El próximo lunes la Cámara de Diputados brasilera discutirá si mantiene o anula el mandato y los derechos políticos de Eduardo Cunha, quien encabezara el proceso de impeachment contra Dilma.
Sábado 10 de septiembre de 2016
A pesar del escenario desfavorable, el expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha (PMDB) y sus aliados intentan articular una forma de aprobar en el plenario una pena alternativa frente a la posibilidad de anulación de su mandato. La mayoría de los diputados federales declaró que votará por la anulación del pemedebista en la sesión pautada para el próximo 12 de septiembre.
Los aliados de Cunha utilizan como caso testigo el juzgamiento en el Senado de la expresidenta Dilma Rousseff que si bien fue destituida, conservó los derechos políticos y con ello la posibilidad de ser electa para cargos públicos. Varios diputados también hicieron pública su posición de aplicar una pena más blanda o incluso la preservación de sus derechos políticos.
El desarrollo final que siguió la destitución en el Senado abre la posibilidad, según entienden los diputados aliados a Cunha, de presentar posibles enmiendas al informe ya aprobado en el Consejo de Ética. Caso este parecer prevalezca, puede ser aplicada una pena más blanda, como la suspensión del mandato por unos meses o la anulación sin la perdida de los derechos políticos por ocho años.
A pesar de la complicada situación, la situación no es más grave porque Cunha mantiene fieles aliados en los partidos “del centro” y del PMDB, partido al cual está afiliado. El bloque en defensa de Cunha se concentra en los siguientes partidos: el PMDB, PP, PR, PSD, PRB, PTB y SD. Sólo en el PMDB y en el PP, cerca del 80% de los diputados no se pronunció a favor de la anulación del mandato. La anulación de Eduardo Cunha fue una maniobra de los golpistas para dar una apariencia democrática al golpe institucional. Ahora los golpistas están haciendo mil y una maniobras en el Senado para salvar al diputado.
Esto muestra que si dependiera de los políticos y de jueces como Sérgio Moro al frente de la Operación Lava Jato, la impunidad de políticos como Eduardo Cunha estaría garantizada. Tal como denunciamos en Esquerda Diário, la derecha que salió a las calles gritando “somos millones de Cunha”, participó de los mismos esquemas de corrupción en los que el PT estuvo involucrado
Como a los partidos del orden, la crisis política que el país está viviendo también afecta al “gran centro”. Condenar a Eduardo Cunha con la anulación de su mandato y la pérdida de los derechos políticos sería desgastar un ala del Congreso que mantiene millones de lazos con los empresarios y las elites oligárquicas regionales. Para los políticos burgueses esta ala es extremadamente importante para que avanzar en futuros acuerdos y continuar con la política del “toma y daca”.
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Como venimos denunciando, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado existen cientos de Cunha. La investigación a Cunha se viene realizando a través de la Operación Lava Jato, el mismo equipo de Sérgio Moro que le devolvió el pasaporte a la esposa de Cunha, involucrada en los escándalos del marido. Sabemos que detrás de este escenario, el presidente golpista Michel Temer anunció medidas de ajuste a la medida de las exigencias del imperialismo y por tanto puede en la coyuntura retroceder en las investigaciones que involucran al PMDB. Para combatir la impunidad de los políticos y jueces de los capitalistas, es necesario enfrentar a todo este régimen político con la movilización de los trabajadores y los sectores populares, para imponer una Asamblea Constituyente que discuta todos los grandes problemas del país, como parte de una política independiente de los trabajadores y el pueblo pobre.