Los resultados de Unidos Podemos el pasado 26J en Madrid han quedado muy distantes de los pronósticos electorales pese al mantenimiento del sorpasso al PSOE en la capital.
Juan Carlos Arias @as_juancarlos
Viernes 1ro de julio de 2016
En relación al 20D suponen un retroceso de algo más de 100.000 votos. Sin embargo, no se puede realizar ningún análisis serio sin considerar las consecuencias del año de gestión del “Ayuntamiento del cambio” de Manuela Carmena, caracterizado por el incumplimiento de los aspectos más ilusionantes y significativos.
El ansiado “sorpasso” de Unidos Podemos al PSOE ha conseguido materializarse, otra vez, en la ciudad de Madrid con un 21,18% de los votos por parte de Podemos y las confluencias con IU, Equo y Clias. Por su parte, el PSOE tuvo un 19,4%. No obstante, la suma de Podemos e IU el pasado 20D daba un 26,15%.
En el conjunto de la Comunidad de Madrid, donde continúan siendo segunda fuerza, el 21,2% se aleja del 26,16 logrado en diciembre con ambas fuerzas por separado. UP ha perdido 5 puntos respecto al 20D. Importante descenso cuanso se esperaba crecer más en escaños y votos. El PSOE, tercera fuerza en la Comunidad tuvo un 19,62% de votos.
El PSOE ha logrado, además, recuperar la segunda posición en muchos de los grandes municipios de los denominados cinturones industriales del sur y del este de la Comunidad, lo que podría implicar un cambio de tendencia nada desdeñable en ciudades como Móstoles, Alcalá de Henares, Leganés, Fuenlabrada o Torrejón de Ardoz. Unidos Podemos ha mantenido su hegemonía en Getafe, Alcorcón, Coslada, Rivas Vaciamadrid y en Parla, ciudad donde ha llegado a superar al PP.
Así pues, el castigo a Unidos Podemos recibido tanto en la ciudad como en la Comunidad de Madrid viene a ser de un 5%. Absoluta simetría pues entre municipio y comunidad, con índices de población con derecho a voto muy similares.
Un análisis pormenorizado hacia el territorio nos permite ir dibujando algo más el entramado en el que se ha desenvuelto esa reducción de los apoyos electorales.
De los cinco distritos en los que en el mes de diciembre Podemos obtuvo su hegemonía, se ha pasado a tan solo tres: Puente de Vallecas, Vallecas-Villa y Centro. Se pierden Usera y Vicálvaro. En nueve distritos UP ha logrado ser segunda fuerza más votada. Como dato significativo, con respecto a las elecciones municipales de mayo de 2015, la sangría ha sido mucho mayor, dado que en aquel caso se consiguió la victoria en 11 de los 21 distritos.
Hay que destacar que en todos los distritos municipales de la ciudad de Madrid en los que Podemos y sus confluencias han logrado más votos se han caracterizado por el aumento de la abstención, en contraposición a lo sucedido en la participación global en la Comunidad que se ha incrementado, aunque muy ligeramente, pasando del 74,12% el 20D al 74,27% el 26J.
En Madrid ciudad ha bajado la participación, con un crecimiento de la abstención del 3%, si bien ha sido un descenso menor que en la media de estos distritos, donde el incremento medio de abstención en el conjunto de los 9 distritos indicados es de 3,9%. Destacando los casos de Vila de Vallecas que alcanzó un 3,96%, Villaverde que destacó como la de mayor abstención con un 5,03% y Vicálvaro que superó ligeramente el 4%. La abstención en porcentaje total superó el 30% en cuatro distritos superándose el 25% en todas ellas menos en Arganzuela que rozó el 23%.
