Mientras Rafael Correa disfruta de sus vacaciones en Bélgica, trabajadores de Petro Amazonas se manifestaron frente al Palacio de Carondelet (Casa de Gobierno de Ecuador) contra los despidos en la petrolera estatal.
Sábado 3 de enero de 2015
Cerca de 200 trabajadores petroleros fueron despedidos durante el mes de diciembre en el oriente del país y también en la capital ecuatoriana.
"Somos 200 familias las que hemos quedado en la calle, sin trabajo. Muchos de nosotros estamos cerca de jubilarnos después de haber trabajado en la industria del petróleo por más de 20 años", explicó Remigio, portavoz de los despedidos.
"Somos los trabajadores más nuevos de Petro Amazonas, antes trabajábamos en empresas tercerizadas, por eso les es fácil despedirnos", agregó Jhon.
Los trabajadores se acercaron a la capital ecuatoriana el lunes pasado durante el cambio de guardia presidencial en la Casa de Gobierno (un espectáculo para turistas donde el presidente saluda desde el balcón) e hicieron oír sus reclamos frente a una fuerte custodia. Policías y funcionarios intentaron a toda costa impedir que mostraran sus banderas a los curiosos que se agolpaban para ver a los granaderos ecuatorianos desfilar.
Desde el balcón del Palacio de Carondelet, el ministro de Defensa Fernando "Corcho" Cordero reemplazó a Correa y saludó a la gente que estaba en la Plaza Mayor de Quito, pero cuando los petroleros comenzaron a gritar "respeto y estabilidad a los trabajadores", entró nuevamente haciendo oídos sordos a los reclamos.
"Correa dice que está haciendo cambios a favor de los trabajadores, pero la realidad es que la empresa estatal acaba de dejar a 200 familias en la calle", explicó Remigio.
Temprano en la mañana los ex trabajadores de Petro Amazonas recién hablaron con un asesor de la vicepresidencia. "Nos respondió que él no podía hacer nada porque era un problema de la empresa. Pero la empresa es del Estado, ¿no?", señaló Remigio, mostrando la nota con el pedido de reincorporación que habían dejado al funcionario.
"Esto es desastroso, es un crimen. Estoy aquí con mi niña, estoy a punto de jubilarme. ¿Qué voy a hacer ahora?", se lamentó Neumen.
"Queremos que nos reintegren a nuestros puestos de trabajo. Es una injusticia. Nosotros hemos aportado, hemos trabajado y ahora quieren dejarnos en la calle con una mano adelante y otra atrás. Este gobierno no es como dicen los funcionarios. Aquí no está todo bien", sentenció Remigio.