La segunda, tercera y cuarta jornada de huelga en la empresa de transporte urbano Vitrasa han tenido un seguimiento masivo. Los trabajadores realizaron diversas concentraciones para exigir sus demandas. La empresa y el Concello de Vigo no han manifestado voluntad de negociar.
Domingo 8 de agosto de 2021
Los trabajadores de Vitrasa en huelga han mostrado su firme determinación de defender sus derechos con 4 jornadas de huelga, el 3, 6 7 y 8 de Agosto. El seguimiento de la huelga ha sido del 100 % todos estos días. El jueves 5 de Agosto Vitrasa se reunió con el comité de empresa para “negociar”, pero no ofreció ninguna mejora y los trabajadores decidieron continuar con la huelga. Realizaron piquetes a las puertas de la sede de la empresa todos los días de huelga de 5 de la mañana a 8 de la tarde, impidiendo que la empresa sacase más autobuses del 50 % de los servicios mínimos pactados. Algo que pretendía durante el fin de semana.
El viernes 6 de Agosto, segunda jornada de la huelga, alrededor de 80 trabajadores se concentraron delante de las puertas del Concello Vigo de 11 a 12 de la mañana, para exigir que el alcalde Abel Caballero se reuniese con ellos, y accediera a presionar a la empresa concesionaria para que cumpla con sus compromisos. En su lugar, el alcalde realizó una rueda de prensa para criticar a la Xunta y defender que “Vigo tiene la mejor política social de Galicia”.
Algo completamente falso, cuando hay gente durmiendo en la calle, y problemas sociales graves, y el Concello de Vigo destina cantidades millonarias para el alumbrado de Navidad (cuya instalación empezó el miércoles 5 de Agosto) y en obras públicas faraónicas, muchas veces de dudosa utilidad. Sin embargo, se niega a reunirse con trabajadores de una empresa concesionaria a la que el ayuntamiento destina anualmente más de 12 millones de euros en subvenciones, lo que supone la gran mayoría del coste en personal de la empresa.
El sábado 7 y domingo 8 los trabajadores, además de realizar el piquete diario, se concentraron a las puertas del Festival del Marisquiño, en el Puerto de Vigo, para exigir sus demandas. El Domingo 8 una delegación de trabajadores de Urbanos de Ourense, la empresa concesionaria de transporte público en esa ciudad, también del grupo Avanza, se acercaron a apoyar a los trabajadores en huelga en Vigo. En el momento de escribir esta nota, no tenemos noticia de que la empresa haya accedido a reunirse con el Comité de empresa para negociar ningún tipo de concesión.
Los trabajadores realizaron todas estas acciones en los últimos días para exigir una serie de reivindicaciones, entre las que destacan acabar con las jornadas agotadoras de trabajo de hasta 10 horas, terminar con la eventualidad de alrededor de 60 conductores en la plantilla o tener los descansos oportunos, entre otras. En este artículo, explicamos más en detalle sus demandas.
Pensamos que es indignante que servicios públicos como estén en manos privadas, detentando un monopolio con financiación pública. Este tipo de gestión lo único que ha hecho a lo largo de los años es deteriorar la calidad del servicio y empeorar las condiciones laborales de los trabajadores, aumentando su precariedad y explotación. Además de financiar una cada vez mayor casta de directivos y cargos medios con altos salarios; una verdadero lastre para la empresa que soportan los trabajadores y los usuarios del transporte público.
Por eso consideramos que la verdadera solución para tener unas condiciones dignas para los trabajadores y un servicio público de calidad, es la municipalización bajo control obrero de la empresa. Así nos ahorraríamos los 12 millones de euros anuales que salen de nuestros impuestos, se abaratería el coste del billete de bus al no tener que mantener el beneficio empresarial, y para fomentar un mayor uso del transporte público. Se reinvertirían los beneficios en más contratación, más vehículos, un mejor servicio, en vez de llenar las manos a un puñado de directivos que no asumen ningún riesgo con una concesión que llevan teniendo durante 40 años.
