Calles con nombres que hacen alusión a Pinochet, a personajes golpistas, archivos de los organismos represivos de la Dictadura guardados por décadas y ocultos por los aparatos del Estado, proyectos de Ley que buscan borrar homenajes hacia aquellos que impulsaron el Golpe Militar, son algunos hechos que reflejan la continuidad de herencia pinochetista y la lucha por derribarla.
Miércoles 10 de diciembre de 2014
Durante la campaña presidencial de Bachelet, la discusión sobre los derechos humanos fue parte del programa presidencial. Los puntos principales fueron centralmente: impedir en los juicios sobre Crímenes de Lesa Humanidad toda aplicación de la ley de Amnistía (D.L. N° 2.191 de 1978), apoyar el mantenimiento de las instituciones de la sociedad civil de defensa y promoción de los derechos de las víctimas de los crímenes de la Dictadura, solicitar la designación de jueces de dedicación exclusiva para los juicios sobre las violaciones a los derechos humanos, fortalecer el Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, los departamentos de derechos humanos del Servicio Médico Legal y la Policía de Investigaciones, el Instituto Nacional de Derechos Humanos, y el Museo de la Memoria, entre otras propuestas.
Lo anterior mencionado alude a tres ejes centrales que contienen todas estas iniciativas: reformas a las leyes dictatoriales vigentes, fortalecimiento y confianza en las instituciones del régimen y una ofensiva hacia la “institucionalización” de la memoria. Esta es la propuesta del gobierno actual ante un debate totalmente vigente y sentido por miles de personas. ¿Ha dado respuesta hasta el momento?
Continuidad en la política de “reconciliación”
Las “buenas intenciones” de la Nueva Mayoría no coinciden con la impunidad de la que aún gozan aquellos que impulsaron y defendieron la Dictadura en Chile. El caso del ex coronel del Ejército Cristián Labbé es un fiel reflejo del actuar del gobierno junto a la justicia burguesa. El ex alcalde de la comuna de Providencia por la UDI, formación política de la derecha pinochetista, denunciado por torturas y de ser parte íntegra de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), fue acusado por el delito de Asociación Ilícita y fue liberado en 48 horas, pagando tan sólo $500 mil.
Aún cuando hay condenas, las mismas son insólitas, como ocurrió en el caso de las condenas a los dos coroneles en retiro de la aviación que torturaron hasta la muerte al mismísimo padre de la presidenta Michelle Bachelet. El 21 de noviembre fueron condenados a 2 y 3 años de cárcel efectiva, y según informa la agencia Reuters, pese a lo irrisorio de las condenas los fallos fueron calificados por el ministro por el portavoz del gobierno, Alvaro Elizalde, como fallos que contribuían a un país más justo: "Esta sentencia que se ha dado a conocer hace pocas horas constituye un paso más precisamente para avanzar en la verdad y la justicia que Chile necesita", dijo el funcionario.
El que personajes como Labbé vivan impunemente como si nada hubiese pasado, está directamente relacionado con la vigencia de la Justicia Militar, la cual ha dejado en plena libertad a decenas de uniformados, y si alguno cae en “prisión”, lo hace en cárceles que se parecen más a hoteles de “cinco estrellas”, con total comodidad como quien está de vacaciones, y a otros, simplemente, los “dan de baja” (ya no siguen siendo activos en las instituciones de las Fuerzas Armadas).
La política de reconciliación, base del régimen posdictadura, se expresa en diferentes aspectos. El poder que se la ha otorgado a las Fuerzas Armadas sigue intacto, y no ha sido cuestionado ni mucho menos eliminado, por ningún gobierno democrático desde el fin de la Dictadura. Por el contrario, la herencia pinochetista sigue “a la orden del día”.
Medidas concretas y medidas simbólicas
A finales de noviembre, la Fundación Salvador Allende y la ONG Londres 38 publicaron un grupo de archivos que se recuperó del cuartel central de la Central Nacional de Informaciones (CNI), el que contiene información que da cuenta de la infiltración dentro de sindicatos mineros y que comprende el periodo del primer semestre de 1980. Estos archivos fueron encontrados por la Policía de Investigaciones (PDI) en el año 2005 y estuvieron ocultos a la población por casi 10 años, lo que ha provocado desconfianza hacia las instituciones del régimen por la casi nula transparencia y su relación con el Ejército.
Libio Pérez, integrante de Londres 38, señala respecto a esto que “es importante que sean conocidos por las nuevas generaciones y busca tener más verdad y más justicia sobre los crímenes de lesa humanidad y ese es el sentido de desclasificarlos y hacerlos accesibles a las personas, porque el Estado ha ocultado todos estos años información como el caso de los informes de la comisión Valech, que tienen un secreto de 50 años, que no sólo son para el conocimiento público, sino también para los jueces que están investigando los casos, además de los que tienen las Fuerzas Armadas y organismos policiales entre otros”.
Desde la coalición de gobierno las propuestas se mantienen en el ámbito simbólico. El mismo mes en que se conoció la existencia de estos archivos, los diputados del PC, junto a organizaciones de familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos impulsaron un proyecto de Ley llamado “Ninguna calle llevará tu nombre”, propuesta que pretende borrar “cualquier vestigio de homenaje a la Dictadura de Pinochet”. Este proyecto incluye eliminar nombres de calles, carreteras, plazas, entre otros lugares públicos, que hagan alusión a Pinochet, o a reconocidos golpistas.
Por su parte, el gobierno de Bachelet “valora” que las direcciones del Ejército de Chile hayan decidido cambiar el nombre de una conocida “medalla de honor” que llevó durante décadas el nombre de Pinochet, y que ahora ya no lo llevará producto de la presión que generan organizaciones que siguen luchando por verdad y castigo.
El debate sobre los derechos humanos, y la impunidad de las Fuerzas Armadas, empresarios y políticos de derecha, sigue más vivo que nunca en el país. Son variadas las organizaciones políticas y de derechos humanos que siguen en pie de lucha ante la indiferencia de los gobiernos de turno y la inmunidad de los golpistas; convocando a manifestaciones y protestas para seguir exigiendo verdad y castigo hacia los represores de la Dictadura de Pinochet, los que hicieron posible 17 años de tortura, represión hacia la izquierda, sus organizaciones, desarticulación del movimiento de trabajadores, exilios, torturas y asesinatos.