el sentimiento anti Peña Nieto y haría retroceder un movimiento al que diariamente se suman muchos, dándole a su vez oxígeno al gobierno. Por lo que hay que extender la movilización, pues pensamos que es necesario ser millones en las calles, unificando la lucha a nivel nacional hasta llegar a la huelga general política para que se vaya Peña, mediante la unidad y la movilización revolucionaria de los trabajadores y el pueblo pobre.
Un gobierno de las organizaciones obreras y populares, impuesto con la acción y la auto-organización de los de abajo, podría no sólo construir nuevas refinerías, sino renacionalizar Pemex y toda la industria energética bajo control de sus trabajadores, echar abajo las reformas estructurales y acabar definitivamente con la “casta política” corrupta y asesina, que vive a costa del erario público y entrega los recursos nacionales.
En ese camino, es fundamental que las organizaciones obreras que se reclaman democráticas y combativas, junto a las organizaciones campesinas, indígenas, estudiantiles, populares y de izquierda, impulsemos un gran Encuentro Nacional de Organizaciones donde se discuta un plan de acción unificado, preparando un Paro Nacional como primera medida contra los planes de Peña y el imperialismo estadounidense.
Sabemos que muchos compañeros que se han hecho parte del movimiento contra el gasolinazo, aun no comparten nuestra perspectiva y confían en que un futuro gobierno del Morena, encabezado por AMLO, podría beneficiarnos. Pero el ataque contra nuestros derechos y condiciones de vida se agrava día con día y no podemos seguirlo tolerando. Por eso le proponemos a las bases del Morena exigirles a los dirigentes de su partido que convoquen y se sumen sin ninguna mezquindad a movilizaciones contundentes, masivas y unitarias.