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Red Internacional
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Los claroscuros del proyecto Agua Saludable para la Laguna

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, acudió este fin de semana a la ciudad de Lerdo, Durango, para supervisar los avances del proyecto Agua Saludable para la Laguna, el cual lleva un avance del 51 por ciento.

Miércoles 2 de agosto de 2023

El proyecto Agua Saludable es un conjunto de obras integradas por una planta de bombeo, una planta potabilizadora, una presa derivadora, tanques de almacenamiento, acueductos y ramales de distribución, con un costo de infraestructura de 14 mil millones de pesos.

Agua Saludable para la Laguna es una obra que, según el discurso gubernamental, intenta solucionar el problema del hidroarsenicismo (arsénico diluido en el agua para consumo humano) derivado de la sobre explotación de los mantos acuíferos, el cual esta ocasionando enfermedades graves a los laguneros, entre ellas el cáncer.

Sin embargo, este proyecto magno es solo un paliativo, pues no resuelve de manera real el problema subyacente a la contaminación del agua freática por arsénico, en una región semidesértica que además se encuentra en estrés hídrico.

El hidroarsenicismo es desde hace 40 años un problema endémico para la región, pues la sobre explotación de las cuencas de agua se ha acelerado en consonancia con el incremento del cambio del uso de suelo para fines agroganaderos, catalizado por las reformas a las leyes relacionadas con la propiedad de la tierra, impulsadas por Carlos Salinas de Gortari.

La presencia del arsénico y otros metales en el agua, tanto de los mantos freáticos como de la superficial, se origina porque actualmente se tiene que sustraer el vital liquido desde 400 metros bajo tierra, donde se encuentran los metales, mientras que en la década de 1950 solo bastaba excavar 50 metros para sacar agua.

De ahí que Agua Saludable para la Laguna sólo patee el problema hacia adelante, pues solo intenta mejorar la calidad de agua sustituyendo el abastecimiento domestico del agua desde el acuífero por la del Rio Nazas, dejando intactos los intereses de la agroindustria, ya que el proyecto no contempla acabar con la sobreexplotacion del agua subterránea.

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Rodear el problema para no enfrentarlo

De los 2 mil 600 pozos de agua oficialmente registrados por Conagua (el total es mayor porque existen también pozos clandestinos), Agua Saludable para la Laguna únicamente sacará de operación a 160 pozos, es decir, menos del 10 por ciento. Excluyendo además los pozos que son para uso agroganadero y retirando sólo los que existen para uso urbano.

Esto es un problema grandísimo ya que, como han insistido las organizaciones en defensa del agua en la Región Lagunera, y hemos repetido sin cansancio en este espacio, el 80 por ciento del agua disponible se usa para fines ganaderos, dejando solo el 20 por ciento para usos urbanos, que incluyen hogares y fábricas.

Y es que, del acuífero subterráneo se extraen anualmente 931 millones de metros cúbicos de agua, cuando solo capta cada año 519 millones. Esto quiere decir que el agua se esta acabando por la constante sobre explotación por parte de la industria ganadera.

Esta afectación se hace mas crítica cuando se observa que, a causa del cambio climático que nuestro planeta enfrenta, las altas temperaturas son más frecuentes y las lluvias registran en la región cada año una frecuencia menor, y esta tendencia se instalará a medida que no se revierta el daño a la naturaleza.

Por tanto, se espera que cada año ingrese menos agua a los mantos, redundando en un vertiginoso avance del estrés hídrico en la región.

Ante esto, causa indignación el accionar con dolo de funcionarios como Gabriel García, coordinador del Proyecto de Agua saludable, quien respondió cuando se le cuestiono respecto a este problema que “son decisiones que no se tienen que tomar por ahora”.

Pero además de que este proyecto es insuficiente, es limitado, pues no abarca a todas las localidades que enfrentan el hidroarsenicicmo como problema de salud publica. Por ejemplo, las localidades Rodeo y Cuencamé, pertenecientes al estado de Durango y que, según estudios de laboratorio, reportan la presencia de arsénico en el agua por encima de lo permitido por la Norma Oficial Mexicana, quedaron fuera de los municipios beneficiados por Agua Saludable.

Por otra parte, las organizaciones sociales han hecho hincapié en la incompetencia de la Conagua para dar respuesta a la sobreexplotación de los mantos, pues sólo cuentan con tres inspectores para revisar más de dos mil fuentes de abastecimiento del vital líquido.

Agreguemos que tampoco la Secretaria de Salud tiene estudios epidemiológicos que den cuenta de la real crisis de salud que la Laguna enfrenta por culpa de la industria lechera.

De tal suerte que, a pesar del optimismo en las declaraciones del presidente de la republica, el principal objetivo de Agua Saludable es dejar intactos los intereses del emporio lechero que manda en la región, ante el descontento fermentado entre la población por la contaminación del agua la escasez de esta en los hogares.

Por ello, el proyecto se convierte un problema mas para los trabajadores, campesinos del pueblo de La Comarca, pues mientras se patee el problema para delante, se hará cada vez mas difícil solucionarlo.

Es indispensable una salida radical, del mismo tamaño de su propio problema. El nivel de agua de los mantos freáticos hoy día se encuentra a una profundidad que se esperaba alcanzar en 80 años.

Es urgente luchar organizándonos para imponerle al Estado que se expropien las tierras de la industria lechera, entregándolas a los trabajadores del campo. Paralelamente, obligarlo a que una Comisión de control de aguas y tierras sea la que planifique el desarrollo agrícola de la región, lo cual implica que esté integrada por representantes genuinos de los trabajadores del campo y la ciudad, del campesinado pobre y la población urbana. Así se podrá efectuar una reconversión del uso del suelo, diversificando los sembradíos para plantar árboles y vegetación coherente con el clima y el suelo de la región, en favor de las necesidades alimentarias de la población.Esto permitiría reducir radicalmente el volumen de extracción del agua, posibilitando que nuevamente los mantos se recarguen y recuperen en pocos años el nivel de agua que naturalmente tenían.

Estas medidas son el único camino para revertir el agotamiento de nuestros mantos, los cuales eran ricos en disponibilidad de agua antes de que los capitalistas industriales, extractivistas y, principalmente, LALA y sus precursores, convirtieran a la región en su gran establo.