×
×
Red Internacional
lid bot

Educación. Los ajustadores responden: "Basta de hacer política, den clases"

La amenaza bajo torturas que recibió la maestra ayer en Moreno, es para instalar la misma idea que quieren dejar gobiernos y funcionarios contra el conflicto educativo que sigue en escuelas y universidades

Larisa Pérez

Larisa Pérez Abogada @Larisaperez_

Jueves 13 de septiembre de 2018

Este es el mensaje que recibió Corina De Boris, maestra del CEC 801 de Moreno. La agarraron, la subieron a un auto, la torturaron y escribieron en su abdomen con un punzón “ollas no”. Ya había recibido amenazas con los mismos mensajes, mientras que el gobierno de Macri y de Vidal atacaban los reclamos docentes.

No son hechos aislados. Todos los días vemos a Cambiemos enfrentar a los docentes que exigen el aumento de paritarias –en medio de una situación con alta inflación y tarifazos- que se organizan y salen a las calles junto a padres, madres, vecinos y chicos luego de la explosión que arrebató las vidas de Rubén y Sandra en Moreno, municipio gestionado por Walter Festa del Frente Para la Victoria.

Es un plan de conjunto. Las frases también se repiten en la boca de funcionarios, rectores universitarios y medios de comunicación para terminar con la pelea de docentes universitarios, en un intento por sacarle legitimidad a las medidas de lucha. Especialmente contra el movimiento estudiantil que se puso al hombro el reclamo, apoyando a los docentes con tomas de facultades, asambleas y marchas masivas en todo el país.

Biglieri, el decano de Psicología de la UBA, ayer afirmó en una entrevista con Eduardo Feinmann que la toma de la facultad es por parte de un grupo de militantes aislado, que lo hacen con “fines políticos” y con el objetivo de que no se dicten clases. ¡Cómo si la decisión de hundir a la educación pública no fuera una decisión política! La cuestión es la política de quienes. También en Córdoba el rector Juri atacó la lucha educativa.

El propio Consejo Superior, organismo de co-gobierno de la UBA, resolvió repudiar las medidas de lucha y advertir sobre la posible pérdida del ciclo lectivo. Cualquier similitud de esas declaraciones con las amenazas que recibieron las docentes en Moreno, no es casualidad. Esa es su política.

No se puede esperar otra cosa de una casta de profesores que representan a una minoría en las universidades, mientras la mayoría que son los docentes y estudiantes quedan sub-representados y por ende la toma de decisiones queda en manos de un selecto grupo de privilegiados. Un sistema totalmente antidemocrático.

El movimiento estudiantil que empezó a luchar junto a los docentes sigue en pie bancando las asambleas, movilizaciones y tomas, porque la paritaria que firmaron los gremios FEDUN (PJ) y CONADU (K) el viernes pasado deja el salario perdiendo frente a la inflación, y porque no hay respuesta al ahogo presupuestario. Al contrario: el plan del FMI y el presupuesto 2019 será un ataque mayor.

Los ejemplos de organización estudiantil desde los cursos, comisiones de base, decidiendo con métodos democráticos cómo continuar la pelea, y en asambleas interestudiantiles para coordinar, son la clave. Que los centros de estudiantes dejen de ser proveedores de café y fotocopias, y que sean herramientas de organización y lucha que se plante frente al régimen universitario para darlo vuelta, y salir a derrotar el ajuste junto a los trabajadores. Esa es nuestra política.

Te puede interesar:No esperes al 2019 es necesaria una juventud anticapitalista

Para el nivel de ataque que pusieron en marcha el FMI, Macri y gobernadores del PJ, para votar el presupuesto 2019, no basta solo con el recorte. Además necesitan quitarle el extendido apoyo popular a los reclamos mediante campañas de mentiras, ataques y queriendo instalar que son grupos de militantes aislados, violentos. Será el modus operandi frente a cada reclamo.

Los ajustadores responden, se redobla la apuesta

Es la respuesta a un movimiento que empezó a resistir, a organizarse, a tomar las calles, que no deja que les pisen la cabeza y embarguen su futuro ni su presente. Los docentes siguen peleando por sus paritarias y hoy salen a las calles miles en una nueva marcha educativa.

El Gobierno atraviesa una tormenta que se convirtió en huracán, mostrando su debilidad para llevar adelante los planes de ajuste sobre trabajadores y juventud. Solos no pueden.

Si no hay más crisis política para aplicar los planes, es por el rol de la oposición que responde al peronismo y las conducciones de los sindicatos, que en vez de plantear un plan de lucha del conjunto de los sectores que pelean contra los despidos y ajuste, aíslan y dividen las luchas, aceptando las condiciones del Gobierno tanto para el presupuesto 2019 como en las peleas de los trabajadores telefónicos, del subte y ahora docentes universitarios.

Cuantas más fuerzas salen para derrotar el plan del FMI y Cambiemos, más se juegan a contener. ¿Qué pasaría si se pararan universidades, escuelas, pero también los bancos, los puertos, el transporte, todas las dependencias estatales, y se llamara a movilizar contra el acuerdo del FMI y del presupuesto?

De la defensa de la educación pública a derrotar el ajuste

La lucha educativa puede contagiar a otros sectores de trabajadores, y que ya no puedan contenerlos con el miedo a la desocupación ni con las burocracias sindicales atornilladas en sus sillones, lejos de lo que viven la mayoría de los trabajadores. Hay que retomar las fuerzas necesarias para superar esas conducciones que les dejan las manos libres para ajustar.

Si ellos muestran los dientes, hay que redoblar la apuesta. El movimiento de mujeres mostró una fuerza enorme, pero se encontró con enemigos duros el 8A cuando los dinosaurios del Senado votaron, contra los millones movilizados, que el aborto siga siendo clandestino. No fue suficiente.

Por eso hoy para derrotar el ajuste es necesario plantear la unidad del conjunto de los docentes en lucha con el movimiento estudiantil y los trabajadores del sector público, que ya están luchando contra los despidos y el vaciamiento, como en el Hospital Posadas, en el Astillero Río Santiago, y en el Estado.

Que esa unidad convoque al conjunto de los trabajadores al paro nacional activo, con un plan de lucha hasta derrotar el ajuste que acuerdan entre Cambiemos y el peronismo. Es la fuerza que temen, porque es la que puede quitarle las ganancias a los empresarios y buitres financieros, dejando de pagar la deuda pública y reorganizando la economía para responder a las necesidades populares de educación, vivienda, trabajo y salud.