En cuanto a los votos obtenidos por UP en estos distritos hay que destacar que se ha dado una pérdida de porcentaje de voto media entre las elecciones de diciembre y las actuales de un 5.50%. Estando por encima de la media y en primer lugar Villa de Vallecas con un 6,2% menos de voto que la suma de Podemos e IU, siguiendo muy cerca Vicálvaro, 6,1%. En centro a pesar de ser un distrito en el que ha ganado Unidos Podemos con el 34,91% de los votos, también se ha sufrido un retroceso con respecto a las dos fuerzas por separado de un 5,92% el pasado 20D.
En cuanto al porcentaje de votos obtenidos sobre el total, la media en el conjunto de estos 9 distritos ha supuesto en estas elecciones un 26,89% frente al 32,39% alcanzado en las elecciones de diciembre entre las dos fuerzas. Destaca un distrito con mucho apoyo como el de Centro que si se hubiera repetido el resultado obtenido por separado en diciembre, hubiesen superado el 40%.
El 20D UP superó el 30% en ocho de los once distritos, todos menos Carabanchel y San Blas. Ahora, sin embargo, solamente se ha superado ese porcentaje en dos casos: Centro y Pte. Vallecas. Y tan solo se ha conseguido rebasar el 25% en seis de los diez distritos. Como se puede comprobar las diferencias son importantes.
Sin embargo, en el caso del PSOE, su rival por la hegemonía del espacio de izquierda, ha incrementado su porcentaje en todos estos distritos una media de 2,32%. Destacando Centro y Arganzuela donde ha superado el 3% de aumento y logrando en ocho de los diez distritos superar el 2% de incremento de voto.
Tendencia pues contraria aunque sin grandes excesos a la experimentada por Unidos Podemos. Otra cosa es que pese a todo se ha quedado como tercera fuerza de la capital, tras Unidos Podemos y el PP, además de perder frente al PP el distrito de Villaverde donde era fuerza hegemónica.
El crecimiento del PP en estos barrios cuya población tiene un claro carácter trabajador es tan bien muy significativo. Fenómeno que se viene produciendo desde hace mucho tiempo, sobre todo en el período del bipartidismo intenso, y que con la elección de Manuela Carmena pareció quebrarse al producirse un voto ciertamente entusiasta e ilusionante que una vez transcurrido un año de gestión es claro que se ha venido bastante abajo.
Así, tenemos que el PP ha incrementado su porcentaje medio en voto emitido en un 3,82% respecto a lo sucedido en 2015. Destacando el crecimiento de más de un 4% en Arganzuela, Carabanchel, San Blas, Villa de Vallecas y Vicálvaro. Y con porcentajes de voto totales a favor del PP por encima del 30% en cuatro de esos 9 distritos: Arganzuela, Centro, Carabanchel y San Blas.
Lograr la alcaldía de Madrid en las municipales de mayo de 2015, sin duda, despertó amplias ilusiones y expectativas en las clases populares más castigadas por la crisis de 2008, confiando en que esas políticas de cambio supondrían el fin de los años terribles de gestión neoliberal del PP.
Sin embargo, se viene demostrando que la gestión realizada por Podemos y sus confluencias en Madrid está amortiguando esas ilusiones. Muchos sectores esperaban otra realidad muy distinta en cuanto a los problemas de desempleo y precariedad laboral. La no remunicipalización de los servicios que se habían ido privatizado como la limpieza, jardinería y servicios sociales, o el problema habitacional y el drama de los deshaucios son también cuestiones que han ido mermando las ilusiones de muchos de los sectores. Así como el mantenimiento de algunos de los grandes proyectos urbanísticos iniciados por el PP, generadores de auténticos pelotazos para las empresas privadas.
Posiblemente, llevar a la práctica las medidas sociales que llevaba en su programa electoral el grupo de Manuela Carmena, hubiera dado un “empujón” a las clases populares para dar su voto por la candidatura de Unidos Podemos este 26J.
Juan Carlos Arias
Nació en Madrid en 1960. Es trabajador público desde hace más de 30 años y delegado sindical por UGT de la Consejería de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid. Es columnista habitual de Izquierda Diario en las secciones de Política y Economía. milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.