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Red Internacional
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Elecciones 20d. Los programas del cuatripartismo dejan fuera demandas esenciales de la comunidad educativa

Repasamos el programa de los diferentes partidos en materia de educación. Cuestiones como la enseñanza concertada o el mantenimiento del modelo Bolonia son puntos en común del nuevo cuatripartidismo. Reivindicaciones por las que tendremos que seguir peleando desde la comunidad educativa.

Viernes 18 de diciembre de 2015

Foto: EFE

La cuestión de la educación ha estado presente en esta campaña y los distintos debates. Sin embargo ha quedado tratado siempre en un segundo plano y de manera superficial. Creo que sería importante poder hacer un repaso por las propuestas de los diferentes partidos, y pensar desde ahí cuáles serán los retos de los que peleamos por una educación pública, gratuita, laica, de calidad y al servicio de los trabajadores y el pueblo.

PP y Ciudadanos: recortes, ataques al profesorado y fomento de la privada

Las propuestas educativas del PP se basan básicamente en continuar con su política de recortes y ataques brutales a la educación pública. Hay que recordar que los cuatro años de gobierno de Mariano Rajoy han supuesto el despido de 25.000 docentes, mientras crecían en 800.000 en número de alumnos. A esto se sumaría el seguir poniendo en marcha la criticada LOMCE, una ley privatizadora y degradante de la educación pública que provocó un gran rechazo y grandes movilizaciones por parte de la comunidad educativa. Por último se muestran partidarios de la puesta en marcha de las propuestas recogidas por el filósofo José Antonio Marina en su “Libro Blanco”, como vincular el sueldo de los profesores con el resultado académico de sus alumnos o poner cámaras de vigilancia en las aulas.

Ciudadanos, como expresión de esa nueva derecha ultra liberal, no le va “a la zaga” al PP, más bien si puede, le redobla. Además de coincidir con los populares en el manteamiento de la LOMCE, la religión católica en la escuela y el trasvase descarado de fondos de la escuela pública a la concertada, añade nuevas propuestas que podemos calificar de aterradoras: el copago de algunos servicios educativos hasta ahora gratuitos, vincular la financiación de las universidades a la tasa de empleo de los graduados, ventajas fiscales para el negocio de la educación infantil privada, mantenimiento de los elevados ratios de alumnos por aula derivados de las políticas de recortes, mantener y endurecer las pruebas de evaluación externas,...

Entre toda esta lista de los horrores destacan sobre todo dos propuestas. La primera, el planteamiento de “rutas alternativas” para acceso a la función docente. Para ello, nos ponen dos ejemplos. Ambos van en la línea del acceso al trabajo docente a través de empresas privadas previo pago, subvención o financiación. Es decir nada de oposiciones o acceso público; “tú pagas, tu trabajas”. La otra es que las direcciones de los centros puedan ser personas de un cuerpo propio de funcionarios ajenos al centro y que además puedan contratar libremente al profesorado, como ocurre ahora mismo en la privada y concertada, con lo que esta quedaría al arbitrio, gusto o afinidad del director de turno.

PSOE: critica en la oposición... pero ¿Qué hace cuando gobierna?

Si algo nos demuestra la historia reciente del Estado español, es que la actitud del PSOE, tanto en materia educativa como en otros ámbitos, es muy diferente cuando está en la oposición a cuando está en el gobierno. Aquí en Aragón, vemos un claro ejemplo en el gobierno regional -apoyado por Podemos tanto en la investidura como en la aprobación de los presupuestos para 2016- . Mientras gobernaba el PP, el PSOE se pronunciaba en contra de su política de recortes contra la educación. Ahora es él el que se niega a pagarles el verano a los interinos o el que no quita las pruebas de evaluación externa, medidas todas ellas que se comprometió en la oposición. Incluso en el tema de los recortes, vemos como el “aumento” de la partida educativa, no recupera ni de lejos todo lo perdido en los cuatro años de gobiernos del PP.

En cuanto al programa electoral, propone una vuelta al pasado, a los tiempos en los que él gobernaba. Para ello dice de volver a la también elitista y privatizadora LOE, aumentar hasta el 5% del PIB el presupuesto en educación pero en 8 años (2023), mantener el Plan Bolonia con todo lo que supone para la universidad pública, una bajada limitada de las tasas universitarias y una bajada de ratios testimonial ( como ha sido el caso de Aragón, con 5 alumnos menos en Infantil y Primaria y 7 menos en Secundaria y Bachillerato, a implantarse en 4 años), que no resolverá el grave problema de masificación de las aulas y la falta de personal docente para atenderlo.
Podemos: una programa educativo socialdemócrata, respetando la concertada y el Plan Bolonia

El nuevo partido liderado por Pablo Iglesias, va algo más allá en sus propuestas que el PSOE, aunque como en economía y en otros ámbitos, ha rebajado tanto su discurso inicial que se parece demasiado al socialista. Plantea un aumento de la financiación en 5 años hasta alcanzar el 4,9 % del PIB, retirar la LOMCE, hacer una nueva ley educativa, reducir la ratio el doble de lo que plantea el PSOE o dar más poder a los Consejos Escolares.

