Docentes de toda la provincia se trasladaron hasta la sede de gobierno para exigir una paritaria digna y que la crisis no la paguen los trabajadores.
Jueves 12 de marzo de 2020 19:18
La calurosa capital santafesina rondó durante la mañana los 36º centígrados. Pero la movilización docente, en el marco de la segunda jornada de paros de 48hs, mostró una “sensación térmica” superior.
Se debe a que la docencia ve amenazado su magro poder adquisitivo con propuestas salariales que ni siquiera pardan la inflación. A la irrisoria paritaria nacional del 13%, se le sumó la provocadora propuesta provincial de un 3%. No ser pobre implica trabajar tres cargos o tener changas por fuera de la escuela.
Parece razón suficiente para que la bronca no solo carcoma a los “extraños”, afines al gobierno anterior de Miguel Lifschitz, sino que recorra también a los “propios” que pusieron su ya golpeada esperanza en un gobierno peronista que nacional y provincialmente prometía terminar con el ajuste y recuperar lo perdido bajo el gobierno macrista.
No es casual que en las redes sociales y en las propias movilizaciones, compañeros y compañeras que adhieren en distinto grado a la conducción provincial de Sonia Alesso, quien realizara campaña abierta por y para el peronismo, muestren un descontento que comienza a poner nerviosos a algunos dirigentes sindicales.
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La propia Sonia Alesso mostró en pocos días una mutación discursiva que muestra tanto olfato como preocupación. El 22 de enero decía ante los medios, y en clara sintonía con el poder ejecutivo nacional y provincial, que “la cláusula gatillo fue útil, pero que no es la panacea universal”. Diez y nueve días después, en el paro y movilización de hoy, sostuvo que: “Acá no está en discusión el tres, el cuatro, el siete o el diez por ciento o lo que fuera. Lo que está en discusión acá es si somos los trabajadores a los que nos quieren hacer pagar el costo de la crisis (…) no vamos a parar hasta que haya una propuesta que pueda ser considerada por los docentes y que tenga que ver con estar por encima de la canasta familiar y que no nos haga perder poder adquisitivo”.
Pese al viraje verbal, no parece dar tranquilidad a las bases. Y es que la historia parece repetirse como un disco viejo.
• Primer acto: el gobierno dilata las reuniones paritarias hasta que se hace imposible comenzar las clases sin conflicto;
• Segundo acto: el gobierno convoca y el gremio va sin asambleas previas -es decir sin mandato de las bases- y sin propuesta salarial que continúa con una oferta vergonzosa por parte del gobierno motivando la bronca y los paros;
• Tercer acto: el gremio que sigue sin consultar a las bases cuál es la mejora salarial, laboral, edilicia, etc., que considera vital la docencia, moviliza a Santa Fe Capital donde realiza discursos encendidos;
• Cuarto acto: los discursos de barricada son continuados por una o dos semanas de tregua ya que no hay ni plan de lucha ni asambleas;
• Quinto acto: aparece la famosa “propuesta superadora” junto a la amenaza de descuentos y es la conducción gremial la que propaga el miedo y la resignación forzando a que el conjunto de la docencia acepte seguir pagando la crisis que dos semanas antes prometían no descargar sobre nuestras espaldas.
• Bonus track: el argumento es que no dan las fuerzas para pararle la mano a los gobiernos y mucho menos recuperar lo perdido, mientras un tercio de las provincias luchas aisladas una de otra. ¿Adivine quién conduce la central nacional que podría evitar esa división? Sí, acertó.
Gustavo Teres, Secretario General del opositor departamento Rosario, se diferenció de la conducción provincial señalando que: “En esta lucha tenemos que defender el poder de compra de nuestro salario y tenemos que defender a la educación pública. Y tenemos que tener claro que el carácter de esta crisis tiene responsables, y si con nuestra lucha no señalamos que uno de los problemas más grandes que tenemos no solo en nuestra provincia sino en todo el país, es el pago al Fondo Monetario Internacional, difícilmente vamos a tener éxito. Entonces el planteo nacional es nacionalizar los conflictos. Hay muchas provincias en conflicto, y aunque algunas no lo estén, están en una situación problemática. Y en nuestra provincia, unidos a los trabajadores de la salud, con los trabajadores de la educación privada, para seguir peleando por cada una de nuestras demandas”.
Sin embargo, este camino, reivindicado por tantos compañeros y compañeras de toda la provincia, y en especial de las seccionales independientes como Rosario, Caseros, Belgrano y General López no ha logrado dar pasos audaces. La sensación de compañeros y compañeras es que con las históricas medidas de los sectores combativos no alcanza para cambiar la repetitiva música de la conducción provincial.
Por eso, desde la Agrupación Marrón (PTS - Frente de Izquierda Unidad) se lanzaron varias propuestas urgentes.
En primer lugar, no aceptar la tregua de Alesso y realizar clases públicas o asambleas abiertas y simultáneas en toda la provincia. ¿Se imaginan a Rosario, Villa Gobernador Gálvez, Santa Fe, Rafaela, Venado Tuerto o Reconquista teniendo 30 o 40 clases públicas en la que convoquemos a estudiantes y la comunidad a hacer visible el conflicto y cuál es nuestro reclamo? El poder político se vería realmente afectado ante la virtual paralización de las principales ciudades de la provincia. Este podría ser el primer paso para afectar al poder económico de la provincia como lo hiciera la docencia de Chubut o Santa Cruz al realizar cortes de rutas claves que afectan al negocio petrolero. Afectando a las grandes cerealeras y acceso a los puertos estaríamos en muchas mejores condiciones para conquistar nuestros derechos.
En segundo lugar, proponemos la convocatoria a un Encuentro o Plenario Provincial de las seccionales opositoras, delegades y activistas opositores a la conducción provincial de Amsafe. Creemos que sin la coordinación desde las bases de los departamentos Rosario, General López, Caseros y Belgrano estamos en peores condiciones para ser una alternativa a la Celeste. Una Encuentro de este tipo fortalecería a los sectores combativos de los 19 departamentos. Permitiría el surgimiento de jóvenes activistas que den un nuevo impulso a la oposición. Cada vez son más las compañeras y compañeros que ven el rol de subordinar nuestro gremio a los gobiernos de turno que cumple la Celeste. Es fundamental poder canalizar ese descontento en una oposición que se plantee como alternativa de dirección en la lucha actual.
Estas dos propuestas novedosas, podrían revitalizar y potenciar la fuerza de los sectores combativos, superar las fronteras de los propios departamentos sumando muchos compañeros y compañeras a la pelea, y a la vez, conquistar poderosos aliados como la comunidad educativa, a estudiantes de todos los niveles y trabajadores que entienden en carne propia la lucha y la tarea cotidiana de las y los obreros de la tiza. La rebelión de base en Tucumán prende las alarmas en los cómodos sillones de todas las provincias. Parece una preocupación prematura, sobre todo si los sectores combativos no presentamos una alternativa radical.