El Instituto Nacional de Estadísticas(INE), acaba de entregar los datos de su Encuesta Suplementaria de Ingresos que realizó entre octubre y diciembre del año pasado. Las cifras entregadas muestra la crítica situación de los salarios en el país, y a pesar el crecimiento que expresaron en mayo los sueldos, frente a la inflación por sobre el 10% se ha expresado el deterioro en el poder adquisitivo de las familias trabajadoras. Sin dudas la crisis la seguimos cargando las y los trabajadores, mientras las grandes centrales como la CUT están más preocupadas por la campaña hacia el plebiscito mientras se mantienen pasivas ante la situación crítica de millones de trabajadores.
Martes 26 de julio de 2022
Según el informe elaborado por la Cámara de Comercio de Santiago(CCS), durante el mes de mayo, los ingresos laborales(medidos como masa salarial [1]) anotó una expansión de 6,8% respecto al mismo mes durante el año 2021 y tres décimas más que en abril.
Sin embargo, según el mismo informe se registró una caída en los salarios reales de -1,8%, el cual condicionado por el factor inflación deterioró el poder adquisitivo de las familias trabajadoras. Esto sigue marcando la tendencia que expresamos en notas anterioresdonde los sueldos cayeron como no caían hace 30 años y por debajo de los niveles previos a la rebelión popular del año 2019, cuando el salario mínimo era de $301.000.
Por lo que la inflación acumulada creció a un ritmo mayor al aumento de los sueldos, donde el nuevo salario mínimo “histórico” según el Gobierno de Boric y la CUT no ha podido hacer nada frente a la ya acumulada inflación en doce meses de 12,5%.
A esto se suman las críticas cifras del sueldo promedio en Chile, donde según la Encuesta Suplementaria de Ingresos del INE, la mitad de las y los trabajadores en el país durante el año 2021 ganó o menos de $457.000, y el promedio global fue de $681.000, lo que durante el año 2021 representaba un incremento de de 7,2%, sin embargo la inflación en ese tiempo fue igual de un 7,2%, por lo que los ingresos reales fueron igual a 0, mientras tanto la economía habría crecido un 11%, lo que expresa que los mayores ingresos fueron a para a los bolsillos de los grandes empresarios.
Otro de los aspectos irritantes en que 4 millones 121 mil personas reciben sueldos por hasta $457 mil, es que esa misma cantidad de trabajadores son las que se encuentran bajo las jornadas laborales más extenuantes a nivel nacional, donde el 17% trabaja 46 horas y el 49% entre 44 a 45 horas semanales, es decir el 66% de las y los trabajadores ocupados labora por más de 40 horas semanales.
Una CUT pasiva y preocupada del plebiscito, mientras las familias trabajadoras cargamos la crisis en nuestros hombros
Las direcciones sindicales de la CUT, se contentaron con el “histórico” aumento del sueldo mínimo firmado con el Gobierno de Boric. Un monto de $380 mil que a partir de agosto sería de $400 mil, el cual en términos reales de histórico nada tiene, primero porque como lo ha señalado la Fundación Sol en diversos estudios para sacar de la línea de la pobreza a una familia de cuatro integrantes, el sueldo mínimo bruto debería partir de los $630 mil, segundo lo histórico del salario ha sido comido completamente por la inflación, la cual durante todo este año pretende posicionarse por sobre el 10%.
Así mismo, las cifras indicada por la Encuesta del INE, muestra que el 50% de las y los trabajadores ocupados gana también por debajo de la línea de la pobreza, lo que expresa la crítica situación de los sueldos en este país.
No puede ser que las direcciones de la principal central que dirigen a 3.101 organizaciones sindicales a nivel nacional se mantengan en pasividad y totalmente alejadas de las urgencias de la población y las familias trabajadoras que entre bajos sueldos y extensas jornadas laborales seguimos cargando la crisis, mientras los grandes empresarios fugan capitales y en dólares lo que aumenta la inflación y devalúa el peso ante el dólar, repartiendo dividendos entre sus familias ante la nueva reforma tributaria propuesta por Boric.
Las y los trabajadores no podemos esperar a la implementación de la Nueva Constitución por la que se esmera en hacer campaña y ha volcado toda su fuerza la CUT, para resolver los problemas abiertos y que se han profundizado por la crisis económica, menos en un momento donde los partidos políticos tradicionales de estos 30 años, como así también Boric se preparan para una nueva cocina que busque moderar aún más la Nueva Constitución que no toca los pilares del capitalismo chileno, dejando totalmente de lado las demandas por las cuales salimos a las calles el 2019.
Lo que las familias trabajadoras necesitamos es resolver ya las urgencias que han deteriorado la economía de millones de familias, por lo que es es necesario que las y los trabajadores exijamos a las direcciones de la CUT, impulsar asambleas desde las bases junto a los no sindicalizados y sectores populares, donde discutamos un plan de lucha y un pliego de demandas para sortear la crisis, partiendo por luchar por el aumento generalizado de salarios y pensiones de $650 mil pesos, basta de salarios y pensiones de hambre por debajo de la línea de la pobreza; por el impuesto progresivo a las grandes fortunas para financiar un IFE para todos los cesantes; reajuste mensual de sueldos y jubilaciones según el costo de la Canasta Básica de Alimentos; nacionalización de las empresas de servicios como el Agua, Luz y Gas, terminando con lucro en los servicios de primera necesidad; control de precios en supermercados y grandes distribuidoras, la especulación con los alimentos debe terminar; y por la nacionalización de la banca y monopolio del comercio exterior, los grandes empresarios y familias más ricas del país no pueden seguir fugando capitales al extranjero donde se encuentra sus paraíso fiscales.
[1] La masa salarial mide los ingresos laborales de los trabajadores asalariados sobre la base del comportamiento de las remuneraciones reales y del empleo que informa el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).