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Red Internacional
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Mundo Obrero. Los mineros de Teruel luchan por su futuro

Tras varios años de continua pérdida de empleo, la minería de Teruel sigue luchando por su futuro. Éste se presenta “negro”, como el carbón que arrancan diariamente a la mina.

Miércoles 1ro de junio de 2016

Los mineros de Teruel vuelven a estar en “pie de guerra”, en lucha constante por su propia supervivencia. Llevan toda la vida peleando por mantener sus puestos de trabajo y ahora deben dar la batalla definitiva.

Posible cierre de todas las minas de la provincia

En Aragón, provincia de Teruel, hay cuatro explotaciones de carbón. Hay dos en Ariño, una de las cuales está en proceso de cierre y lo hará este año, otra en Foz Calanda y la cuarta en Estercuel. En conjunto dan trabajo a unas 400 personas y producen 1.484.000 toneladas de carbón, según datos del año pasado. Este carbón se quema íntegramente en la térmica de Andorra, donde trabajan otras 180 personas (que se quedarán en 140 después del plan de optimización de la compañía).

Ahora mismo esta central térmica requiere una inversión de 230 millones de euros para adaptar las instalaciones a la nueva normativa ambiental que entrará en vigor en 2020 y así alargar su vida útil. Si Endesa, ahora en manos de la italiana Enel, no realiza de inmediato esta inversión, la misma podría cerrar, dejando en la calle a casi 600 trabajadores, y varios cientos más indirectos (comercio y hostelería de la zona).

Como recientemente ha reconocido Marta Gastón, consejera de Economía del Gobierno de Aragón, ante unas preguntas parlamentarias de Podemos, no tienen un plan alternativo para estas cuencas mineras. Ella afirmó que: "Trabajamos de forma paralela en el plan de reindustrialización, pero nuestra prioridad, dados los plazos, es el alargamiento del funcionamiento de la central térmica de Andorra.” Además, acusó al Gobierno central en funciones del PP de no preocuparse "ni por el futuro" de las comarcas mineras, "ni por aplicar el plan del carbón" que firmó con la patronal y los sindicatos”.

Movilización general de toda la comarca

Las cuencas mineras turolenses ya han empezado a movilizarse contra este posible cierre. Hace unas dos semanas, salieron a la calle de forma masiva para reivindicar el futuro de la central térmica de Andorra, así como planes de reindustrialización "efectivos" que sean capaces de diversificar la economía de la comarca Andorra-Sierra de Arcos, donde la actividad minero-eléctrica del carbón sobrevive a duras penas y con escasas perspectivas. Cerca de 3.000 vecinos de todo el Bajo Aragón Histórico y representantes políticos de todos los partidos acudieron a la plaza del Regallo en la localidad de Andorra. Esta movilización fue convocada por la “mesa por el futuro y la reindustrialización de la comarca”, un foro formado por vecinos, empresarios, trabajadores y alcaldes. Como vemos, se trata de un verdadero frente de colaboración de clases, que hace que las demandas de los trabajadores, queden supeditadas a los de los dueños de las minas.

Lenta agonía de la minería en el Estado español

La gran reconversión industrial de los años 80 realizada por los gobiernos socialistas, cerró gran parte de las minas del Estado. El otro gran ataque contra este sector se dio en el 2012. Ese año, el gobierno del PP presidido por Aznar, anunció el cierre inmediato de la mayoría de las minas, como consecuencia del retiro de las subvenciones al sector. Esto provocó una heroica huelga indefinida de 65 días de todo el sector, que llevo a la gran “Marcha Negra” a Madrid, el 10 de Julio. La lucha se cerró, con un acuerdo de mínimos, que firmo la burocracia sindical de UGT y CCOO, que en su momento más álgido, decidió acabar con la huelga.

Este acuerdo, se basó en mantener las minas abiertas, gracias a subvenciones públicas hasta 2018, y mientras tanto buscar nuevos sectores productivos que dieran cabida a los que hoy en día viven de la minería. Estos son los llamados Plan Miner, que dan millones de euros para esta tarea. Sin embargo, vemos como este dinero, no sólo no es empelado para su cometido, sino que sirve para seguir engordado los beneficios de la patronal del sector, sin preocuparse del futuro a medio-largo plazo de sus trabajadores. Se trata de una cruda realidad reflejada en las regiones cuya industria minera, sidero-metalúrgica o naval se ha ido reconvirtiendo en las últimas décadas, y que hoy forman parte de las regiones del país más deprimidas económicamente y con mayores tasas de desempleo.

Todo el apoyo a los mineros en la lucha por su supervivencia

Quemar carbón no se puede sostener por mucho tiempo dado el grave impacto ecológico. Debe hacerse de forma muy urgente una transición hacia otro modelo. Sin embargo esta reflexión no puede obviar la tragedia social y laboral que llevaría la erradicación inmediata de esas ayudas para los y las trabajadoras de la minería y para las zonas mineras en concreto y más, en un contexto de fuerte crisis social y económica.

Para salvar su futuro, los mineros no pueden seguir bajo la “tutela de la burocracia sindical” y la unidad con la patronal. Es necesario que creen organismos de lucha desde las bases, y que estos sean elegidos democráticamente, levantando reivindicaciones independientes de la patronal.

Sólo la unidad de todos los mineros, y su organización democrática, podrán frenar el “negro” futuro que les preparan el gobierno y la patronal. El ataque es estatal y la lucha debe serlo también, proponiendo un programa de salida a la crisis del sector minero a favor de los trabajadores y la población pobre de las comarcas: la Nacionalización de las minas bajo control obrero.