A días del comienzo de las elecciones al parlamento europeo los ministro de la extrema derecha renunciaron este lunes al Gobierno austríaco en medio de un escándalo de corrupción.
Lunes 20 de mayo de 2019 15:42
La publicación de un video en el que el dirigente de la ultraderecha austríaca negociaba financiamiento ilegal a cambio de contrataciones del Estado, desencadenó una crisis en el Ejecutivo de Austria que derivó en el llamado a elecciones anticipadas y la renuncia en masa de todos los ministros del FPÖ.
Los miembros del ultranacionalista FPÖ en el Gobierno austríaco anunciaron este lunes su salida de la coalición que mantenían desde diciembre de 2017 con el centroderechista Partido Popular, en protesta por la destitución del responsable de Interior.
El FPÖ tenía hasta este lunes cinco ministerios en el actual Gobierno: Interior, Defensa, Exteriores, Transportes y Sanidad, cargos que ahora serán cubiertos por personal ligado al Partido Popular.
El FPÖ cumplió así su amenaza de salir del Ejecutivo, minutos después de que el canciller austríaco y líder del Partido Popular, Sebastian Kurz, anunciara que pediría el cese de Herbert Kickl en el Ministerio del Interior, para asegurar una investigación transparente del escándalo de corrupción que ha provocado la convocatoria de elecciones anticipadas.
Kurz justificó la destitución en que Kickl era secretario general y responsable de las finanzas del FPÖ cuando, en verano de 2017, se grabó el vídeo clandestino en el que el dimisionario líder de esa formación política y vicecanciller, Heinz-Christian Strache, se mostraba dispuesto a dar contratos públicos a empresarios rusos a cambio de financiación ilegal.
El canciller opinó que Kickl debería haber seguido el ejemplo de Strache y haber dimitido, para despejar cualquier duda sobre posibles intromisiones en la investigación.
El canciller anunció el sábado la convocatoria de elecciones anticipadas, que tendrán lugar en septiembre, al entender que tras el vídeo de Strache era imposible mantener la actual coalición.
El escándalo de la formación de extrema derecha tiene lugar a días del inicio de la ronda de votaciones para el Parlamento europeo en todos los países que forman parte de la unión. Las fuerzas de extrema derecha y populistas de derecha son las que venían ganando terreno y tenían posibilidades de extender su bancada en el Parlamento.
La salida de la extrema derecha del Gobierno austríaco no es un dato menor, ya que el FPÖ venía siendo uno de los pilares del armado de la coalición internacional que tiene al italiano Salvini y al húngaro Viktor Orbán como unos de sus armadores centrales. Salvini, que también recibe críticas de sus aliados locales del Movimiento 5 Estrellas por querer acaparar el Gobierno italiano, venía de mostrar su fortaleza en actos durante el fin de semana con otras fuerzas de la extrema derecha europea como Marine Le Pen de Francia. Una fortaleza que habrá que ver cómo queda tras el episodio austríaco.
El escándalo del FPÖ deja además al descubierto el discurso hipócrita de defensa de la soberanía nacional que tienen estos grupos, que mientras desatan la ira y el odio mediante la xenofobia y el racismo hacia los inmigrantes, están dispuestos a entregar contratos del Estado a empresarios rusos (o de otros países) a cambio de financiamiento ilegal para sus organizaciones.