A fines de enero la patronal de “Talleres Lilo”, una de las tantas tercerizadas en Fate, despidió al compañero Mauro Rollhaiser por su actividad sindical para cambiar sus malas condiciones de trabajo y para que le paguen en tiempo y forma los salarios.
Sábado 13 de febrero de 2016 00:00
Mauro, fue candidato a concejal en el partido de Tigre por el Frente de Izquierda en la lista que encabezó Nicolás del Caño en las elecciones primarias de agosto pasado. Y a partir de ahí comenzó una militancia en el PTS. Recientemente, el compañero Mauro junto a nosotros como delegados de sector y compañeros del partido, repartimos una carta denunciando su despido, la división y discriminación que hace Fate con todos los compañeros tercerizados y reclamando por su reincorporación.
Este no es un hecho aislado ni nuevo en estas empresas. A fin de año en la empresa de limpieza “Limpia” echaron a un compañero por presentarse a candidato a delegado de sus compañeros, luego de la bronca que les producía cuando eran suspendidos (Fate suspendía al personal efectivo) ilegalmente sin cobrar un peso. Anteriormente también fueron despedidos trabajadores de “Vamuza”, (quienes realizan la tarea de carga de las cubiertas a los camiones), por querer organizarse.
En “IMMI”, la tercerizada con mas trabajadores, que figuran bajo el convenio de la construcción (UOCRA) son obligados a realizar una gran variedad de tareas, y donde los mismos trabajadores cuentan que el encargado es al mismo tiempo “su” delegado. En Fate existen muchas empresas tercerizadas (IMMI, LILO, O&S, Limpia, Vamuza, ISS, Aramark, etc.) que brindan su “servicio” a la patronal de Fate. En total son más de 300 trabajadores que cobran la mitad (o menos) que cualquier operario medio de Fate, no tienen ningún tipo de derechos sindicales ni representación de ningún tipo, la mayoría no tienen acceso al comedor, ni el beneficio de la llave para la máquina de café. Tampoco tienen derechos plenos en el uso de los micros de Fate, los llevan cuando hay lugar y si está lleno tienen que cederle su asiento a los efectivos o no les permiten volver a subir.
