El discurso ultraderechista de Bolsonaro se transforma en un asesinato político y varias agresiones perpetradas por sus seguidores.
Jueves 11 de octubre de 2018 13:28
Los discursos racistas, misóginos y homofóbicos del ultraderechista Bolsonaro que son celebrados por sus seguidores, se transformaron de solo palabras a hechos, luego de las elecciones el pasado domingo. El maestro de capoeira Romoaldo Rosário da Costa, más conocido como Moa do Katendê, de 63 años, fue asesinado de 12 cuchilladas en la madrugada del lunes en un bar de Salvador, en el estado de Bahía al nordeste de país. El autor del crimen fue identificado como Paulo Sérgio Ferreira de Santana, de 36 años, y reconoció que el ataque fue motivado por razones políticas.
Ferreira de Santana, se reconoció defensor y votante del candidato que hoy lídera las encuetas para presidente, Bolsonaro del Partido Social Liberal (PSL), y según testigos debatía con el dueño del bar y Moa do Katendê, ambos votantes del PT. El asesino fue a su casa, tomó un cuchillo de limpiar pescado y volvió al bar para atacar al maestro de capoeira con 12 criminales puñaladas.
Moa do Katendê era uno de los más importantes maestros de capoeira del país, fundador del histórico bloque afro Afoxé Badauê en Salvador, y activista en defensa de la cultura negra y su difusión. El músico Caetano Veloso publicó un vídeo tras enterarse del asesinato del músico y capoerista bahiano: "Era un buen amigo y una de las figuras centrales del crecimiento de los grupos afro de Salvador. Basta de fascismo. No podemos permitir que sucedan cosas así".
Este lunes la hermana de Marielle Franco, la concejala de izquierda y defensora de derechos humanos asesinada en Río de Janeiro hace siete meses, se encontraba en un centro comercial con su hija de dos años cuando dos hombres se le acercaron (uno de ellos vestido con una remera de Bolsonaro) y comenzaron a gritarle: "Sal de aquí, puta de izquierdas. Sal de aquí, feminista". El martes en la Universidad Federal de Paraná diez jóvenes atacaron lanzando botellas a un estudiante que llevaba una gorra del MST (Movimiento Sin Tierra), mientras le gritaban: "Aquí está Bolsonaro".
En la ciudad de Porto Alegre, en Rio Grande do Sul al sur de Brasil, una joven de 19 años fue atacada por tres hombres, votantes de Jair Bolsonaro, al bajar del autobús. La joven llevaba una remera en la que se leía el hashtag #EleNão (El no) y el grupo de atacantes la increpó y golpeó violentamente por llevar esa consigna. Como eso no les bastó, el grupo de hombres marcó en el abdomen de la joven, con una navaja, el símbolo de la esvástica nazi.
Los ataques incentivados por el discurso homofóbico de Bolsonaro también se dieron en varios puntos del país. Al día siguiente de las elecciones en los baños del colegio franco-brasileño de Río de Janeiro una pintada que advertía "Tortilleras van a morir". Ese mismo lunes una mujer transexual fue hospitalizada tras una paliza recibida por seguidores del ultraderechista.
El profesor Renato Zamora relató como una alumna suya había sufrido un ataque en el metro: "Un loco que gritaba Bolsonaro la empujó a la vía, por suerte la rescataron", dijo el profesor. El publicista Eloy Capucho denunció ante la Policía Militar de Manaos una amenaza de muerte de parte de un conductor de Uber cuando supo que había votado a Haddad y que era homosexual.
Tan solo unos día después de la primera vuelta electoral estos ataques, como el brutal que sufrió la joven en Porto Alegre y el criminal asesinato del maestro Moa, muestran que el discurso del ultraderechista Jair Bolsonaro sirve para aumentar la represión y persecución de aquellos que luchan contra el racismo, machismo y LGBTfóbia.
El fortalecimiento de Bolsonaro, luego de las elecciones fueron manipuladas a cada paso por el poder judicial, tuteladas por el ejército con el apoyo de los grandes medios, para que los candidatos que defienden la continuidad del programa golpista de Temer sean los favoritos, refuerzan el carácter de urgencia en la lucha contra el ascenso de esa extrema derecha que no oculta su plan de gobierno para atacar los derechos de los trabajadores, los derechos sociales del pueblo pobre y privatizar todo el patrimonio nacional.
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El movimiento #EleNão, que protagonizan las mujeres, expresó que hay fuerzas para resistir el avance de la ultra derecha. La movilización independiente de los trabajadores, de la juventud, de los negros, de las mujeres, de la diversidad sexual, los sin techo y sin tierras en las calles, con huelgas y ocupaciones es el único movimiento social que, dirigido por las trabajadoras y trabajadores, puede verdaderamente enfrentar el avance del autoritarismo y la extrema derecha.