Los chalecos amarillos bloquearon las carreteras de distintos puntos del país, y el ingreso de tres grandes fábricas y almacenes. El gobierno envió a la Gendarmería. Los manifestantes preparan la próxima jornada del Sábado.
Miércoles 12 de diciembre de 2018 13:35
Los chalecos amarillos franceses han denominado cada una de las acciones que vienen realizando los días sábados como "Actos". El Acto primero tuvo lugar el 17 de noviembre y ya se prepara el Acto V, para este sábado 15 de diciembre. Sin embargo, que las acciones se concentren los días sábados no implica que el resto de la semana los chalecos amarillos se queden cruzados de brazos. Muy por el contrario cada día Francia amanece con bloqueos en las rutas de todo el país.
A este panorama se sumó en las últimas semanas el bloqueo al ingreso de las instalaciones de distintas fábricas y almacenes, que este martes y miércoles tuvieron como protagonistas a varias de las más importantes y emblemáticas como Airbus, Amazon, y Louis Vuitton.
En Toulouse, donde las movilizaciones de los fines de semana vienen creciendo, junto a la salida de los estudiantes secundarios y universitarios, los chalecos amarillos bloquearon este miércoles la planta de logística de Airbus y luego se dirigieron al almacén de Amazon para frenar el ingreso y egreso de camiones.
Los almacenes que se encuentran en las afueras de la ciudad fueron bloqueados por algunos centenares de manifestantes, y el gobierno envió inmediatamente helicópteros de la Gendarmería y miembros de la policía antidisturvios para reprimirlos.
En la puerta de la fabricante de aviones Airbus, la Policía le dio a los manifestantes un ultimátum de 10 minutos para que levantaran el bloqueo.
La gendarmerie et les CRS sont arrivés sur place, au pôle logistique de Airbus pour déloger les Gilets jaunes . Ils ont 10 minutes pour quitter les lieux pic.twitter.com/XTppgEEyZx
— Rémi Buhagiar (@remibuhagiar) 12 de diciembre de 2018
Esta es la forma en la que viene actuando el Gobierno que no ha podido convencer a los manifestantes con las concesiones mínimas que anunció el lunes. Ante la imposibilidad de frenar al movimiento, ha recrudecido la represión, como ya adelantó el último sábado con un operativo brutal de 90.000 policías en todo el país y vehículos artillados de Gendarmería en París.
Ante el ultimátum de la policía, los chalecos amarillos mantuvieron el bloqueo todo lo posible y luego se fueron a cortar los accesos al almacén de la gigante del comercio electrónico, Amazon.
En ambas plantas los manifestantes impidieron durante horas el ingreso y egreso de camiones.
En la mañana del martes por su parte tuvo lugar el bloqueo de la fábrica de Louis Vuitton. El grupo de chalecos amarillos decidió bloquear con neumáticos y palets de madera los ingresos a la fábrica. Uno de los manifestantes afirmó "Vuitton es el lujo y, sin embargo, los empleados que fabrican los productos que se venden por mucho dinero tienen que esforzarse para llegar a algo más que el salario mínimo".
Sus demandas también estuvieron presentes en los bloqueos de este miércoles, no solo sobre el aumento del salario mínimo, sino por la reinstauración del impuesto sobre la fortuna para los más ricos (en el caso de Amazon, pedían que la empresa tribute en Francia), y por la democratización institucional contra un sistema que consideran putrefacto, incluyendo también un "Referéndum de Iniciativa Ciudadana" (RIC). Estas y otras demandas demuestran que el anuncio de Macron no logró el efecto deseado y que el movimiento sigue su curso.
El bloqueo de chalecos amarillos a fábricas importantes es un elemento muy potente. Es una acción que se podría multiplicar aún más si a los bloqueos desde el exterior, que impiden la circulación de mercancías y entorpecen la producción, se le sumara un bloqueo interno de parte de los trabajadores mediante una huelga.
El próximo 14 de diciembre, cuando varias de las centrales sindicales llaman a una jornada de paros, se puede producir esa unidad de los chalecos amarillos y los rojos (por el color de las pecheras de los trabajadores sindicalizados). A pesar del rol de las direcciones sindicales, que hicieron todo lo posible por garantizar la paz social con el gobierno y evitar que los trabajadores confluyan con los chalecos amarillos, puede que este viernes veamos una muestra de la unidad entre trabajadores y chalecos amarillos, y que sea un anticipo del Acto V que se prepara para el sábado.