Esto es en lo que está más a la izquierda que el PSOE. Sin embargo en otras medidas coinciden plenamente, como: mantenimiento de los conciertos educativos, mantenimiento del Plan Bolonia en la universidad y bajada de las tasas universitarias al nivel de 2009 (cuando ya muchos jóvenes tampoco podían pagárselas) pero no gratuidad de las mismas.

UP-IU: Un Programa de Izquierdas que no van a cumplir

Sin duda el programa de esta coalición es el más avanzado y el que contiene medidas de mayor defensa de la educación pública: suprimir progresivamente los conciertos educativos, integrando los centros concertados a la red pública de manera voluntaria y negociada o la gratuidad de las enseñanzas universitarias.

Sin embargo con IU pasa parecido que con el PSOE, la música y la letra a veces no coinciden. Allí donde ha podido, IU ha estado siempre dispuesta a gobernar en coalición con el PSOE, y lo ha hecho no para aplicar su programa sino el de los socialistas. El ejemplo más claro lo tenemos recientemente en Andalucía o unos años atrás en Cataluña, donde participó en gobiernos que aumentaron las tasas universitarias, concertó con centros religiosos, aplicó la LOMCE y el Plan Bolonia, despidió a miles de docentes, y reprimió con dureza a los estudiantes que protestaron contra estas medidas.

Por una educación pública, gratuita, democrática, laica y de calidad.

La lectura de los diferentes programas, especialmente el de las cuatro principales formaciones que se disputan la presidencia del gobierno, hace que poco se pueda esperar de las elecciones del próximo domingo 20D. Cuestiones como acabar con el modelo de la concertada, conquistar una educación gratuita de la infantil a la universitaria o una dotación suficiente para la atención a la diversidad del alumnado, entre otras cuestiones básicas, vamos a tener que seguir peleándolas desde toda la comunidad educativa.

Es necesario que los sindicatos de profesores, las organizaciones estudiantiles y de padres y madres, buscando a su vez el apoyo del resto de trabajadores y sectores populares, nos preparemos para ello, empezando a discutir un programa en los centros de estudio en torno al cual empezar a organizarnos y prepararnos para luchar por él.

Un programa que incluya medidas elementales como la derogación inmediata de la LOMCE, el Plan Bolonia y la Ley de Formación Profesional (FP), y por la consecución de nuevas leyes elaboradas entre los profesores, alumnos y madres y padres, que garanticen una educación al servicio de los sectores populares.
Una educación totalmente gratuita, también la universitaria. Debemos exigir la gratuidad de la universidad y el fin de la Selectividad y la Revalidada al finalizar el Bachillerato, para que no haya ninguna traba académica o económica que impida a los hijos de la clase trabajadora estudiar la carrera universitaria que ellos deseen.

Lo mismo para la FP, esta debe ser también gratuita y se debe acabar con la esclavitud que suponen las practicas obligatorias en FP sin remunerar. Debemos pelear por el fin de esta explotación, en el que el estudiante trabaja gratis durante meses para un empresario y exigir prácticas remuneradas y bajo el control de los trabajadores de la empresa donde se realicen.

Una educación democrática, en la que haya una participación proporcional de todos los miembros de la comunidad educativa (Estudiantes, Docentes, Padres y no docentes) en los órganos de gobierno y decisión de los centros educativos.
Hay que retomar la bandera de una red pública única, lo que incluye el fin de los conciertos educativos y la nacionalización (sin indemnización) de todos los centros educativos privados y su pase a la red pública, incluyendo todos los trabajadores de los mismos en igualdad de derechos que los ya existentes.

Esta cuestión es clave para garantizar una educación laica, a lo que habría que sumar acabar con las obligaciones del Concordato empezando por el fin de cualquier tipo de enseñanza o símbolo religioso en los centros públicos.
Y por supuesto debemos luchar por echar atrás todos los recortes de los últimos años y por una financiación suficiente de la educación pública, retomando la demanda histórica del 7% del PIB para la no universitaria y el 2% para la universitaria. Sólo así podremos garantizar tanto la gratuidad como una enseñanza de calidad, una bajada de ratios hasta el 50% de los actuales y el aumento de las plazas públicas de docentes, hasta cubrir todas las necesidades existentes.