Esta semana, el secretario general de Puyalón de Cuchas, Daniel Lerín Cristóbal, hacía público en la web y en el Facebook de la organización un comunicado en el que daba a entender la posible salida de su grupo de la coalición electoral Zaragoza en Común (ZeC).
Viernes 2 de febrero de 2018
Por el momento, el comunicado, que fue publicado también por Arainfo, solo ha sido firmado por el Secretario General de la organización. Y en él tampoco se especifica ni aclara en ningún momento si se ha hecho o no, si se abrirá un periodo para el debate interno o si se ha tomado una decisión en firme. De confirmarse la salida, implicaría una importante crisis en una de las “patas izquierda” de ZeC.
Puyalón, que tiene diez años de existencia a causa de la ruptura de un sector de la juventud de Chunta Aragonesista, es una pequeña organización aragonesa que defiende el derecho a la autodeterminación y la independencia de Aragón, y se reivindica del anticapitalismo y el socialismo. Desde el 2015 viene siendo parte de la coalición electoral Zaragoza en Común que junto a Podemos e IU Aragón formaron para ingresar al consistorio zaragozano. En 2016, Puyalón también se presentó a las elecciones generales coaligado a la formación de Pablo Iglesias bajo el nombre “Chuntas Podemos”.
En el breve comunicado, donde hace un brevísimo repaso muy general de los diez años de Puyalón, Lerín plantea que en la actualidad y ante una realidad cambiante “no queda otra que volver a reestructurar la organización”. Al parecer en su opinión, “tras un periodo (intenso) de participación en frentes amplios electorales (2015-2016), no pudimos (ni nos dejaron) tener más incidencia. Vemos agotadas nuestras esperanzas en espacios de confluencia diversos -en Zaragoza, Uesca, etc.-. La temerosa izquierda institucional incumple o deja hacer, quedando en papel mojado muchas de las cuestiones que son parte de nuestro ADN político (laicismo, disolución de la UAPO en Zaragoza, Averly, Torre Ebrosa, oficialidad del aragonés y catalán...)”.
Por otro lado, justificando la entrada en la coalición neorreformista, Lerín sostiene que después de su salida de Chunta Aragonesista se les “estigmatizo con el riesgo de quedarnos guetificados, pero desde 2015 hemos demostrado tener altura de miras y ceder mucho, quizá demasiado”, ya que según Lerín “el ‘purismo’ no lleva a ninguna parte, sobre todo cuando partes desde la minoría”.
Por el momento, estas son las únicas declaraciones del portavoz de Puyalón, tras casi tres años de participación del “anticapitalismo” en la coalición neorreformista y en el gobierno municipal. Aunque habría que esperar a ver las posibles diversas opiniones de la organización, las declaraciones son un mal augurio.
No solo por la poca profundidad del balance, sino porque de momento no se ve tampoco una crítica más profunda a la estrategia política que ha pesado en Puyalón. Una estrategia que le ha llevado a liquidar los elementos de programa anticapitalista que reivindicaron en sus inicios en pos de ganar un espacio institucional, que no ha servido ni tan siquiera para crear una relación de fuerzas por fuera de las instituciones que haga frente al Régimen del 78, como en muchas ocasiones hemos cuestionado en las páginas de este diario. En realidad, su gestión no se ha alejado mucho de cualquier gestión que pudiera hacer el PSOE.
Por otro lado, ese balance debería dar cuenta no solo de los aspectos que comenta Lerín, sino de otros muchos temas que son centrales como el pago de la deuda, la remunicipalización de las contratas, la firma de los presupuestos, los pactos de gobernabilidad con el PSOE o el rol que jugaron Podemos e IU en la cuestión catalana, sabiendo que la autodeterminación nacional es la principal demanda democrático radical e histórica del grupo de Puyalón.
El comunicado de Lerín no es casual. Se da en el marco de la crisis que atraviesa el neorreformismo por el repunte electoral de Ciudadanos y el descalabro que ha sufrido Unidos Podemos en Cataluña y también en las encuestas. Pablo Iglesias achaca el “giro monárquico” de la situación a que Pedro Sánchez haya renunciado ser su socio de gobierno. Pero cabe preguntarse, ¿qué responsabilidad política tiene Podemos en todo esto, teniendo 67 diputados y cientos de cargos públicos y con gobierno en ciudades importantes?
La realidad es que Unidos Podemos en ningún momento se ha propuesto enfrentar abiertamente al Régimen del 78. Por ello buscó como única solución milagrosa la formación de un gobierno en coalición con el PSOE. Lo que ha permitido dejar la puerta abierta a una recomposición de los social liberales y un ascenso de la derecha de C´s, que hoy busca perfilarse como la “solución” de las masas. Pero esta crisis no solo afectó a Unidos Podemos, sino también a sus “socios menores”. Según recoge el Heraldo de Aragón, ZEC también sufriría un duro golpe en intención de voto frente al ascenso de Ciudadanos y el PSOE.
Es por esta razón que el balance de los “anticapitalistas” de Puyalón dentro de Zaragoza en Común, si quisiera ser profundo, debería partir inevitablemente de esta situación de crisis a la que ha llevado la estrategia de Podemos. Por otro lado, Puyalón no ha sido el único que “cedió mucho”, como dice Lerín. Con el fin de adaptarse al nuevo reformismo, diversas organizaciones que se reclamaban del anticapitalismo (entre ellas el colectivo de “Anticapitalistas”) acabaron liquidándose organizativa y políticamente dentro de Podemos.
Desde este punto de vista, aunque sería un paso positivo una posible salida de los compañeros y compañeras de Puyalón de la coalición política que venían teniendo con Podemos e IU, sería un paso en falso si no implicara una crítica profunda a la estrategia política que le ha llevado a adaptarse al neorreformismo españolista de Pablo Iglesias y Alberto Garzón e, indirectamente, a uno de los principales partidos del Régimen como es el PSOE. Por el momento, habrá que esperar a que Puyalón haga públicos sus balances y documentos políticos.
Desde los que nos reivindicamos revolucionarios y no solamente anticapitalistas, también vemos el peligro de “guetificarnos” o el peligro de tener una política autoproclamatoria, pero creemos que esto de ningún modo se resuelve, ni mucho menos, renunciando a los principios políticos. Es por esa razón, que las y los militantes de la Corriente Revolucionaria de las Trabajadoras y los Trabajadores (CRT) impulsamos desde 2015 la alternativa anticapitalista “No Hay Tiempo Que Perder” junto con otras organizaciones y colectivos que se reivindican del anticapitalismo revolucionario. Y más recientemente, hemos difundido un llamamiento. con el objetivo de abrir un debate fraternal sobre el balance de la izquierda con el resto de agrupaciones políticas que defienden una perspectiva de independencia de clase. Queremos romper la “guetificación” de la izquierda revolucionaria y anticapitalista, pero en base al desarrollo de la lucha de clases y un programa obrero, internacionalista y revolucionario.
Asier Guerrero
Delegado sindical de CGT Telepizza y militante de CRT