En el 44º aniversario del golpe el Ejército ha montado un hospital de campaña en Campo de Mayo. Reproducimos los dichos de Tamara Callejas Leiva, hija de desaparecidos chilenos durante la última dictadura militar, y Erika Lederer, hija del médico jefe de la maternidad clandestina de Campo de Mayo, contra la intervención del ejército en plena cuarentena obligatoria.
Martes 24 de marzo de 2020 17:16
Tamara Callejas Leiva
"Ellos no están para salvar vidas, ellos solo son entrenados para matar"
Hoy 24 de marzo se cumplen 44 años desde el fatídico día de la llegada de la más cruenta dictadura de la Argentina, donde en este año he conocido mucha gente que está ligada de manera muy dolorosa a esta fecha... son recuerdos, son nostalgias, son carencias y faltas que nadie repara y que no se reparan nunca, hay muchos que hoy no están y que nos hacen falta.
Pero este 24 de marzo de 2020 es distinto porque nos encontramos en una situación de pandemia por el llamado Coronavirus, que ha hecho que el país se paralice y que se tengan que tomar medidas muy drásticas como sacar a los militares para poder controlar y generar “calma” en la población. Pero esta realidad está para muchos muy alejada de eso... Con horror he visto en la televisión como se armó un hospital de campaña en Campo de Mayo. Si, ese mismo lugar donde despareció tanta gente, donde nacieron tantos hijos y donde luego fueron apropiados por los propios militares genocidas.
¿En serio ese lugar hoy puede ser utilizado como un hospital de urgencia,dirigido por militares? ¿A nadie le molesta que eso sea así? ¿Se le entregará tanto poder de nuevo a esta fuerza que ha sido cobarde? ¿Qué ahora pide por razones humanitarias salir de la cárcel por la pandemia cuando ellos jamás tuvieron ni un poco de piedad por los miles de prisioneros que pasaron por sus campos de torturas por solo pensar diferente?
No podemos naturalizar este tipo de cosas, en mi país esto se naturalizó hace rato y nos hizo mucho daño. Es cosa de ver como las fuerzas policiales en este estallido social han vuelto a matar, torturar como si nada. Porque ellos no están para salvar vidas, ellos solo son entrenados para matar. Como chilena e hija de desaparecidos les pido que reaccionen frente a estos hechos y que no permitan que avancen con el olvido incluso bajo estas circunstancias. Ni perdón, Ni Olvido Jamás por la memoria de nuestros caídos. Hasta la Victoria Siempre. ¡Venceremos!
Erika Lederer
Soy Erika Elizabeth Lederer, hija del segundo jefe de la maternidad clandestina de Campo de Mayo durante la dictadura cívico, eclesiástica y militar.
Me une a Victoria (Victoria Moyano Artigas, nieta restituida nacida en cautiverio N.del E.) ese lugar siniestro dónde mientras yo concurría a la guardería, se mantenían secuestradas personas, se las violaba, se las torturaba y se las asesinaba; también salían desde allí los vuelos de la muerte.
En un día como hoy y en virtud de la contingencia de la llamada pandemia, me interesa pensar una cosa especialmente: esta es la facilidad con que las fuerzas de seguridad han penetrado en lo más íntimo de nuestras vidas para cercenarnos derechos.
No se cuestiona a la ciencia médica pero menos a la omnipresencia policial. He visto uniformados abusando de su poder con la gente de la calle; también me han interrogado a mí.
Lo antedicho va en consonancia con la lluvia de beneficios procesales en la ejecución de las penas de estos genocidas atroces. Con el argumento de la pandemia se concedieron prisiones domiciliarias a 55 represores, eso sólo en una semana.
Si a esto le sumamos cómo se está utilizando lo que fue uno de los peores Centros Clandestinos de Detención, Campo de Mayo, estemos atentos.
Se borra la memoria, se le quita el terror que la habita, se olvida a nuestros 30.000 compañeros detenidos desaparecidos.
Estemos alertas. Solo eso y ya es mucho atrevernos.
Memoria Verdad y Justicia
30.000 compañeros detenidos desaparecidos presentes
Jorge Julio López
Cárcel Común, Perpetua de cumplimento efectivo