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Red Internacional
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Los primeros meses del gobierno de Rodrigo Chaves ¿qué le espera a la clase trabajadora?

El país vive una polarización política que marca una serie de discusiones sobre el gobierno, desde su política económica, la relación del presidente con la prensa y el caso del Parque Viva, hasta los anuncios de movilizar a la reserva de la Fuerza Pública para llenar el país de policías. Algunos elementos políticos desde la izquierda frente al giro autoritario del gobierno.

Miércoles 20 de julio de 2022

Regla fiscal antes y después

En el plano económico la orientación de Chaves deja claro que vienen recortes al “gasto público” pero no tanto quiénes van a pagar por ellos; también deja claro que los acuerdos con el FMI se van a profundizar, pero no cuáles serán las nuevas condiciones que quieran imponer. En esa medida se espera que la mala situación económica que se vive y que afecta el costo de la vida para la clase trabajadora y el pueblo pobre se intensifique.

Durante el período de gobierno de Carlos Alvarado, tanto Chaves como el actual Ministro de Hacienda Acosta fueron defensores de la aplicación tajante de medidas como la regla fiscal; sin embargo, durante los primeros meses de gobierno de Chaves la propia regla fiscal ha sufrido “calibraciones”, en palabras de Acosta.

Un ejemplo de esta “calibración” a la regla fiscal corresponde al aumento del salario base de 60 de sus empleados de confianza, Ministros y Viceministros.

A pesar de que el propio Ministro de Haciendo Acosta señala que más del 40% del presupuesto nacional se destina al pago de intereses y amortizaciones de deuda, la apuesta que hace el Gobierno es por el financiamiento en base a los eurobonos. De seguir esta ruta, el país podría endeudarse por más de $6000 millones durante los próximos cuatro años.

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El mandatario con mayor aprobación

Sin embargo, los datos publicados por varios medios de comunicación en junio y que fueron recolectados por la empresa encuestadora CID Gallup para Grupo Repretel, planteaban que Rodrigo Chaves es el mandatario con mayor aprobación en los primeros meses de gobierno con un 56% de aprobación. Hay que decir que la muestra de la encuesta fue de 1205 personas.

Distintos analistas políticos han planteado que se trata de una “luna de miel” basada en las expectativas que generó el partido Progreso Social Democrático; otros que los anuncios de medidas supuestamente más duras frente a problemas como la emergencia nacional durante la tormenta tropical que afectó las costas del país, el anuncio de recorte a los aranceles al arroz.

Ambas medidas fueron aplaudidas con expectativas de “ayudar a reducir la pobreza”, por ejemplo, por figuras como Eli Feinzag del Liberal Progresista, al tiempo que criticaba lo que llama “flexibilización de la regla fiscal” y pedía más contención del gasto público, directamente atacando a la clase trabajadora del sector público.

Mientras tanto, los debates en torno a la pugna de Chaves con el Grupo Nación -dueño del periódico con mayor tradición de apoyo a la burguesía en el país- pueden verse por un lado como una pelea de intereses que nada tienen que ver con la realidad cotidiana de las mayorías, pero también si hilamos fino queda clara la cara autoritaria y antidemocrática que Chaves le está imprimiendo a su administración.

La propuesta de aumentar la jornada laboral a 12 horas, legalizando la precarización laboral, ha desatado una gran discusión sobre la política antiobrera del gobierno. Esta es una de las amenazas más graves contra las condiciones de la clase trabajadora de conjunto, es necesario alertar al respecto.

En este marco, hay una serie de medidas que consideramos necesario formen parte de la agenda política de la izquierda, las organizaciones sindicales y de trabajadores y trabajadoras; es necesario plantear una campaña por la jornada laboral de seis horas para que trabajen todos sin reducciones salariales, por un aumento salarial acorde a la canasta básica, , contra todos los recortes, contra la precarización e informalidad: contratos de trabajo colectivos y plaza permanente. Contra posibles nuevos préstamos con el FMI y contra la renegociación: por el no pago de la deuda externa y el uso de esos recursos en las necesidades más acuciantes para las mayorías que sufren las consecuencias de la crisis económica, crédito barato para las pequeñas y medianas empresas, así como otras que resulten justas.