¿Cómo luchamos para vencer?
Por el momento ni la empresa Vitrasa ni el Concello de Vigo han realizado ningún movimiento creíble para intentar una negociación con los trabajadores en lucha. Lo único que ha propuesto la empresa es sentarse a negociar en Septiembre. En experiencias pasadas Vitrasa ha incumplido claramente lo firmado en el último Convenio Colectivo, y el Concello siempre ha cedido al chantaje para abonar una mayor cantidad de dinero cada año.
¿Significa esto que la lucha no sirve? Nada más lejos de la realidad.
El simple hecho que los trabajadores hayan tomado la determinación de luchar por sus derechos y rebelare contra los abusos de la patronal, contra el estrés y la ansiedad que les provoca su trabajo, y peleando por un servicio público de transporte urbano de calidad, ya es algo muy positivo en sí mismo. Sin embargo consideramos que se pueden hacer para tener más posibilidades de conseguir victorias.
En las últimas semanas y meses ha habido multitud de huelgas y luchas obreras en Galicia, entre las que destacan los trabajadores del metal en Vigo, los de Aluibérica en A Coruña, o la heroica lucha de los trabajadores de Alcoa de San Cibrao que han sido capaces, luchando contra y viento marea de seguir conservando sus puestos de trabajo, a la espera de dura y complicadas negociaciones con varias empresas privadas e instituciones públicas.
Desde nuestro punto de vista, es responsabilidad de las cúpulas de los principales sindicatos el de intentar unificar lo más posible las luchas obreras de distintos sectores en una misma ciudad para realizar mayores movilizaciones y tener una mayor repercusión e impacto. Además, los trabajadores del transporte de distintas ciudades deben tender a la coordinación para poder realizar huelgas que perjudiquen más los beneficios empresariales. Una mayor unión con los trabajadores de Urbanos de Ourense en futuras movilizaciones sería un gran avance en este sentido.
Esta forma de pensar la lucha obrera no viene de nuestra imaginación. Hay ejemplos recientes de cómo una huelga del transporte puede poner contra las cuerdas a la patronal y hasta al propio Estado, haciéndole retroceder en medidas anti-obreras. Esto es así porque se trata de un servicio esencial que es imprescindible para que se realicen otras actividades económicas.
Ejemplos como el caso de los trabajadores del transporte en Francia a finales del 2019 y principios del 2020 que realizaron una huelga indefinida a nivel nacional, y duró 2 meses, contra la reforma jubilatoria del gobierno de Macron, que les afectaba especialmente. En este artículo explicábamos los distintos desafíos a los que se enfrentaban los y trabajadores en esta larga huelga.
Los trabajadores franceses se coordinaron a un nivel no visto en décadas y usaron multitud de métodos distintos para obtener sus demandas. Y consiguieron parar la reforma jubilatoria del gobierno. Además, en general, disponen de unas mejores condiciones laborales porque tienen una tradición de lucha en el que se tiende a unificar sectores y tener una mayor fuerza a la hora de negociar.
Está claro que la magnitud de los ataques y las demandas no fue igual que en la situación actual en Vigo, pero aun así pensamos que puede ser útil tener esta lógica a una escala menor para obtener demandas menores.
Con esta estrategia de unión y con métodos más combativos es como pensamos que se puede ganar a la patronal y las administraciones públicas cómplices. También con la unión con la juventud estudiantil, cuando comience el curso, gran usuaria del transporte urbano y con mucho interés en que mejore su servicio.
Ya que tiene mucho menos que perder que un trabajador que pierde su sueldo y asume riesgo al realizar una huelga. Uniendo apoyo de la juventud en las movilizaciones y la capacidad de parar la actividad económica que tienen los trabajadores, estamos en mejores condiciones para pelear para conquistar derechos, con la perspectiva de desprivatizar todos los servicios públicos, como el transporte, la energía, la sanidad o la educación.