La causa de los militantes anarquistas italianos se transformó en una de las banderas del movimiento obrero internacional. Puso luz sobre la injusticia y la barbarie del sistema capitalista, mientras la Revolución Rusa se constituía en una alternativa política y económica.
Jueves 24 de agosto de 2023 00:00
La historia burguesa recuerda el hecho como un asunto policial; de dos ladrones e inmigrantes italianos sentenciados y muertos en la silla eléctrica en Boston, Massachusettes, EE.UU. en agosto de 1927.
Realizan un proceso judicial contra Nicolás Sacco y Bartolomeo Vanzetti, donde escasean pruebas y desparraman impunidad e injusticia. Pero la cosa es un poco más siniestra (y profunda).
El imperialismo yanqui rompe sus “manuales de conducta”, las reglas burguesas de justicia, con desprecio racial y odio clasista; con una cobardía y un miedo tal que se vuelve terrorismo de Estado.
Ambos son militantes anarquistas. Sacco, obrero del calzado y Vanzetti, vendedor callejero de pescado. Ambos, inmigrantes desilusionados que encuentran miseria y explotación en Norteamérica, y comienzan a luchar para terminar con el capitalismo.
Periódico “Unión Sindical – Órgano Semanal de la Unión Sindical Argentina”, Bs. As., 1ero. de mayo de 1922.
Un proceso escandaloso
Serán condenados a muerte en 1921; sin embargo, lo escandaloso del proceso y la extendida reacción en Estados Unidos y en el mundo aplazó la ejecución hasta 1927.
Habían sido acusados de robar y asesinar a un chofer y custodio de caudales, hecho realizado por una banda de ladrones, de la que uno será apresado por otro robo más tarde y terminará frente a la celda de Nicolás Sacco. Al poco tiempo se quebrará ante semejante injusticia, declarará su culpa y contará los hechos. Ya no valdrá de nada. Hacía tiempo que el imperialismo masacró las verdades e impuso las suyas.
Por tanto, corre un proceso judicial amañado a golpe de dólares y aprietes mafiosos, con testigos que mienten y pruebas testimoniales que desaparecen. Una serie de relatos y presentaciones cinematográficas, de loas a “la democracia y la libertad de América”, que propagandizan la prensa de Nueva York, Boston junto a las balas, palos y cárceles de la policía.
Documental: Sacco and Vanzetti (Peter Miller, 2006) [En Español]
Las razones del “terror burgués”
En el fondo es un “viva la muerte”, al estilo del fascismo español, impulsado desde Wall Street y la casa Blanca, rasgos capitalistas tales que se harán práctica también en Italia, Alemania, Francia…
La cuestión era frenar el desarrollo de la revolución obrera de Octubre de 1917, que mostraba nuevos caminos y destinos al pueblo trabajador, donde se comienza a planificar la economía bajo una democracia soviética que imponía el control y la gestión obrera, y la tierra era repartida entre los campesinos.
El miedo y terror burgués, por tanto, es que en Rusia el capitalismo ha sido derrotado (guerra civil y derrota del imperialismo mediante) y el producto social empieza a organizarse y distribuirse por sus productores; es decir, por trabajadores y campesinos. El progreso de esas “ideas nuevas” que comienzan a materializarse en la URSS, tiene raíces profundas en sus orígenes revolucionarios y primeros años bajo la dirección de Lenin, Trotsky y la vieja guardia del partido bolchevique.
Revista Caras y Caretas
Nuevas ideas
Esa nueva organización de propiedad, producción y distribución social que impulsan los Soviets rusos es seguida con entusiasmo, por ejemplo, en el periódico “El Obrero del Mueble” como “una de las luchas más importantes, más heroicas de la clase obrera de la Unión Soviética después de la conquista del poder. No es exagerado decir que la realización de este plan tiene para la historia del socialismo y para el movimiento revolucionario internacional una importancia tan grande como las victorias del ejército rojo durante la guerra civil, como la victoria del proletariado soviético sobre el hambre y la ruina económica”.
Y sobre la nueva educación, dirán en “Bandera Proletaria”: “La revolución de octubre que, destruyendo el antiguo régimen político y económico ha dado el poder a la clase obrera, y se ha propuesto como objetivo final establecer el régimen comunista, y no podía dejar de transformar profundamente, conforme al fin social perseguido, todo el conjunto de los métodos de instrucción y de educación”.
Esta experiencia que se extendía en la conciencia de millones en el mundo explica el terror capitalista desatado contra las luchas obreras en aquellos años, con cientos de miles de presos políticos alrededor del mundo y ejecuciones como las de Sacco y Vanzetti.
Periódico “Unión Sindical”, Bs. As. 10 de junio de 1922.
Lucha y solidaridad obrera internacional
En aquel marco, la detención de Sacco y Vanzetti es una vergüenza internacional, social y jurídica, pero poco le importa a la burguesía yanqui.
Semejante atropello burgués se vuelve lucha y solidaridad obrera a través de huelgas, sabotajes y movilizaciones internacionales. La lucha por la libertad de los presos se extiende lo mismo que las ideas obreras y marxistas; y el proceso judicial burgués se atrasa.
La Revolución rusa también alentó la lucha de clases en la Argentina. Y los periódicos anarquistas, socialistas y comunistas reflejan con intensidad la lucha por la libertad de los presos políticos. Crecen huelgas, sabotajes, movilizaciones… nuevas ideas y formas políticas de organización social. Ante la noticia de la ejecución de los anarquistas italianos, entre abril y septiembre de 1927, se declararon cinco huelgas generales, una demostración del internacionalismo del movimiento obrero argentino.
Las movilizaciones en solidaridad fueron un fenómeno generalizado en las grandes ciudades europeas y americanas. Se crearon redes de solidaridad con Sacco y Vanzetti, en donde el movimiento anarquista tenía relevancia o existía un movimiento obrero fuerte. Se trataba de un fenómeno de masas que desbordaba los actos organizados por las centrales obreras, partidos políticos o agrupaciones.
En un periódico obrero y anarquista mexicano, recuerdan al año del asesinato de Sacco y Vanzetti y acercan un poco más aquel contexto: “Atascado en el crimen hasta el cuello, el capitalismo de los Estados Unidos, hace un año agregó dos nuevas e inocentes víctimas a su ya larga historia de canibalismo legal. El 22 de agosto de 1927, los compañeros Nicolás Sacco y Bartolomé Vanzetti murieron quemados en la fatídica silla eléctrica, a manos de un hombre cuya profesión es de matar gente, y por el mandato de quienes pretenden detener el progreso humano suprimiendo las vidas de los heraldos de las ideas nuevas”.
La despedida de Sacco y Vanzetti
Sacco y Vanzetti soportaron encierro y humillación. También sintieron y vieron progresar la lucha y solidaridad obrera internacional. Se despedirán, entre otras, con las siguientes palabras:
Nicolás Sacco, expresará: “Mi crimen, mi único crimen del que estoy orgulloso es del haber soñado una vida mejor, hecha de fraternidad, de ayuda mutua, en una palabra, de ser anarquista”.
Y Bartolomé Vanzetti, agregará: “Estoy convencido que la historia humana no ha comenzado todavía; nos hallamos en el último período de la prehistoria. Veo con los ojos del espíritu como se ilumina el cielo con las luces del nuevo día”.
La causa de los militantes anarquistas se transformó en una bandera del movimiento obrero internacional como demostración de la injusticia del sistema capitalista.
