Hoy Mc Donald’s invadió los medios y las redes con una campaña mundial. Para los millones que dudan de esas flacas hamburguesas, reveló cómo las fabrica. Con el mismo objetivo de custodiar su imagen corporativa, sigue buscando ocultar otro secreto: las condiciones en que trabajan sus empleados.

Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2
Jueves 16 de octubre de 2014
En el día de hoy, Mc Donald’s invadió los medios y las redes con una campaña mundial. Reveló, quizás para los millones que tienen dudas sobre esas flacas hamburguesas, cómo las fabrica. Con el mismo objetivo de custodiar su imagen corporativa, sigue buscando ocultar otro secreto: las condiciones en que trabajan sus empleados.
A los “creativos” de Mc Donald’s se les ocurrió hace un tiempo que debían contrarrestar las innumerables denuncias e investigaciones que cuestionan la calidad de los productos de la cadena norteamericana. Invitaron entonces a varios periodistas “para demostrar que no utilizamos insectos en su producción y que todas sus hamburguesas de ternera son 100% carne de vaca”. La fábrica Fresno, California (EE.UU.), abrió las puertas a los reporteros de ’Good Morning America’ para participar en su programa ’Nuestra comida. Sus preguntas’ (¿no que los slogans de Mc Donald’s siempre suenan tan parecidos?). Según la gacetilla de la cadena de comida rápida, “los periodistas confirmaron que la carne de las hamburguesas es 100% carne de vaca”.
Con su gigantesco aparato mediático, siendo además auspiciante de grandes cadenas televisivas, los Reyes del Big Mac acapararon hoy la atención de millones. Se revelaba, supuestamente, un secreto. Se destruía, supuestamente, un mito.
Sin embargo, La Izquierda Diario fue en busca de otro de los pilares de Mc Donald’s que la cadena siempre quiere ocultar: las brutales condiciones en que trabajan sus empleados.
Comida basura, trabajo basura
"Ganan millones gracias a nuestro trabajo, pueden pagarnos más", denunció ante los medios Shaniqua Davis, de 20 años y madre de un bebé de un año, quien gana poco más de 100 dólares por semana en un local del Bronx (Nueva York). Shaniqua es una de las miles de trabajadores de Mc Donald’s que este año pusieron en marcha un movimiento que iniciaron 200 en Nueva York y 6 meses después organizó una huelga de 12 horas en locales de 50 ciudades de Estados Unidos, y otros 30 países.
Los esclavos modernos del cínico payaso Ronald Mc Donald ese día abandonaron sus obligadas sonrisas. Se sacaron las cofias y los guantes. Colgaron los delantales antes de horario. Salieron del humo de las cocinas y se secaron sus cuerpos agotados. Todos sabían que su trabajo correría peligro a partir de ese día. Ni hablar de que ya no colgarían en el cuadro del “Empleado del Mes”. Simplemente fueron a la huelga, como nunca lo habían hecho.
No aguantaron más la humillación, ni las condiciones de trabajo, ni los pésimos salarios.
Salarios más finos que esa feta de cheddar
Desde hace años, algunos trabajadores de Mc Donald’s vienen denunciando los atropellos de la empresa.
El principal son sus salarios. Cobran 7,25 dólares la hora, y reclaman que un mínimo aceptable serían 15 dólares.
La mayoría de los empleados vienen de los sectores más pobres de la clase trabajadora, tienen hijos e intentan mantener a su familia. Su salario medio está por debajo del umbral de pobreza, aún cuando tengan la suerte de trabajar 40 horas semanales. A muchos les asignan menos horas para no tener que pagarles seguros médicos.
El salario medio de los trabajadores de comida rápida – no sólo de McDonald sino también de Burguer King y las otras cadenas – apenas puede llegar a los 18.500 dólares al año. Son 4.500 dólares menos que el nivel del umbral de la pobreza de la Oficina del Censo de los Estados Unidos. Según un informe de las universidades de California e Illinois, más de la mitad de las familias de los trabajadores de comida rápida reciben alguna forma de asistencia pública.
Las movilizaciones de los últimos meses vienen exigiendo el pago de 15 dólares por hora y el derecho a formar sindicatos sin sufrir represalias.
‘Big’ explotación
Pero los buitres de McDonald’s no se conforman con pagar miserables salarios. Además, buscan todos los artilugios para robarle (más) trabajo a sus empleados. En mayo, los empleados de locales de Nueva York, California y Michigan presentaron siete litigios de acción popular sobre violaciones a sus salarios. Denunciaron que la empresa fuerza a sus trabajadores a laborar fuera de horario, sin pagarles tiempo extra y, lo más indignante, reduce horas de sus tarjetas de registro de horario. Un robo liso y llano.
Los trabajadores de California denunciaron además que no les dieron los descansos oportunos. Los de Michigan que se les empieza a pagar solo cuando los clientes entran a los restaurantes, aunque ingresen a trabajar horas antes. Algunos trabajadores reclaman que McDonald’s no les reembolsó el costo del lavado de los uniformes.
La infame política laboral de McDonald’s no se termina en EEUU, obviamente. En Holanda, un empleado compró y pagó su hamburguesa pero le pidió a su compañera una loncha de queso extra. Según la compañía, esa loncha convirtió el Big Mac en un Cheese Burger. Es otro precio. La joven fue despedida, aunque un tribunal holandés consideró luego que “el despido fue una medida excesiva”.
En Argentina también hay que sonreír y mal cobrar
Los directivos de McDonald´s aseguran que la empresa suele ser la primera puerta de entrada de los jóvenes al mercado laboral. Un tercio de sus empleados tienen entre 15 y 19 años, y el 70% de la plantilla trabaja a tiempo parcial.
La misma situación que los trabajadores de Estados Unidos u Holanda, la sufren los jóvenes que emplea Mc Donalds. En la Argentina tiene 14000 empleados en más de 180 locales. Están encuadrados obligatoriamente en el gremio de Pasteleros, pero a pesar de los descuentos, no gozan de los mismos derechos que el resto de los afiliados al sindicato. No sólo reciben un porcentaje menor de aumentos en las paritarias, sino que sólo pueden trabajar 30 horas semanales a pesar de que el pago por hora no alcanza para cubrir un sueldo mínimo. En muchos casos, tampoco cobran las vacaciones.
Mc Donalds ha sido denunciado en la Argentina por fraude laboral, y algunos de sus trabajadores han llevado denuncias al Ministerio de Trabajo. Lamentablemente, el reclamo tiene un obstáculo insalvable: el Ministro de Trabajo Carlos Tomada también trabaja como abogado del gremio de Pasteleros que le hace descuentos a los empleados de Mc Donalds sin defender ninguno de sus derechos.
Para ilustrar la situación, vale la foto que difunden con orgullo el secretario general del gremio y el ministro de Cristina Kirchner. Allí se jactan de apoyar junto a la empresa Arcos Dorados el Programa “Jóvenes con Futuro”.
Es como para ponerle arriba el cartelito de “Empleados del mes”…

Lucho Aguilar
Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.