Salió el decreto. Los ridículos argumentos de Milei para intentar privatizar Aerolíneas Argentinas

Este miércoles se conoció el decreto que declara a Aerolíneas Argentinas “sujeta a privatización”. Es la norma que necesita el Congreso para empezar a tratar la entrega de la empresa, según la Ley de Reforma del Estado del menemismo.

Aunque durante el tratamiento de la Ley Bases la aerolínea quedó fuera de las privatizaciones, el gobierno nacional volverá a intentarlo. El antecedente no tranquiliza: desde hace 10 meses vemos como Milei y Francos negocian con distintos bloques cambiar sus votos a cambio de dádivas, favores, cargos. Por eso hay que convertir “Salvemos Aerolíneas” en una causa popular.

Mentiras por decreto

Es interesante ver los “considerandos” del decreto firmado por Guillermo Francos (Jefe de Gabinete) y Luis Caputo (Ministro de Economía). Sobre todo si tenemos en cuenta que Francos fue gerente del Grupo Eurnekián que muchas veces quiso quedarse con AA. Sus intereses se reflejan en la letra del proyecto.

Un solo argumento bastaría para echar por tierra tantas mentiras. Cuando AA fue privatizada en los 90 asistimos a una de las estafas más grande de la historia. Las empresas privadas se robaron todo. Dejaron una empresa viable con 850 millones de dólares de deuda. Regalaron cerca de 30 aviones. También las oficinas internacionales y hasta los simuladores. El servicio terminó siendo pésimo. Es muy sencillo: los servicios públicos para los empresarios son un mero negocio. Y la mayoría además son buitres.

Pero vayamos a los argumentos de Milei.

Dice el Gobierno: "Que en los considerandos del referido decreto se analizó la situación actual del transporte aéreo y se expresó que “...la política aeronáutica argentina ha limitado fuertemente el desarrollo de la industria aerocomercial, pilar fundamental no solo de su integración federal, sino fundamentalmente del desarrollo económico y turístico”. Que en un país con una gran extensión geográfica, como es la de la REPÚBLICA ARGENTINA, la actividad aerocomercial tiene una relevancia estratégica para el transporte, el tránsito de pasajeros, el comercio regional e internacional y el desarrollo de las economías regionales".

La realidad es que Aerolíneas Argentina, como aerolínea de bandera, es la única que permite garantizar la conectividad del país, llegando a lugares donde las empresas privadas no llegan. Entre ellas 21 destinos donde es la única opción de viaje. Aunque otros gobiernos han impulsado la política de “cielos abiertos”, muchas de las empresas, inclídas las low cost, han dado un servicio con muchos problemas operativos e incluso 4 de ellas ya han retirado sus servicios.

Dice el Gobierno: "Que, en ese marco, el Gobierno Nacional se encuentra desarrollando un amplio programa de transformación del sistema nacional de transporte en general y aéreo en particular, tendiente a racionalizar la oferta de servicios, expandir las inversiones y disminuir los costos; ello con la perspectiva de contribuir al incremento de la competitividad de la economía y al mejoramiento de la calidad de los servicios. Que conforme fue expresado en el mensaje de la citada ley, la estatización de la compañía tenía como objetivo contribuir, mediante el turismo, al crecimiento del Producto Bruto Interno, al ingreso de divisas y a la integración internacional".

La realidad es que Aerolíneas hace una contribución importante al servicio aerocomercial de pasajeros y de carga, aportando ingresos que superan lo que aporte el Tesoro nacional. Según estudios, durante 2022 aportó a la economía nacional más de 6000 millones de dólares, en concepto de turismo, producto bruto aeroportuario y beneficios económicos para los pasajeros. Según esos estudios en 15 días se recuperó lo aportado por el Estado en el año. En el último balance 2023 no se registra déficit.

Dice el Gobierno. "Que a pesar del grave resultado económico que arroja la gestión de Aerolíneas Argentinas S.A., sus empleados mantienen importantes beneficios que contribuyen a empeorar la situación descripta".

La realidad es que los pilotos de Aerolíneas, los más atacados, tienen sueldos entre 12 y 15% inferiores al promedio mundial. Y tienen congelados sus ingresos desde hace 7 meses. En el caso de sectores, como call center y personal de tierra, hay salarios de 500 mil a 750 mil pesos, o sea entre 450 y 700 dólares. Una miseria, que además los ubica por debajo de la línea de pobreza. Además hay miles de tercerizados, como los que enfrentan los despidos en GPS.

Dice el Gobierno. "Que en un contexto en el cual la pobreza alcanza al CINCUENTA Y DOS COMA NUEVE POR CIENTO (52,9 %) de la población y la indigencia al DIECIOCHO COMA UNO POR CIENTO (18,1 %) el ESTADO NACIONAL debe destinar los limitados recursos fiscales a atender las necesidades de los que menos tienen".

Es uno de los argumentos más ridículos. Ha sido este gobierno que hizo crecer la pobreza, que los gobiernos anteriores habían dejado en un nivel altísimo. Y mientras recorta a jubilados, programas sociales y trabajadores, da beneficios a las empresas y destina 100 mil millones de pesos a la SIDE. Solo este gasto implica mucho más de lo que significa el aporte que ha hecho en algunos casos a AA.

Pero además, lo más importante es que hay que terminar con la visión de que el transporte aéreo nacional, que permite unir el país y transportar bienes esenciales como vimos durante la pandemia, tiene que ser un negocio con ganancias. Lo único coherente sería tener una aerolínea de bandera que permita conectar la nación, con pasajes económicos para la población trabajadora. Eso solo se puede lograr si sigue siendo estatal pero es administrada por sus trabajadores y trabajadoras, junto a comités de usuarios, no por la casta aeronáutica empleada de Eurnekián.